Acción sindical y estructural de la afiliación. Una nota sobre las características de la afiliación sindical en sindicatos de clase en España

AutorJosé Manuel Lasierra Esteban
Páginas91-114

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1. Introducción

El último cuarto del siglo XX ha experimentado importantes cambios en el sistema productivo tanto en el ámbito interno de las empresas como en el conjunto de la economía. Junto a estos cambios de carácter económico se han producido otros de diverso tenor que se relacionan estrechamente con una crisis del modelo sindical fordista, caracterizado por una preponderancia del afiliado de cuello azul (trabajador manual de baja cualificación), varón, de clara ideología de izquierdas y perteneciente al sector industrial.

La revisión del Estado de Bienestar, la crisis de los valores colectivos, la masiva incorporación de la mujer al mundo laboral, la creciente terciarización de la economía, la interrelación e interdependencia de las economías y el cambio técnico, las nuevas estrategias empresariales de competitividad, son algunos de los factores que estarían en la base de los cambios en el trabajo y en el empleo y, por añadidura, de los cambios en el mundo sindical (Lasierra, 2000; Míguelez, 1999).

Todo ello nos lleva a plantearnos dos cues- tiones, siguiendo a Hyman (1997): a quién representan los sindicatos y para qué. Son dos cuestiones muy relacionadas: personas con unas características determinadas que se unen para un fin. La estrecha relación de estas dos cuestiones modifica el campo de variables determinantes de la afiliación sindical. Así, se reduce el número de aquellas variables relacionadas con diferentes características personales como el estado civil, la religión o los antecedentes familiares, como recogen, Van der Berg y Grift (2001) o Simón (2003), o diversos estudios referenciados en Riley (1997). En cambio, se incorporan variables relacionadas con la acción sindical que tratan de acotar los objetivos de los afiliados: qué objetivos generales persiguen, qué objetivos más concre-Page 92tos en la empresa, qué servicios esperan de la organización, entre otros. Las referencias que hemos encontrado en este último apartado son escasas, básicamente Alós y otros (2000). Las aportaciones de este trabajo al debate son tres: además de las dos citadas nos planteamos el porqué en este sindicato.

El desarrollo de este trabajo es el siguiente: después de esta breve introducción nos planteamos, en un segundo apartado, los objetivos y metodología del estudio. A continuación estudiamos quiénes son los afiliados y sus características laborales. Seguimos con un cuarto apartado que analiza los objetivos que persiguen y qué esperan del sindicato. En un quinto apartado les preguntamos porqué en este sindicato y no en otros. En quinto lugar, exponemos unos resultados de la ECVT 2003 para ver si existe diferencia o no en cuanto al tipo de afiliación. De este último apartado, podremos inferir, a modo de conclusión, si son extensibles nuestros resultados al conjunto del panorama sindical español y resumiremos los resultados.

2. Objetivos y metodología

Los objetivos generales que nos planteamos son determinar quiénes son los afiliados y para que se afilian o se desafilian y porqué en este sindicato.

La teoría sostiene que la afiliación es un proceso en el que los agentes realizan una comparación entre los beneficios y los costes derivados de la afiliación. Los beneficios derivarían de las ventajas individuales respecto a los salarios y las condiciones de trabajo, fundamentalmente, derivadas, sobre todo, de la mayor capacidad negociadora de la acción colectiva (Míguelez, 1999). Los costes proven- drían del esfuerzo de tiempo, recursos y posibles rechazos de la empresa a la acción sindical. Otros motivos de la afiliación responden a razones menos aprehendibles ligadas a cuestiones ideológicas o de solidaridad, participación y compromiso social.

Por otra parte, el modelo sindical español contempla la existencia de diversos sindicatos de clase, con un sistema más cercano al «organicing model» que al «servicing model» del caso anglosajón. Varias son las razones. En primer lugar la regulación laboral establece la obligatoriedad de tener representación sindical unitaria a partir de un determinado tamaño de la empresa, que además, se renueva cada 4 años a través de un proceso de elecciones sindicales. En segundo lugar, la resistencia sindical en el franquismo se produjo en los centros de trabajo lo que favoreció las acciones sindicales desde el propio centro. No obstante la normativa sindical que se desarrolló principalmente a lo largo de los 80, promovió la representación sindical desde ámbitos externos y superiores a la empresa que podrían situarse, también en términos anglosajones, más cerca del «servicing model». Hay pues una concurrencia de los dos que hace innecesario e inútil el debate sobre que modelo puede funcionar mejor en una época de crisis sindical. En consecuencia, nuestras preocupaciones tratarán de indagar acerca de las razones de la escasa y cambiante afiliación sindical a partir de nuestra realidad sindical y, en particular, en relación con la actividad y la acción sindical. La actividad y la acción sindical son variables sobre las que el sindicato puede actuar. No ocurre lo mismo sobre todas esas variables mencionadas anteriormente, relacionadas con cambios sociales, económicos y tecnológicos, que están modificando el panorama laboral y por tanto el sindical.

Por todo ello, las hipótesis que mantenemos en este estudio son las siguientes:

– No existe una uniformidad en el conjunto de los afiliados en relación a las actuaciones sindicales, de hecho vamos a partir de tres grupos que mantienen oPage 93han mantenido relaciones diferenciadas de fidelidad y continuidad en la afiliación. Pensamos que la acción sindical a lo largo de un periodo largo puede no dejar indiferentes al conjunto de personas que han tenido relación con el sindicato, de forma que unas se han sentido defraudadas o decepcionadas y se han ido, otras están muy satisfechas y permanecen y otras tendrán dudas que les llevará a estar más o menos vinculadas al sindicato a lo largo del tiempo1.

– La ideología, con la crisis de lo colectivo y el auge del individualismo; el sexo, con una mayor presencia cuantitativa y cualitativa de la mujer en el mundo laboral y un previsible cambio de actitudes hacia los sindicatos según la edad, son variables que influyen de manera estadísticamente significativa en la composición de estos grupos.

– La valoración de los distintos afiliados de las actuaciones sindicales como determinantes de su afiliación sigue mostrando una prevalencia de los intereses generales o colectivos sobre los personales o inmediatos, o los propios servicios que recibe del sindicato. Este hecho cuestiona la teoría económica ortodoxa acerca de los grupos de interés y los incentivos materiales como factores de la acción colectiva (Olson, 1992). Es decir, los incentivos de los afiliados a los sindicatos son más de carácter identitario (ideológico) y de sociabilidad que de tipo material, en la terminología de Jodar (2000).

– La ideología y la acción sindical como determinantes de la afiliación nos debería justificar la existencia de los dos sindicatos de clase a los que nos referiremos, los cuales cada 4 años compiten en unas elecciones sindicales y que uno tenía una tradición socialista y otro comunista principalmente.

El procedimiento que se sigue parte de una encuesta propia realizada con las técnicas estadísticas pertinentes de aleatoriedad y representatividad que nos permiten inferir resultados tanto a nivel autonómico, principalmente, como a nivel nacional2. En este último caso, analizando una serie de características de los afiliados a los dos sindicatos de clase más importantes nos van a permitir aventurarnos extrapolar nuestros resultados al ámbito del conjunto de los dos sindicatos de clase más importantes de España que alcanzan una representación superior al 75,8 % (Mcconnell, Brue y McPherson, 2001:Page 94215) del conjunto de la afiliación sindical en España.

El cuestionario se elaboró a partir de Alós y otros (2000). No conocemos otras referencias que indaguen en las razones de la acción sindical que es la base y la aportación fundamental en este estudio. De Alós y otros (2000) incorporamos la idea de la acción sindical en la sociedad y en la empresa. Para completar la visión que tienen los encuestados de su acción sindical, les preguntamos su opinión acerca de cómo los ven la sociedad y los medios de comunicación. A continuación, simplificamos, redujimos el cuestionario de Alós e incorporamos cuestiones sobre la ideología, la satisfacción laboral y la satisfacción con el salario y sobre la prestación de servicios desde el sindicato. Dado nuestro interés en conocer las razones de la afiliación a un sindicato en particular, preguntamos el porqué se afiliaron a éste. Finalmente, el hecho de clasificar inicialmente la muestra en tres grupos: afiliados, desafiliados y los que rotan (Movimientos es el nombre que le asignamos), nos condujo a preguntar por las razones de la desafiliación a los desafiliados.

El análisis estadístico parte de una visión general de carácter descriptivo, continuamos con esa fase utilizando tablas de contingencia de las que comentamos algunos resultados pero sin incorporar las tablas por una cuestión de extensión del trabajo. Finalmente aplicamos una técnica de análisis multivariante basada en el análisis discriminante, para ver los motivos de la afiliación. Finalmente, con los datos de la ECVT 2003, que aporta información sobre la afiliación a los sindicatos en el conjunto del país, aplicamos el análisis discriminante para ver si los afiliados a CCOO presentan alguna característica diferencial respecto a los afiliados a UGT como el otro gran sindicato de clase.

3. ¿Quiénes son los sindicados? ¿A quién representan los sindicatos?

El trabajo se circunscribe a los afiliados y desafiliados de CCOO en Aragón, una región de industrialización media-alta que tiene, en el momento de realizar la encuesta, 19.000 afiliados. Distinguimos tres grupos: personas que en su momento se afilian y siguen afiliados en los últimos 5 años. Personas que estuvieron afiliadas y ya no lo están y Personas que han estado afiliadas y desafiliadas alguna vez y ahora vuelve a estar afiliadas.

Las encuestas válidas de los tres grupos fueron: Movimientos 167, Afiliados 103, No afiliados 41.

Por sexo, 107 son mujeres (34,4%) y 204 hombres (65,6%).

Por estudios: el 41,1% tienen estudios primarios; el 39,8% secundarios y el 19,1% superiores.

El 77,4% tienen contrato indefinido.

En cuanto a la afiliación por ramas:

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RAMA / FEDERACION

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Si se considera la relación industria/servicios en el sistema productivo en países como España, más del 60% pertenecen al sector servicios, en torno a un 20-22% a la industria, más un 10% a la construcción, se podría concluir que la afiliación sindical está fuertemente sesgada hacia la industria, aquí clara- mente representada con las ramas 7, 13, 17 y quizá la 2, lo que representa un porcentaje de afiliación de en torno al 40%.

Es decir, el perfil del trabajador sindicado responde al del trabajador industrial, varón, con contrato indefinido, con una antigüedad elevada y ocupado en tareas de baja-media cualificación. No obstante, las cifras de afiliación por ramas, también muestran algunas ramas del sector servicios con una presencia media de cierta importancia: Administración pública, enseñanza, servicios financieros, sanidad y comunicaciones, sectores económicos de futuro, a diferencia de los sectores tradicionales como metalurgia o textil.

