Notarios escritores en la edad de plata

AutorPlácido Barrios Fernández
Páginas233-234
LA NOTARIA | | 3/2020 Recensión págs. 233 a 234 233
Recensión
Cúmpleme el honor de hacer la reseña del libro publicado
recientemente por la editorial Wolters Kluwer en la colección Notariado
hoy, bajo el título NOTARIOS ESCRITORES EN LA EDAD DE PLATA, cuyo
autor es José-Antonio Linage Conde.
El autor, notario de Madrid jubilado, doctor en derecho y en historia,
es autor de una extensa producción bibliográca donde predominan
los estudios sobre el monacato -considerado autoridad mundial en la
Orden Benedictina, siendo su obra en siete tomos la de referencia en la
materia- y sobre su pueblo natal, Sepúlveda, del cual es Cronista Ocial.
Habla en el título de una Edad de Plata de notarios escritores: es
sabido que al primer tercio del siglo XX se le ha denominado laEdad
de Platade la cultura española por la calidad y el protagonismo de los
intelectuales, literatos y artistas del período.
El libro se estructura en una introducción, una segunda parte dedi-
cada al novelista y autor dramático Rafael López de Haro. Una tercera,
a los agraristas Julio Senador y Juan Díaz del Moral, para acabar con la
parte más extensa dedicada al sin par Joaquín Costa.
La Obra cuenta con jugosas notas al pie de página, que, en el caso
de Linage, son siempre garantía de sumo interés, recogiendo datos,
anécdotas o recuerdos personales que considero de “lectura obligada”.
Impagable por curiosa la referencia al programa clásico “Cesta y Pun-
tos” a propósito del lugar de nacimiento de Costa.
La introducción bajo el título de ¿Quién leía, quien lee a los juristas?
aborda el tema de los notarios escritores. Se ha dicho que “todo notario lle-
va dentro de sí las ruinas de un poeta”. El autor cita a dos máximos exponen-
tes, González Palomino y Núñez Lagos: el primero, por la armonía de sus
construcciones y la variedad de sus registros sin excluir la ironía. Se cuenta
que sorprendió gratamente a Juan Goytisolo, cuando descubrió un texto
suyo en casa de su primo Juan Vallet. De Núñez Lagos, resalta la elevación
de su manejo del idioma con margen para alguna evasión poética.
A modo de justicación nos dice Linage que pretende ocuparse de
algunos autores y sus obras como ejemplos de las aportaciones de los
notarios a las letras en esa llamada Edad de Plata siendo exponentes
de nuestra evasión a esos campos distintos.
Rafael López de Haro, novelista y autor dramático, nacido en 1876, es
abordado en esa doble dedicación. Tuvo notable éxito en ambos cam-
pos. Decía “debo ser muy mal notario y muy mal novelista, porque los no-
tarios siempre me presentan como gran novelista, y los novelistas como un
gran notario. Refutaba a Baroja de una manera muy expresiva y que cla-
ramente compartimos diciendo que “la más humana, la más entrañable
de todas las novelas, está escrita, sangrando, en el archivo de cada notaría”
Nos dice Linage que fue Decano en Burgos y Zaragoza, lo que da idea
de que no eludió sus compromisos colegiales. Muy interesante la refe-
rencia que hace a un Tribunal de Oposiciones al que equipara gráca-
mente con un Consejo de Guerra. Hombre polifacético, fue gobernador
civil de varias provincias. Como curiosidad nos dice que a Lopez de Haro
se le ha catalogado entre los llamados novelistas eróticos. Por lo demás
estudia su obra en ambas facetas, abordando igualmente las críticas
que mereció su producción. Quizás se echa en falta un estudio más de-
tallado de las características especícas de su novela pues dentro de su
grupo cada uno tenía su manera- pensemos en lo que va de Alberto In-
súa a Antonio de Hoyos y Vinent y de Eduardo Zamacois a Pedro Mata-.
La tercera parte titulada “La tierra en el protocolo: Dos agraristas”,
estudia a dos notarios de notable interés por su implicación en el mo-
mento histórico que les tocó vivir, Juan Díaz del Moral y Julio-Senador
Gómez-Maestro.
Juan Díaz del Moral, natural de Bujalance (Córdoba) donde nació
en 1870, pueblo famoso por las agitaciones sociales en los años treinta
del pasado siglo. Estuvo vinculado a la Institución Libre de Enseñanza
y es conocido por su aportación como parlamentario –fue Diputado
por la Agrupación al Servicio de la República- a la reforma agraria. Es
autor de la conocida Historia de las agitaciones campesinas andaluzas,
obra avanzada de la historia social, no sólo narra los hechos, sino que
los explica. Nos dice Linage que Alberto Ballarín, otro notario agraris-
ta, elogia a Díaz como fundador de la antropología cultural en España.
Julio-Senador Gómez-Maestro es conocido como Julio Senador, en
realidad su nombre compuesto, o por el Notario de Frómista, donde desa-
rrolló parte de su carrera notarial. También agrarista como el anterior, nació
en 1872. Su primer libro, Castilla en escombros es para el autor un lamento a
Recensión bibliográfica
Por Plácido Barrios Fernández
Notario de Alcalá de Henares
«Notarios escritores
en la edad de plata»
José-Antonio Linage Conde
Febrero 2021, 213 p.
Colección Notariado Hoy

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR