Mujeres y derechos del hombre

AutorMonique Chemillier-Gendreau
Cargo del AutorPresidenta de honor de ATTAC. Universidad de París-VII
Páginas213-216

Page 213

En la lengua francesa, el término derechos del hombre tomado del lenguaje de 1789, se pretende portador de universalidad y no excluyente de ninguna categoría de humanos. No se puede negar sin embargo que los progresos realizados a partir del siglo XVIII en el pensamiento político y jurídico europeo y desarrollados a continuación en los sistemas jurídicos nacionales e internacionales del mundo entero, con un avance espectacular a partir de mediados del siglo XX (momento de aparición de la Declaración universal), se revelan insuficientes en muchos temas.

Hay en efecto una distancia entre los derechos proclamados e incluso afirmados jurídicamente en textos con valor constrictivo (leyes, constituciones, tratados) y la realidad de las condiciones en que viven la mayoría de los humanos. Esto es cierto en el campo de los derechos políticos, pero sobre todo de los derechos económicos y sociales, de la prohibición de todas las formas de violencia, en especial de la tortura, de la realización de los derechos colectivos, especialmente del derecho de los pueblos, etc. El sintético principio que parece poner al abrigo de las discriminaciones a todas las categorías humanas: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos", se revela una afirmación abstracta para la inmensa mayoría de los humanos. Pero es sin duda para las mujeres que el principio de universalidad de los derechos aparece como de realización laboriosa y en todas partes dificultosa. En Europa, sus derechos políticos han tardado largo tiempo en realizarse y todavía no pueden medirse solamente con el patrón del derecho electoral. La batalla por el acceso de las mujeres a las responsabilidades políticas está, en muchos países, apenas esbozada. Los derechos económicos, sociales y culturales permanecen como un compromiso por alcanzar especialmente en los países en que la escolaridad está insuficientemente desarrollada y donde las cifras indican que el absentismo escolar afecta más a las jovenes y a edad más temprana que a los chicos. La igualdad en las diferentes profesiones, ya sea en materia de acceso a las carreras o en materia de remuneración, no es real en ninguna parte. En cuanto a la violencia en las relaciones interindividuales, se sabe que las mujeres son sus víctimas, incluídos aquí países con alto nivel de vida y de cultura. Naturalmente en las situaciones de guerra o de desastres económicos o ecológicos, las mujeres están en primera línea de las...

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