Respecto a su actividad laboral, se encuentran bastante satisfechos con su trabajo y algo menos con su salario.

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TABLA RESUMEN: CARACTERÍSTICAS DE LOS ENCUESTADOS POR GRUPOS

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El cuadro refleja de una manera resumida algunas diferencias pequeñas, en algún caso, pero significativas de acuerdo a los distintos perfiles que tienen los encuestados de los tres grupos:

– Los menores estudios los tienen los del grupo Afiliados, tienen mayor proporción de contrato indefinido, bastante más antigüedad (20 años de media frente a 13 del grupo Desafiliados y 11 de Movimientos), una ideología más neta de Izquierdas (menos de 4), tienen significativamente más edad (49 años de media frente a 41 movimientos) y predominan los varones más que en los otros dos grupos.

– Los más satisfechos con el trabajo y con el salario son los Desafiliados. Los de Movimientos están bastante satisfechos con el trabajo pero son los menos satisfechos con el salario.

Una primera conclusión que se extraen de estos datos es la de que a la pregunta de quiénes son los afiliados o, formulada de otra manera, como a quién representa el sindicato, deberemos de decir que el sindicato representa a gente diferenciada: no tienen las mismas características personales ni laborales los que pertenecen al grupo de Movimientos que a los otros dos. El grupo Afiliados representa el perfil del trabajador fordista tradicional en su relación con los sindicatos. Movimientos representa a un afiliado bastante más joven, con más presencia de mujeres, más formado, con empleo menos estable y menos antigüedad, con más presencia en las actividades de servicios (en torno al 55% en servicios frente a en torno al 51% en el grupo de Afiliados) y menos de Izquierdas.

3.1. ¿Para qué el sindicato? La actuación del sindicato en la sociedad

La teoría económica ortodoxa nos indicaría que el sindicato, como grupo de presión para sus afiliados, y sólo para éstos, consigue determinadas ventajas que estimulan la afiliación y el interés de los afiliados. El sistema de incentivos en este caso es mera y exclusivamente material. Desde ese punto de vista, una percepción negativa de la sociedadPage 97podría ser consecuencia de que ésta no se beneficia de la acción sindical, incluso que sale perjudicada. Sin embargo, los sindicatos en España no tienen capacidad de negociar sólo para sus afiliados, por el contrario: la negociación colectiva se aplica a todos los trabajadores del ámbito negociador por lo que la figura del free rider puede ser lógica en el ámbito de la acción sindical. Por otra parte, las leyes laborales que otorgan un valor jurídico importante a la negociación colectiva no permiten que sea con menoscabo de los derechos generales de los trabajadores. Por esta razón la figura del sindicato como representante directo de intereses económicos concretos es poco frecuente. Sólo se podría encontrar en determinadas grandes empresas en las que colectivos muy poderosos (pilotos, médicos) actúan como grupos de presión. Ahora bien, estos grupos asociados en sindicatos no pertenecen a los denominados sindicatos de clase como el que estamos analizando. Hay, por tanto, una primera razón para afrontar el análisis más allá de la teoría económica ortodoxa de los grupos de interés.

De lo que es la acción sindical, es decir, la existencia de una organización para alcanzar unos objetivos, podemos considerar tres sistemas de incentivos (Streeck,1978; Hyman, 1981; Jodar, 2000). Los materiales que obtienen los asociados, en este caso los afiliados, incentivos de identidad, de pertenencia a un grupo con unos valores determinados e incentivos sociales o de sociabilidad, relacionados con actuaciones que benefician al conjunto de la sociedad. Hacer una separación tajante de estos tres grupos de motivaciones grupales no es sencillo, particularmente por la estrecha interrelación entre los incentivos identitarios y los sociales. E incluso entre estos y algunos incentivos materiales.

El sindicato como grupo de representación de intereses colectivos no se limita a intermediar entre trabajadores y empresa. En las sociedades modernas, la intervención pública modificando la distribución funcional de la renta o regulando la libre decisión de los agentes es muy importante. En el caso español, el mercado de trabajo está particularmente intervenido tanto mediante el instrumento regulador, normas jurídicas, como presupuestarias. Por esta razón, la acción sindical va más allá del ámbito empresarial. Por todo ello, interesa conocer la acción del sindicato en la sociedad. La frontera entre lo que sería una actuación en favor de la sociedad en general y de los trabajadores en general es muy difícil de establecer.

La valoración que tienen los encuestados sobre cómo ve la sociedad a los sindicatos en general y a CCOO en particular no es muy positiva. La primera tabla refleja las medias y desviaciones típicas, con medias por encima de 2 en una escala de 1 a 4. Es una valoración positiva pero modesta que en términos de frecuencias (2ª tabla), refleja que los que consideran que la sociedad ve mal la acción de los sindicatos alcanzan más del 60% de los encuestados. Llama la atención la valoración tan negativa que hacen los Afiliados y Desafiliados de las tres cuestiones frente a valoraciones no tan negativas del grupo Movimientos. Si las respuestas fueran de 1 a 3, la mayo- ría de la gente se situaría en el 2, pero al establecer cuatro categorías de respuesta, la mayoría se sitúa en 1 + 2 frente a las otras dos categorías, 3 + 4. Los datos totales son pues susceptibles de interpretarse desde una óptica optimista o desde otra algo más pesimista.

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Analizaremos la actuación de CCOO en la sociedad a partir de cuestiones concretas que no tienen una incidencia inmediata sobre la situación económica o laboral de los afiliados.

La opinión media señala que la posición de CCOO en los diferentes aspectos se califica como bien o muy bien (puntuación 3 o 4) en más del 50% de los encuestados, excepto en la Defensa del poder adquisitivo. En el resto de preguntas, los porcentajes de bien o muy bien oscilan del casi 60% a más del 80%. Destaca la Defensa de la salud laboral, Defensa de la igualdad, la Formación y la cualificación,defensa de discapacitados y trabajadores extranjeros. Las preguntas más relacionadas con la tradición de «lucha sindical», como lucha contra el paro, defensa de la contratación indefinida y defensa del poder adquisitivo, presentan unos porcentajes de satisfacción algo menores que en las otras cuestiones.

Por grupo de encuestados, los Desafiliados puntúan negativamente la acción de CCOO en la Defensa de la contratación indefinida y en la Defensa del poder adquisitivo. En este último aspecto también lo hacen los Afiliados.

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Respecto al tipo de ocupación, sólo los trabajadores manuales señalan que CCOO lo hace mejor en defensa de la contratación indefinida y en la defensa del poder adquisitivo. Respecto a las demás variables no hay diferencia de posición aunque si de intensidad o grado, si se atiende al tipo de ocupación.

En cuanto a la edad, sólo aparece una posición negativa de CCOO en el apartado de Defensa del poder adquisitivo, por los trabajadores de más de 45 años. El mismo reparo ponen a esta cuestión las mujeres cuando clasificamos la muestra por sexo.

Por ramas, nada menos que 6, valoran negativamente a CCOO en su política en la sociedad en general en lo que respecta a la defensa del poder adquisitivo.

El análisis a partir de las tablas de contingencia ofrece los siguientes resultados:

– Relaciones de independencia, es decir, no hay diferencias entre grupos en: La lucha contra el paro, la mejora de la formación profesional y la cualificación; la integración de trabajadores extranjeros; integración de trabajadores discapacitados; la defensa de la igualdad;

– Diferencias estadísticamente significativas en: La Defensa de la contratación indefinida: valoran más positivamente la acción de CCOO el grupo de Movimientos y negativamente los Desafiliados; la Defensa del poder adquisitivo, la ven especialmente negativa los Afiliados y los Desafiliados y relativamente bien los Movimientos. La defensa de la Salud Laboral la ven mal los Desafiliados y bien los otros dos grupos.

Como valoración general, resaltaríamos que la percepción no excesivamente positiva que tiene la sociedad de los sindicatos en general, y algo mejor, de CCOO en particular, contrasta con la positiva visión que tienen los encuestados de la labor de CCOO en determinados aspectos concretos con los que delimitamos la actuación de CCOO en la sociedad. Es de destacar, también, que esta visión positiva está más acentuada en el grupo de Movi-

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mientos que en los otros. Es lógico respecto a los Desafiliados pero no lo es tanto respecto a los Afiliados.

Estos resultados sugieren que entre los incentivos que sostienen la afiliación de los Afiliados son los de carácter identitario, es decir, la identificación con la organización, la ideología en definitiva, tienen una elevada importancia. Coincide este resultado con el obtenido por Waddington y Whiston (1997) para el caso británico. Los Afiliados valoran positivamente en general al actuación de CCOO en la sociedad pero son más críticos con su sindicato.

3.2. ¿Para qué el sindicato? La actuación del sindicato en la empresa

La actuación del sindicato en la empresa respondería a la búsqueda de incentivos de carácter material, incrementos salariales y mejora de las condiciones de trabajo en general. Responde a la intervención o acción sindical tradicional y en algunos países la empresa constituye el ámbito al que se circunscribe la acción sindical.

Como en el apartado anterior delimitamos la actividad del sindicato en la empresa en una serie de actuaciones.

El cuadro muestra la valoración media de las actuaciones sindicales. Como en el aparatado anterior, las medias por encima de 2, señalan una valoración positiva de la actuación sindical. En este caso, las frecuencias de los que puntúan 3 y 4 superan a la suma de los que puntúan 1 y 2, excepto en la última pregunta.

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El grado de insatisfacción es más elevado que en el bloque de la actuación de CCOO en la sociedad en general, el apartado anterior. El grado de insatisfacción se observa, especialmente, en la actuación de CCOO en los incrementos salariales, en la reducción de las diferencias salariales, en la reducción de jornada y aumento de vacaciones y en la lucha contra la contratación temporal y precaria. Se trata de aspectos muy importantes y concretos de la acción sindical cotidiana. En estas preguntas el porcentaje de mal o regular supera el 40%. En el resto de las preguntas el porcentaje es inferior al 40%, pero es también muy elevado. Del conjunto de actuaciones, la defensa de la seguridad y salud en el trabajo y la lucha contra la discriminación se valoran mejor que las otras actuaciones.

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La última pregunta del bloque es la excepción a la visión positiva de CCOO en la empresa. Más del 50% considera que la colaboración de CCOO con la empresa para reorganizar el trabajo es mala o regular. La puntuación no presenta diferencias significativas cuando estratificamos por grupo (Movimientos, Afiliados y Desafiliados), edad, sexo, ocupación y estudios. Si lo hacemos por ramas, oscila entre el 1,8 de las ramas 7 y 18 y 2,4-2,5 en cuatro de ellas.

Por grupos, los porcentajes de insatisfacción (puntuaciones 1 y 2) son más elevados en los Afiliados y, particularmente, en los Desafiliados que en el caso de Movimientos. Se puede decir que estos últimos están más contentos con la actuación de CCOO en la empresa que los otros dos grupos. Los Desafiliados se muestran críticos con 6 de las 9 preguntas, aunque el porcentaje de respuesta es muy bajo, en torno al 50% (20 o 21 respuestas sobre 41 posibles). En mi opinión estas no respuestas tendrían una percepción más negativa que positiva de la actuación de CCOO.

En cuanto a ocupaciones, los Técnicosdirectivos ven negativamente la posición de CCOO en la empresa en lo relativo a los Incrementos Salariales, la Reducción de las diferencias salariales y la Lucha contra la contratación temporal y precaria. Respecto a las otras cuestiones no hay diferencias de orientación entre las distintas ocupaciones.

En cuanto a sexo, no hay diferencia de percepción del papel de CCOO en la empresa entre sexos.

Respecto al nivel de estudios, no hay diferencia de orientación del papel de CCOO en las diferentes cuestiones.

En cuanto a la edad, los menores de 26 años (recordar que representan un número muy pequeño de la encuesta), ven negativamente la actuación de CCOO en la empresa en los siguientes aspectos: Incrementos salariales, Lucha por reducir las diferencias salariales y La lucha por la reducción de jornada.

El análisis a partir de las tablas de contingencia ofrece relaciones de independencia, es decir, no hay diferencias entre grupos en el conjunto de variables que hemos seleccionado para delimitar la acción del sindicato en la empresa.

En resumen, aunque la acción de CCOO en la empresa se ve bien en general, se ve mejor la actuación de CCOO en la sociedad.

Es de destacar también el elevado porcentaje de no respuesta, especialmente alto en los grupos Movimientos y Desafiliados.

3.3. ¿Para qué el sindicato? El sindicato como proveedor de servicios

En este apartado nos centramos todavía más en el sistema de incentivos de carácter material. El debate acerca del sindicato como prestador de servicios o como instrumento de reivindicaciones no trascendió con la misma intensidad que se produjo en el ámbito sindical como alternativas a la crisis sindical del último cuarto de siglo (Waddington & Whitston, 1997). Cuando se inicia la prestación de servicios a los afiliados desde los sindicatos se pretende que éstos encuentren motivos de interés que compensen las actitudes y políticas menos reivindicativas, en parte como consecuencia de la elevada tasa de desempleo que reduce la fuerza de la actividad sindical.

Los resultados generales que se extraen son dos: poco uso de los servicios que ofrece el sindicato (se recoge en la línea Perdidos) y elevada satisfacción con el servicio por parte de los que lo han usado. Estos resultados se observan en todos los conceptos y en todos los grupos de afiliación. Es de resaltar la valoración a los cursos de formación por la nueva tendencia de las políticas de empleo, como en el caso europeo, de promover la empleabilidad de las personas. Pero sobre todo son los dos primeros servicios, en cuanto al uso, Ase-Page 102soría Jurídica y Asesoramiento sindical los que nos dan la medida de la utilidad del sindicato como instrumento para la defensa de los intereses de los trabajadores. Constituyen los servicios más utilizados aunque se mueven en el entorno del 60% de los encuestados.

Del conjunto de servicios, los tres primeros presentan una frecuencia de uso claramente superior al resto de servicios que principal- mente ofrece el sindicato. Los tres ofrecen una valoración muy elevada, en media aritmética y en frecuencias.

El escaso uso del resto de los servicios resalta más el valor de los incentivos identitarios y sociales como principales razones que explican el para qué de la afiliación sindical.

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Un análisis más desagregado refleja algunos matices a estos positivos resultados. Los tres grupos muestran, aparentemente, similares tendencias en la valoración positiva en general de los distintos servicios.

A pesar de los problemas de estratificar grupos en una muestra relativamente pequeña, para ver las valoración de los distintos servicios por los diferentes grupos hemos realizado unas tablas de contingencia (las casillas deben tener 5 respuestas como mínimo en las tablas de contingencia). Los datos de las frecuencias esconden sesgos que las tablas de contingencia ponen de manifiesto, calculando las proporciones relativas según la proporcionalidad que representa cada grupo sobre el total.

Los resultados, que responden a Tablas de Contingencia con el 95% de significatividad como mínimo, son los siguientes: – La Asesoría Jurídica está especialmente mal valorada por los Desafiliados y bien o muy bien por los otros dos grupos.

– El Asesoramiento Sindical está también especialmente mal valorado por los Desafiliados y bien o muy bien por los otros dos grupos.

– Los Cursos de Formación están mal valorados por los Afiliados y bastante bien valorados por Desafiliados y, sobre todo, por los de Movimientos. Recordamos que el grupo Movimientos está compuesto por afiliados más jóvenes, con mayor presencia de mujeres y mayor participación en las actividades de servicios. También, como más jóvenes, con más necesidades de formación posiblemente.

– La Agencia de Viajes mal valorada por los Desafiliados y bien por los de Movimientos.

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– Los servicios relacionados con la Mujer están mal valorados por los Desafiliados y bien por los de Movimientos.

– Los servicios de Vivienda se ven mal por los Desafiliados y bien por los Afiliados.

El resto de los servicios no muestran relaciones de dependencia, es decir, sesgos en un sentido u otro de cada uno de los servicios en relación a la proporción que tienen cada uno de los grupos.

Una reflexión final: ¿merece la pena el esfuerzo de ofrecer una amplia gama de servicios o el sindicato debería canalizar sus recursos en otra dirección? Un debate que el mundo lo afronta como el «servicing model» frente al «organicing model», que hemos citado, Cregan 2005: 284).

4. ¿Porqué en CCOO y no en otros?

En algunos países europeos, entre ellos en España, existen diversos sindicatos que responden a ideologías diferentes. En el panorama sindical actual existen dos sindicatos de clase en España que representan el 75,8% de la afiliación sindical y el resto se reparte entre sindicatos de funcionarios (CSIF), sindicatos nacionalistas (Galicia y País Vasco), algún sindicato de clase menor (CGT) y otros de corte corporativo (Sepla, Médicos, Controladores Aéreos, etc).

Los análisis sobre afiliación sindical en España (Rodríguez, 1995, Simon, 2003) se refieren a la sindicación en general. Nuestro planteamiento de afiliados para qué nos ha llevado a estudiar posibles diferencias en la actuación sindical que explican la diversidad sindical.

En este apartado exponemos los resultados de la valoración o razones que explican el porqué los encuestados están o han estado afiliados a CCOO y no a otros sindicatos. En la segunda parte de este apartado, con datos de la ECVT (2003) observamos las posibles diferencias entre los afiliados a los dos sindicatos de clase mayoritarios.

4. 1 ¿Porqué a CCOO?

Preguntamos expresamente las razones de la afiliación a CCOO frente a otros sindicatos respecto a una serie de cuestiones.

Resultados por grupos:

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En general se puede decir que CCOO se ve mejor que los otros sindicatos en su función reivindicativa y en la honestidad de su comportamiento. Se valora especialmente mal su función como prestador de servicios en términos comparativos con otros.

Respecto al sexo, el 50,6% de las mujeres consideran que CCOO no es más independiente de los partidos políticos mientras que el 55% de los hombres consideran que si es más independiente. Del resto de las otras variables no se desprenden diferencias de posición (puntuación 1 y 2 frente a 3 y 4 en menos o en más de un 50%), pueden variar algo los grados.

En cuanto a las ramas, no se observan tendencias contrarias en las respuestas generales excepto en:

– En las ramas 1, 16 y 17, representan un porcentaje mayor los que consideran que CCOO ofrece mejores servicios que otros sindicatos.(AA.DD, PP.JJ, FITEQA)

– En la rama FSAP aparece un porcentaje mayor del 50% que señala que no es importante las relaciones personales, amigos y familiares en la afiliación.

– En las ramas 1,2,3, 13, 16 y 17, son más del 50% los que sostienen que CCOO es más independiente de los partidos políticos. (FSAP, AA.DD, AGROALIMENTARIA, FMM, PP.JJ, FITEQA).

En cuanto al nivel de estudios, los que tienen estudios superiores consideran que CCOO da mejores servicios. Los que tienen estudios primarios y superiores consideran a CCOO más independiente de los partidosPage 105políticos. Del resto de variables, el nivel de estudios no muestra diferencias de posición.

En cuanto a las ocupaciones, si distinguimos entre trabajadores manuales, no manuales y técnicos-directivos, sólo en el apartado de mayor independencia de los partidos políticos aparece una diferencia, en cuanto a que son los técnicos los que consideran que CCOO no es más independiente de los partidos políticos.

El ANÁLISIS DISCRIMINANTE3 por grupos, señala que mayor edad tiene más importancia como factor explicativo de la pertenecía al sindicato en los Afiliados y la menor en el grupo Movimientos y que la identificación con las ideas del sindicato como motivo de afiliación pesa ligeramente más en el grupo Movimientos que en los otros dos.

ESTADÍSTICOS DE GRUPO

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ESTADÍSTICOS DE GRUPO (continuación)

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ESTADÍSTICOS DE GRUPO (continuación)

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VARIABLES INTRODUCIDAS/ELIMINADAS

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VARIABLES EN EL ANÁLISIS

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VARIABLES NO INCLUIDAS EN EL ANÁLISIS

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LAMBDA DE WILKS

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AUTOVALORES /center>

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LAMBDA DE WILKS /center>

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PRUEBAS DE IGUALDAD DE LAS MEDIAS DE LOS GRUPOS

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MATRIZ DE ESTRUCTURA

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FUNCIONES EN LOS CENTROIDES DE LOS GRUPOS

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Funciones discriminantes canónicas no tipificadas evaluadas en las medias de los grupos.

En el cuadro anterior, la variable Edad actúa como discriminador positivo en el grupo Afiliados (predominan los afiliados mayores en ese grupo, coeficiente = 0,626). La otra variable discriminante, Me identifico con sus ideas, actúa más positivamente en el grupo Movimientos (0,183) que en el de Afiliados (0,113) y actúa negativamente con un coeficiente bastante elevado (-0,703) en el grupo de Desafiliados. Es decir, los Desafiliados no se identifican con las ideas de CCOO, como era de suponer.

En resumen, la Edad entre los Afiliados y una variable o incentivo de carácter identitario: Me identifico con las ideas del sindicato, aparecen como variables clasificadoras de los tres grupos, y en particular de los dos que mantienen un grado u otro de vinculación, movimientos y Afiliados frente a los Desafiliados.

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COEFICIENTES ESTANDARIZADOS DE LAS FUNCIONES DISCRIMINANTES CANÓNICAS

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4.2. Perfil de los afiliados a los sindicatos de clase más representativos

En este apartado vamos a estudiar la posible existencia de diferencias entre el afiliado a CCOO y el afiliado al otro gran sindicato de clase en España, UGT. En los orígenes de ambos sindicatos, a partir de su legalización a finales de 70, existían vínculos con partidos políticos de izquierda muy estrechos, CCOO con el Partido Comunista y UGT con el Socialista. Durante el periodo de concertación social desde 1978 hasta 1986, UGT, especial- mente desde el triunfo del PSOE en 1982, firmó todos los acuerdos sociales. CCOO no firmó alguno de ellos e incluso llegó a promover una huelga general en solitario. Por orígenes, acciones sindicales y reivindicaciones y vinculación política a diferentes partidos, pare- cería que los afiliados a estos sindicatos tienen perfiles o características diferentes.

Los cambios políticos como la entrada, salida y vuelta a ocupar el poder del Partido Socialista, la crisis del Partido Comunista, los cambios económicos y sociales habidos en estos 30 últimos años, desde la legalización de los sindicatos, pensamos que han diluido las diferencias entre estos dos sindicatos aunque cada 4 años tengan que competir en las elecciones sindicales. Nuestra hipótesis contempla que la unidad de acción de UGT y CCOO, que mantienen de forma continuada, responde en buena parte a que el para qué del sindicato es muy similar en ambos y, por tanto, el perfil de los afiliados a uno u otros también muy parecido.

Si nuestra hipótesis se cumple nos permite extender los resultados de nuestro análisis a la mayor parte de los afiliados a sindicatos en nuestro país, quiénes son los afiliados y para qué se afilian.

En el apartado anterior exponíamos una serie de razones que trataban de justificar la afiliación a CCOO y no a otros sindicatos. Incorporábamos también alguna variable de tipo personal como la Edad y el Sexo que se habían manifestado como significativas a lo largo de este estudio.

En este apartado utilizamos los datos de la ECVT de 2003. En la encuesta hay una pregunta sobre a qué sindicato está afiliado, CCOO, UGT, Otros. Con esta triple clasificación procedimos a realizar un análisis discriminante con la inclusión de determinadas variables de carácter personal y laboral. La ECVT no incorpora variables que nos permitan hacer comparaciones sobre la valoración de cada uno de los sindicatos por los afiliados, como hemos hecho en el apartado anterior. Las características personales y laborales no determinan directa y unívocamente los objetivos o razones de la afiliación, especialmente los incentivos sociales o identitarios, pero creemos que si que mantienen una relación estadísticamente significativa con éstos.

El primer análisis discriminante mostraba diferencias significativas en el perfil de los afiliados a Otros sindicatos respecto a CCOO y UGT. Era lógico considerando el peso del sindicato de funcionarios en la muestra. Posteriormente hicimos un segundo análisis sólo con los dos sindicatos, CCOO y UGT.

Las variables discriminantes selecciona-Page 112das no responden a una base teórica o empírica previa que permitan establecer unas hipótesis acerca del perfil de los afiliados a los dos sindicatos de clase mayoritarios. La escasez de estudios sobre afiliación sindical en España condujo a proponer unas variables discriminantes que se basaban en unas hipotéticas características de los afiliados de esos dos sindicatos al comienzo de su legalización, finales de los 70, cuando esto sindicatos tenían una connotación y unas relaciones de dependencia bastante fuertes con dos partidos de izquierda. Hipotéticamente, también, estos dos partidos, socialista y comunista, responderían de acuerdo a su situación en el arco ideológico a personas con diferentes ingresos, diferente edad, tamaño de empresa, más presentes en un caso que en otro en el sector público, diferente nivel de formación y alguna otra consideración como las horas de trabajo que cada uno prestaba.

Los resultados que se exponen en las tablas que siguen corresponden a la comparación de los dos sindicatos únicamente. Estos resultados no muestran ninguna variable discriminante significativa lo cual confirma nuestra hipótesis acerca de la similitud en las características, personales y laborales, de los afiliados a estos dos sindicatos. Estas circunstancias no resultan contradictorias con las valoraciones que hacían los encuestados de nuestra encuesta acerca de porqué en CCOO y no en otros sindicatos. En todo caso, habría que analizar si esas variables son lo suficientemente importantes, es decir, incentivan lo suficiente como para decidirse a afiliarse, no importa a qué sindicato o si sólo cuando el posible afiliado las percibe en una organización, da el paso a la afiliación. Una extensión de este análisis se refiere a aquellos que nunca se han afiliado ni se acercan al sindicato (Bryson y Gómez, 2005, para el caso británico).

SINDICATOS CCOO/UGT

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PRUEBAS DE IGUALDAD DE LAS MEDIDAS DE LOS GRUPOS

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LAMBDA DE WILKS4

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De entre las variables seleccionadas, únicamente las Horas de trabajo aparecería como discriminante pero el análisis conjunto no refleja ninguna función discriminante con un nivel de significatividad aceptable (p.e. 95%). En consecuencia, lo que podía ocurrir, hipotéticamente, en los años 70, al comienzo de la legalización de los sindicatos en la restauración democrática, de que el afiliado a UGT fuera más acomodado socialmente frente a un perfil más «obrerista» de CCOO, en estos momentos no se observa.

5. Conclusiones y extensiones del estudio

En este trabajo no hemos preguntado la razón de porqué se afilian las personas a los sindicatos. Hemos considerado que las personas se unen para alcanzar unos fines u objetivos. Estos los hemos clasificado en sociales, identitarios o de afinidad ideológica y materiales. Nuestros resultados nos llevan a estimar que los objetivos materiales tienen poca importancia en la decisión de afiliarse, lo cual refuta la teoría ortodoxa de los grupos de interés. Los afiliados responden más a objetivos identitarios o sociales, sin perjuicio de la buena valoración, aunque escaso uso, de servicios típicamente sindicales como el asesoramiento sindical o la asesoría jurídica. Estos mismos objetivos o razones de la afiliación, tienen también mucha importancia a la hora de elegir el sindicato. A características personales y laborales similares, los afiliados a CCOO consideran que este sindicato posee unos valores sociales de honestidad, reivindicación, lucha sindical e independencia mayores a los otros sindicatos, al mismo tiempo que reconocen o estiman que provee de peores servicios.

El estudio también nos muestra a un nuevo tipo de afiliados, aquellos que nosotros clasificamos en el grupo Movimientos. Se trata de personas más jóvenes, algo más desideologizados que contrasta con esos afiliados tradicionales, de más edad, más críticos con su sindicato, pero firmes en su ideología y en pertenencia identitaria al sindicato. El sindicato, los sindicatos, si atendemos a la no diferenciación entre UGT y CCOO en cuanto al perfil de la afiliación, se tendrán que plantear que hacer para conseguir ampliar la base de esos nuevos afiliados y fidelizar su compromiso.

Cuando resaltamos la firmeza y la fidelidad del grupo Afiliados, aquellos que han permanecido y permanecen en el sindicato, debemos ser conscientes de los importantes cambios que el sistema productivo y laboral ha experimentado en estas décadas. Desregulación laboral, desempleo, externalización, temporalidad, cambio técnico, creciente individualismo, son aspectos del cambio productivo que han modificado el escenario laboral de este nuevo siglo. Es muy posible que el factor identitario y el social que hemos mencionado hayan servido para que estas personas siguieran en la organización. Pero también deberíamos decir que algo han hecho bien los sindicatos para que estas personas, en un entorno tan volátil, sigan comprometidos con una organización que no ofrece muchos incentivos materiales. Es posible también, que estos afiliados antiguos son los que menos se han visto afectados por estos posibles cambios o, también, que el sindicato les ha servido para defender su estatus.

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Todas estas dudas que acabamos de exponer son sin duda preguntas que exigen la correspondiente extensión de este trabajo.

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[1] En Jodar y otros (2004: 125), se señala el volumen tan importante de rotación (movimientos) de afiliados que existe. El origen de este trabajo parte de ese hecho: cada año se afilian un elevado número de personas y cada año se desafilia, igualmente, otro elevado número. Si realmente fueran «nuevos» afiliados los que se afilian cada año, dado el elevado número que es, al cabo de unos 10 años, habría pasado toda la fuerza laboral de una región por el sindicato.

[2] Datos encuesta: Movimientos: 250 Afiliados: 150 Desafiliados: 150 Cuestionarios contestados, tamaño de la muestra N = 311, de los cuales: 167, Movimientos; 103, Afiliados; 41 Desafiliados Cuestionarios no contestados: 239. Periodo de realización de las entrevistas: 12 de Septiembre hasta 11 de Octubre. Se ha planteado un muestreo aleatorio estratificado en los tres grupos. El tamaño muestral en cada estrato ha venido dado por la importancia que se ha concedido a cada uno. Para el caso del grupo Movimientos la fracción de muestreo es igual a 0,0185. Para los otros dos grupos es menor, especialmente para el grupo de Desafiliados. Con un 95% de confianza y para una probabilidad p=0,5; q=0,5, el error muestral con N=311 es ± 0,055.

[3] Dada una variable cualitativa dependiente y un conjunto de variables independientes, el análisis discriminante consiste en obtener unas funciones lineales de las variables independientes que se denominan variables discriminantes. Permiten clasificar a los individuos en los grupos establecidos por los valores de la variable dependiente. La función discriminante se expresa: Ds = Bs1 X1 +.......+ Bsp Xp +Bs0,. Sea (xi1,.......xip), i= 1,....n, la muestra de n observaciones de las variables independientes cuantitativas X1.......Xp en los k grupos de individuos de la variable dependiente Y. El subconjunto de variables independientes que son más discriminantes permite representar el conjunto de toda la muestra n en el subespacio generado por los valores de las variables de mane- ra que, por una parte, los centros de los grupos elegidos están muy separados entre si y, de otra parte, dentro de cada grupo el comportamiento deberá ser muy homo- géneo y con pocos valores dispersos.

[4] La Lambda de Wilks mide las desviaciones dentro de cada grupo respecto de las desviaciones totales. Si su valor es pequeño, la variabilidad total será debida a diferencias entre grupos y, en consecuencia, el conjunto de variables discriminará los grupos. Si por el contrario, su valor está próximo a 1, los grupos estarán mezclados y el conjunto de variables independientes no permite construir funciones discriminantes adecuadas.

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