Nuevas formas de representaci
| Autor | Martín Artiles, Antonio |
New forms of collective representation. Reaction to digitalization
Sumario. Introducción. 1. Conceptualización deconstrucción de la relación laboral. 2. Estrategias de organización desde la base de trabajadores. 3. Sindicatos: impulso de organizaciones sindicales, "desde arriba". 4. Algunas conclusiones. 5. Bibliografía.
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Introducción
Hoy, el interés de este artículo se justifica porque las TIC, la computarización y la extemalización masiva del proceso productivo están transformando profundamente el contenido y la organización del trabajo. Además de cambiar las relaciones laborales, el sindicalismo y las formas de representación colectiva (Huws et al., 2016; Miguélez et al., 2019 y 2021; Serrano y Jepsen, 2019; Borghi et. al., 2018 y 2020).
Después de la II Guerra Mundial el sindicalismo se construyó sobre la base del modelo de producción taylorista-fordista; metafóricamente éste representado por la figura del obrero-masa para simbolizar su supuesta homogeneidad colectiva (Coriat, 1982). Hoy, con el desarrollo de la economía digital, la descentralización productiva, la extemalización de parte de las actividades de las empresas se ha deconstruido la mencionada figura metafórica del obrero-masa. El resultado de este proceso ha sido la transformación de la empresa y del proceso productivo. Actualmente vemos que la empresa tradicional se transforma y se fragmenta en pedacitos. En otras palabras, los pilares donde se ha sustentado el sindicalismo se descomponen. Estamos asistiendo al declive del trabajo como sujeto colectivo. En contrapunto adquiere más importancia el individuo emprendedor y el derecho mercantil (Sánchez, 2019). Ante este panorama, el investigador Kurt Vandaele del Instituto Sindical Europeo se preguntaba: ¿Podrán sobrevivir los sindicatos a la economía de plataformas? (Vandaele, 2018)
El objetivo de este artículo es estudiar cómo la digitalización y las nuevas formas de organización del trabajo afectan a las formas de representación de los trabajadores. La transformación de la empresa comporta ineludiblemente la transformación de las formas de representación colectiva tradicional, lo que afecta a los sindicatos y a las formas de representación legal y unitarias, asociaciones profesionales e incluso a las organizaciones empresariales (Prassl, 2018). La normativa y la jurisprudencia sobre los órganos de representación de los trabajadores tiene problemas para dar respuesta a la atomización y fragmentación del trabajo que genera la llamada "economía colaborativa" y la subcontratación (Molina y Pastor, 2018; Esteban Lejarreta, 2019).
* ¿Cómo han reaccionado los trabajadores? Aquí tratamos de explorar cómo han reaccionado los trabajadores desde sus bases, "desde abajo" o puestos de trabajo ante la transformación de la empresa tradicional y la emergencia de las plataformas.
* ¿Cómo han reaccionado los sindicatos? ¿Qué nuevas estrategias de representación han venido implementando? Aquí indagamos la respuesta, "desde arriba", de las organizaciones sindicales y de las asociaciones profesionales a la extensión de la digitalización y a la fragmentación de la representación colectiva.
Este artículo se divide en cuatro secciones. En la primera sección ofrecemos una definición del concepto deconstrucción de la relación laboral, lo que nos permite entender las estrategias empresariales de descentralización y el soporte que ofrece la tecnología digital. En esta sección esbozamos una hipótesis general y ofrecemos una descripción de la metodología utilizada. Aquí ofrecemos un breve análisis cuantitativo con los resultados de la encuesta que hemos realizado, de la que resulta una tipología con tres grupos de perfiles de trabajadores digitales. En la segunda sección tratamos la información cualitativa proporcionada por las entrevistas realizadas a personas significativas de cada uno de esos tres grupos, lo que nos ha permitido identificar las estrategias de organización de base, "desde abajo hacia arriba", desde la base de los propios trabajadores. Y en la tercera sección analizamos las estrategias de la cúspide de dirección sindical, "desde arriba hacia abajo" de las propias organizaciones sindicales para proteger los nuevos empleos y ocupaciones emergentes. Y, finalmente, en cuarto lugar, apuntamos algunas conclusiones.
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Deconstrucción de la relación laboral: conceptualización
La tecnología no es por sí sola determinante en el proceso de transformación de la empresa tradicional y de la relación de empleo. El modo empresarial de utilizar la tecnología digital, a través de la división del proceso productivo, está dando lugar a una transformación de la relación del empleo como un fenómeno de creciente importancia (Serrano y Jepsen, 2019; Valenduc y Vendramin, 2017; Miguélez et al., 2020), lo que implica una tendencia hacia la individualización de la relación de trabajo y una re-mercantilización de la relación laboral. Además de una crisis del contrato de trabajo como garantía jurídica. Y, por consiguiente, también una crisis de las formas de representación colectiva (Pastor, 2018; Riesco, 2020). Por ende, el proceso de deconstrucción afecta a la negociación colectiva como forma de regulación de la relación laboral.
