El nuevo profesional y las nuevas profesiones

AutorXosé López - Marita Otero - Xosé Pereira - Manuel Gago
Cargo del AutorUniversidad Santiago de Compostela
Páginas59-84

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Los perfiles profesionales del periodismo han cambiado. Las profundas transformaciones que vive el hipersector de la comunicación han afectado también a los centros de producción de contenidos y a los conocimientos y habilidades que precisan las personas que realizan esos trabajos. Internet ha supuesto un punto de inflexión en las dinámicas de las redacciones y ha abierto una nueva etapa que aprovecha toda la experiencia del pasado e introduce nuevas formas de acometer la producción de la información. Los ciberperiodistas deben contar con una formación que contemple suficientes conocimientos sobre cómo funciona la sociedad (ciencias sociales y humanidades), sobre los distintos aspectos de la comunicación y sus cimientos científicos, sobre la preceptiva periodística y las técnicas de producción, sobre las estrategias de divulgación del conocimiento, sobre las herramientas de trabajo, sobre los efectos del mensaje... Lo básico permanece, pero el contexto y las herramientas han cambiado. Y los perfiles de los nuevos profesionales deben responder a esa realidad.

1. El entorno Introducción

Internet, el poderoso sistema de comunicación interactivo y global, ha supuesto una gran cantidad de transformaciones que han afectado de forma diversa a la sociedad de hoy. La convergencia de telecomunicaciones, informática y medios de comunicación ha cambiado la forma de relacionarse, el proceso informativo, las modalidades de negocio, las estrategias publicitarias, el intercambio económico, las estructuras empresariales, el valor del dinero, la educación y, por supuesto, el ecosistema comunicacional, la mediaesfera.

A través de un único canal discurren lo que hasta ahora emergían como individualidades mediáticas, que se diferenciaban por soportes, por lenguajes y por herramientas. Prensa, radio y televisión presentaban particulares idiosincrasias con un origen común, el ejercicio de una profesión con nítidos deberes sociales frente al consumidor final del mensaje. Ahora la red de redes absorbe y unifica diferencias, dando lugar a la elaboración de contenidos multimedia e interactivos. Es la habilidad de la integración de herramientas e instrumentos utilizados para transmitir información, para difundir conocimiento a una audiencia global, participativa y fragmentada.

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2. La formación ayer y hoy del ciberperiodista

Desde la implantación, a partir del año 1971 1, de las Facultades de Ciencias de la Información y/o de la Comunicación, se ha tratado de incorporar, con mayor o menor fortuna, en los planes de estudios las materias que facilitaban al alumnado la capacitación suficiente para integrarse tanto en el ámbito laboral como en el terreno de la investigación. Ese proceso renovador es una obligación y una responsabilidad que no se puede obviar en el ámbito general del sistema educativo y, en particular, en el universitario: "Los adelantos en cualquier campo dependen cada vez más de la prioridad del trabajo teórico, que codifica lo que se conoce y señala el camino para una confirmación empírica. El conocimiento teórico se convierte cada vez más en el recurso estratégico, el principio axial, de una sociedad. Y la Universidad, las organizaciones de investigación y las instituciones intelectuales, donde el conocimiento teórico se codifica y enriquece, son las estructuras axiales de la sociedad que nace" (Bell, 1991: 44). La información y el saber aparecen como un factor estratégico fundamental en la sociedad actual, por lo tanto, su creación, elaboración, gestión, explotación y difusión adquieren un valor primordial, con una evidente significación y trascendencia pública. El desarrollo tecnológico, incluida la rapidísima evolución de los instrumentos informáticos, ha hecho que ese fenómeno, el del intercambio informativo, adquiera un nuevo significado. La aproximación epistemológica a las aplicaciones, herramientas y medios con los que se favorece la circulación de datos gracias a los recursos de última generación, también son de suma importancia para los futuros profesionales.

No siempre con la pertinente celeridad, se ha intentado responder desde los centros académicos a las demandas de la sociedad y a las del propio sector de los medios de comunicación. La actualización de los planes de estudio está sometida a unas normas administrativas y burocráticas que, en realidad, sólo permiten velocidades cortas y, a veces, muy cortas. Las últimas modificaciones de las enseñanzas regladas universitarias, a finales de la década de los noventa del siglo pasado, han permitido incorporar ciertas materias vinculadas a la comunicación en la era de las redes. Un proceso que los centros de enseñanza superior han asumido de manera desigual. Pero el reto que supone Internet y el cambio que plantea a la hora de abordar los procesos de acceso, elaboración y difusión de mensajes está siendo asumido como un objetivo ineludible por parte de las autoridades universitarias y, en especial, por los responsables de las Facultades de Información y/o Comunicación, pues, junto a las funciones ya reconocidas en el proceso formativo de los futuros profesionales, también se buscan los entresijos para incorporar disciplinas que respondan a las necesidades y urgencias derivadas del escenario digital.

