Derecho notarial de Centroamérica y Panamá, de O. Salas.

AutorJosé María Chico y Ortiz
Páginas255-256

Page 255

    SALAS, O.: Derecho notarial de Centroamérica y Panamá. Editorial Costa Rica, 1973.

No hace mucho leía un aspecto crítico del español frente a los problemas de América. Me estoy refiriendo a Fernando Díaz-Plaja (Mis pecados capitales. Madrid, febrero de 1975), quien decía, entre otras cosas, que: «La conquista creó la ciudad, edificó la iglesia, duplicó las plazas y pueblos españoles al otro lado del mar. Y cuando terminó todo esto, le volvió la espalda... Cualquier español medio tendría que saber de memoria la geografía de Hispanoamérica y confunde los países y las latitudes sin importarle nada que hayan sido creación de sus antepasados...» A esto quiero añadir un comentario mío: para que el español conozca su país es preciso que lo recorra con cierto detenimiento y sosiego, y una vez visto y comprendido, si quiere seguir conociendo España es preciso que vaya a Hispanoamérica. Los dos últimos Congresos Internacionales de Derecho Regis-tral, aparte el aspecto científico y el intercambio de pareceres doctrinales, han servido para un nuevo acercamiento íntimo entre «aquello y esto». Particularmente tengo que reconocer que mi viaje a la Argentina supuso la apertura de unos horizontes que no habían entrado en mis esquemas mentales. Si alguna vez se quiere sentir uno español hay que viajar a América.

En mi viaje, inolvidable viaje, conocí a Oscar A. Salas, autor del libro que comento. Creo que previamente nos habíamos cruzado alguna carta o quizá la conexión procediera de nuestro común amigo IVÁN Escobar Fornos, de Nicaragua. Lo cierto es que me produjo una gran impresión y que uno de sus trabajos lo utilicé en alguna de mis citas. El doctor Salas es hombre preciso, con capacidad de síntesis, trabajador, prolífico en publicaciones, profundo conocedor de los problemas hipotecarios y avanzado introductor de los sistemas mecánicos y electrónicos en el sistema registral. Nació en Cárdenas (Cuba) y fue Registrador de la Propiedad de Baracoa, así como desempeñó otros cargos hasta el advenimiento de Fidel Castro. Sería muy extenso seguir citando cargos y puestos ocupados por el autor, pero ahora viene a los Congresos como representante de Costa Rica. En el último, él, junto con el que suscribe y el representante argentino, redactamos las conclusiones de la segunda comisión del Congreso, referentes a «la base física de la finca, folio real y mecanización del Registro». En uno de los descansos me dedicó-con ese alarde de emocionada hermandad...

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