Drakhokoupil y Fabo (2019) definen dicho proceso de transformación como el resultado de estrategias empresariales con el soporte de determinados instrumentos que interactúan. En efecto, la interacción entre la Tecnología de la Información y Comunicación (TIC en adelante), las plataformas digitales y la descentralización, subcontratación y externalización de las actividades de las empresas están propiciando hoy la aparición de nuevas formas de organización del trabajo y de la empresa.
La tendencia hacia la descentralización y subcontratación se ha venido registrando desde la década de los años ochenta del siglo XX. Los títulos de algunas obras son elocuentes de los objetivos empresariales perseguidos, tales como "Lo pequeño es hermoso (Schumacher, 1983); "La división del trabajo entre empresas" (Castillo, 1989), "La empresa que viene" (Harrison 1997) o "La empresa flexible" (Toffler, 1985), "La empresa-red" (Castells, 1997, 1998, Carnoy, 2001; Martín Artiles, 1995), entre otros títulos que han tratado de ilustrar los objetivos del proceso de descentralización y deslocalización. La finalidad de esta estrategia empresarial ha sido impulsar la flexibilidad, la adaptación de las empresas a las fluctuaciones del ciclo económico, a la incertidumbre y a la reducción del riesgo. Pero también dicha estrategia ha sido una forma de evasión de la presión de los sindicatos y de las "rigideces normativas" de la legislación laboral. En pocas palabras, el contorno y las fronteras de las empresas se han venido convirtiendo en difusas, evanescentes y multiformes (Riesco, 2020).
Hoy este proceso se ha acelerado con la irrupción y avance de las TIC. Algunos de los factores importantes para explicar el impulso de la descentralización y la deslocalización son la reducción de los costes de transacción, la velocidad de ejecución de las comunicaciones y la coordinación de las actividades económicas en espacios geográficos amplios. Todo ello permite a las empresas saltarse los mecanismos de regulación existentes en el ámbito nacional, regional o local (Todolí, 2017).
Las TIC y la descentralización han contribuido al impulso de nuevas formas de organización del trabajo y del proceso productivo, tales como el trabajo on-line, el teletrabajo y el uso de las plataformas digitales (Mori y Semenza, 2018). La interacción de ambos fenómenos (descentralización y TIC) viene a su vez impulsando la creación de algunas figuras en las ocupaciones, como es el trabajo autónomo de profesionales, la aparición de los falsos trabajadores autónomos, el teletrabajo, la figura de los click workers, el crecimiento de los llamados "freelancers" y de la economía de bolos (gig economy). Estas figuras de las nuevas ocupaciones emergentes están asociadas a la ruptura del "principio jurídico de ajenidad (3)", que ha sido uno de los requisitos asociados al contrato de trabajo (UGT, 2019).
Algunos analistas hablan de cierta concomitancia de las nuevas formas de reacción colectiva y de representación de los trabajadores digitales con viejas fórmulas de organizaciones proto-sindicales, quizás más propias del inicio histórico del sindicalismo (Vandaele, 2018). Estas nuevas formas han recibido nombres tales como casi-sindicatos ("cuasi-unions"); proto-sindicalismo; "para-sindicalismo"; pre-unionismo, entre otros (Herckscher y Carré, 2006). Estas nuevas formas de organización son recientes, han aparecido en los últimos quince o veinte años, lo que Borghi y otros (2020:4) denominan como la "geometría variable de la resistencia". La iniciativa de estas formas de representación se suele clasificar en dos grupos. Por un lado, como organizaciones de base, desde abajo ("desde abajo"), surgida desde los propios trabajadores. Y, por otro lado, como organizaciones desde arriba ("desde arriba"), creadas por los propios sindicatos o incluso organizaciones empresariales (véase ACTA, 2017; Mori y Semenza, 2018; Semenza y Pichault, 2019, entre otros).
1.1. Hipótesis, metodología y contexto
Nuestra hipótesis de partida es que el proceso de deconstrucción de las relaciones de empleo está dando lugar a nuevos tipos de ocupación laboral y puede tener un impacto sobre las formas de representación colectiva tradicional de los trabajadores. No solo parece afectar a los sindicatos, sino también a otras formas de organización de los trabajadores, como las cooperativas.
Metodología
La aproximación al mencionado objeto de estudio, indicado más arriba, es doble: cuantitativa y cualitativa.
1) Aproximación cuantitativa: En primer lugar, hemos realizado una encuesta (encargada por CCOO) a una muestra representativa del mercado laboral en Cataluña para medir el impacto de la digitalización en el mercado de trabajo y elaborar una tipología de los trabajadores afectados. El número...
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