El acercamiento teórico e instrumental a las herramientas informáticas y al entorno social, económico, político, cultural, etcétera, en el que inciden es el señuelo que removerá la actividad periodística. El tránsito de la universidad al mercado laboral reflejará la modificación de los hábitos y expectativas profesionales. Del ámbito universitario saldrá un alumnado con más amplios poderes y capacidades de análisis, interpretación y ejecución en la medida en que se resuelvan las diferencias entre docencia y organizaciones mediáticas para acentuar las posibilidades de la información

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y mostrar el espacio comunicacional con los filtros imprescindibles para simplificar el flujo informativo: "Periodistas que desarrollen un criterio capaz de enfrentarse a la superabundancia de información y con agilidad suficiente como para actuar en procesos de elaboración informativa cada vez más acelerados. Periodistas con grandes dotes divulgativas, capaces de dotar de sentido una realidad cada vez más tecnificada y desestructurada. Periodistas, en suma, con un altísimo compromiso ético, sabedores de que la calidad del trabajo realizado estará expuesta al directo escrutinio por parte de los destinatarios" 2. La dicotomía de objetivos o métodos de actuación entre universidad y empresa no debería ser insalvable, porque la auténtica marca en uno y otro escenario es la búsqueda de la calidad.

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Fuente: Informe sobre las titulaciones elaborado por los decanos de las Facultades de Ciencias de la Información/Comunicación españolas, http://ccc-web.uab.es/pr.aneca.comunicacion/documentos.htm.

El panorama de renovación tecnológica en el que se han instalado los medios de comunicación fue asumido también por los responsables académicos que se han

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esforzado por introducir contenidos que respondieran a las nuevas expectativas que se presentan para la comunicación social. En la actualidad, la formación sobre periodismo e Internet aparece ya con distintas denominaciones en los planes de estudio de las Facultades de Ciencias de la Información y/o de la Comunicación, tanto públicas como privadas, encargadas de formar a los profesionales. El conocimiento de las herramientas de trabajo actuales forma parte del proceso educativo de los comunicadores. Se trata de una exigencia de cualquier buen proyecto docente, ya que los estudiantes de Ciencias de la Información y Comunicación precisan de un programa didáctico que facilite el aprendizaje de unas técnicas y procedimientos que los capaciten para la construcción de mensajes en los soportes y plataformas existentes en el mercado y que hagan acopio de conocimientos que les permitan enfrentarse a artilugios de futuro. En este sentido, la incorporación de las tecnologías actuales debe hacerse en la programación general de las titulaciones de las mencionadas Facultades, aunque sin perder de vista el hecho de que el aspecto instrumental debe aparecer como una línea complementaria, en paralelo a los presupuestos teóricos. En todo caso, lo que parece evidente es que los cambios que se producen en el sector de la comunicación provocan la aparición de nuevos perfiles profesionales en todos los ámbitos y, en especial, en la producción de contenidos. La elaboración de productos de calidad y con credibilidad, también en el ciberespacio, debería ser una actividad ineludible de los periodistas. Si bien es cierto que ahora resulta fácil producir contenidos para la red, no es menos obvio que se precisa del mediador profesional para elaborar productos que incorporen los nuevos lenguajes y los innovadores formatos, y que filtre, en medio del incontenible aluvión informativo, con estrictos criterios deontológicos, lo que pasa en la sociedad y que gestione, a su vez, la información.

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Fuente: Informe sobre las titulaciones elaborado por los decanos de las Facultades de Ciencias de la Información/Comunicación españolas, http://ccc-web.uab.es/pr.aneca.comunicacion/documentos.htm.

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La presencia del componente técnico aparece en todos los momentos del proceso comunicativo. La mediación es una constante en el universo comunicativo que representa Internet, aunque el rasgo distintivo del nuevo sistema es la introducción del procedimiento informático y digital. Es, en palabras de Nicholas Negroponte (1995, 18), la irrevocable e imparable transformación de átomos en bits. La digitalización incide en el procesamiento, almacenamiento y recuperación de los datos. Ya sea...

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