García Neumann, Jaime, Neoconservadores y choque de civilizaciones: hechos y raíces doctrinales, Comares, 2008, 360 pp.

AutorAnna Colomer Segura
CargoUniversitat de València
Páginas586-593

Page 586

El libro consiste en un amplio análisis sobre el neoconservadurismo, y se divide en dos partes: la primera, dedicada a los hechos históricos y las decisiones políticas, y la segunda, que trata las bases doctrinales y la filosofía política en que este movimiento se sustenta.

Parte primera: los hechos

Primeramente, el autor nos sitúa en el contexto en el que nació el neoconservadurismo. Nos hallamos ante una situación de globalización económica y cambio geopolítico y militar tras la Guerra Fría. En la posguerra fría empezó una presión para crear una hegemonía militar, además de económica. En este contexto destacan dos autores: Fukuyama y Huntington.

El primero sigue la idea del «fin de la historia» de Hegel, según la cual ésta culminaría en el siglo xx con el modelo estadounidense de democracia y economía de mercado, como encarnación suprema de realización humana y fin de la historia. Ante la alternativa «guerra permanente o paz perpetua», este autor se inclina por la segunda. Fukuyama se encuentra en la actualidad distanciado del neoconservadurismo, pero dice que deberían salvarse sus propósitos (maquillarlo, para que sobreviva con nueva fuerza).

Por su parte, Huntington parte de lo contrario que Fukuyama. Según él, estamos más cerca del caos que de la paz perpetua (choque de civilizaciones), así que se hace necesaria una redefinición estratégica después del final de la Guerra Fría, aparece la necesidad de identificar al enemigo. Huntington propone esta división: por un lado el occidente cristiano, y por otro los musulmanes y ortodoxos. Los peligros actuales serían: el avance de china (enemigo potencial) y del islam (enemigo inmediato). Huntington proporciona en general la justificación histórica y sociológica que los neoconservadores requerían después de la Guerra Fría para promover su política de hegemonía global en base a la fuerza militar, comenzando por Medio oriente.

Fukuyama mantiene su tesis, pero se suma a los que consideran que el gran obstáculo actual es la cultura del islam, es decir, sí hay choque de civilizaciones, pero la superioridad de occidente se impondrá. Para Fukuyama, primero, hay que ganar la guerra de civilizaciones; luego, imponer la hegemonía estadounidense como «fin de la historia».

En opinión del autor, resulta imprescindible en este análisis una mención al Pnac, fundado en 1997. Los principios que sigue este grupo son: consolidar la hegemonía de ee.UU., impedir el surgimiento de potencias rivales y ejecutar acciones preventivas contra las amenazas. El 11-s sirvió de catalizador para poner en marcha estos principios.

Los personajes más importantes del Pnac están directa o indirectamente relacionados con el mundo de la política y los negocios, y están conectados por lazos familiares, así como académicos, perteneciendo en su mayoría a la escuela de Leo strauss, del que se habla más ampliamente en la segunda parte del libro.

Los neoconservadores cuentan con importantes medios institucionales, de comunicación y propaganda, que les permiten amplificar su influencia

Page 587

política en el gobierno y en la opinión pública (el más importante de ellos es el Pnac).

También se observa el manejo de los movimientos evangelistas y fundamentalistas por parte de políticos neoconservadores y el financiamiento del «lobby» israelí. Aunque hay neoconservadores del Pnac de declarada procedencia católica, se declaran en desacuerdo con el Vaticano en cuanto a la guerra preventiva.

Los antecedentes del Pnac se encuentran en los «comités del Peligro Presente». El primero de ellos fue fundado en 1950 para apoyar la Guerra Fría. A finales de los años sesenta, las consecuencias indeseables del malestar juvenil, el cambio cultural inducido y las nuevas formas contraculturales que irrumpían en los estados Unidos, llevaron a algunos sectores demócratas y del progresismo liberal a plantearse una corrección de rumbo, asociado a un fuerte sentimiento anticomunista y antipacifista. Éste fue un germen del neoconservadurismo. También entre los republicanos de la administración nixon surgió en los años setenta un sector más beligerante en policía exterior (el «Grupo B»). Estas corrientes de diverso origen confluyeron a mediados de los años setenta en la creación de un nuevo comité del Peligro Presente. Muchos de los activistas de este «lobby» se incorporaron en los años ochenta a la administración del presidente reagan y su lucha contra «el imperio del mal». En 1997 se creó el Pnac como una nueva reencarnación del comité del Peligro Presente. Luego, los neoconservadores se instalarán en los resortes del poder bajo la administración de George W. Bush.

En todos los casos se mantiene como objetivo una doble consigna: la fuerza (es decir, mantener la superioridad militar estadounidense, para lo cual se requiere siempre incrementar el presupuesto militar) y la voluntad (lanzar al mismo tiempo una ofensiva psicológica y cultural).

El autor del libro hace una mención especial a la persona de robert Kagan, uno de los principales «cerebros» del Pnac y uno de los más conocidos portavoces de los neoconservadores. Kagan parte siempre de un axioma fundamental: vivimos en un mundo «hobbesiano» (homo homini lupus) donde la civilización (ee.UU. Y sus aliados) debe imponer su poder militar como un «Leviatán» contra el caos de la barbarie representada por naciones, fuerzas y organizaciones ajenas y hostiles a occidente. Su cosmovisión es la del «choque de civilizaciones» y su objetivo es que europa comparta ese papel. Existe una doble polaridad: europa actúa como una sociedad cosmopolita que en lugar de imponer el poder, está «regida por normas de negociación y cooperación transnacionales» (La «paz perpetua» de Kant), mientras que estados Unidos, por el contrario, no puede desprenderse de su papel...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR