No hay lugar para la nada.todo es posible

AutorPereira Cuadrado, Arturo
Páginas93-97
— 93 —
Capítulo xi.
No hay lugar para la nada.
Todo es posible
El presente capítulo quiero dedicarlo, aunque sea de manera
breve, a reflexionar sobre nuestras actitudes, inquietudes y a ve-
ces agobios que nos produce el trabajo. Evidentemente, se podría
escribir todo un tratado sobre este asunto, dado que las perspec-
tivas acerca de lo qué hacemos y cómo lo hacemos son tantas al
menos como policías municipales. E incluso, me atrevería a decir
que, dada la tendencia de muchos de nosotros a cambiar de opi-
nión de forma rutinaria, existen muchas más opiniones al respec-
to que policías municipales.
Es un tema que considero digno de abordar porque nos per-
mite conocernos más y consecuentemente, obtener conclusiones
que nos permitirán a su vez, mejorar en nuestra profesión. Es evi-
dente que, resulta innecesario aclarar que cada uno, bajo su punto
de vista, extraerá las conclusiones que más en consonancia estén
con su forma de entender el trabajo.
Se trata, pues, de un capítulo susceptible de verse someti-
do a una crítica intensa y no por ello carente de legitimidad, al
igual que el resto de los capítulos; pero entiendo que lo tratado en
este capítulo es muy adecuado para verse sometido a una crítica
constructiva.
Si algo caracteriza a los cuerpos de policía municipal es que
son un foro de debate interno permanente. Al igual que se puede
afirmar que la hora de acometer sus tareas, todas y cada uno, y
cada cual en su escala las asumen con profesionalidad y respon-
sabilidad; también se debe afirmar que casi siempre, en aquellas

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