La muerte violenta en la poesía castellana. Una visión panorámica

AutorMiguel Polaino-Orts
Páginas553-632
COLECCIÓN HUMANISMO Y CRIMINOLOGÍA
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La muerte violenta en la poesía
castellana. Una visión panorámica
CAPÍTULO X
En este trabajo estudio el concepto de muerte violenta
de manera introductoria y fundamental y, a continuación, en
ejemplos concretos de poesía española (con alguna mínima
referencia a algún autor hispanoamericano). El ensayo na-
liza con una conclusión, si es que pudiera extraerse alguna
de tema tan proceloso como apasionante. Empecemos, pues.
1. Victimización por muerte violenta
1.1. Generalidades
Los fenómenos de muerte violenta y, paradigmáti-
camente, la delincuencia de sangre constituyen uno de los
Prof. Dr. Miguel Polaino-Orts
Facultad de Derecho. Universidad de Sevilla
1. Victimización por muerte violenta. 1.1. Generalidades. 1.2. Modalidades de la
muerte violenta. 1.3. Homicidio y asesinato. 1.4. Suicidio. 1.5. Pena de muerte. 2.
“Muerte que a todos convidas”: literaturización de la muerte. 3. El elogio fúnebre
como materia poética. 3 .1. La elegía del prójimo muerto. 3.2. La elegía del poeta
asesinado. 4. El tema del homicidio y del asesinato en la poesía. 4.1 . La muer te
delictiva en la literatura. 4.2. El romance del caballero a quien la muerte aguardaba
en Sevilla. 4 .3. El Caballero de Olmedo. 4.4. La tierra de Alvargonzález. 4.5.
El Romancero gitano de Lorca. 5. “Las rosas que no supieron demorarte”: el
suicidio en la poesía. 6. La pena de muerte en la poesía. 7. Final.
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LA VÍCTIMA EN SUS ESPEJOS. VARIACIONES SOBRE VÍCTIMA Y CULTURA
MYRIAM HERRERA MORENO (DIR.)
ámbitos delictivos más tradicionales en la historia de la hu-
manidad. Desde Adán y Eva, o más concretamente: desde
sus hijos Caín y Abel, existen multitud de casos donde un
ser humano se ha pretendido deshacer –y se ha deshecho–
de un congénere. Esa es, precisamente, la etimología de ho-
micidio (homo caedere), que signica matar a un semejante.
El Derecho penal conoce varias formas fenomenológicas de
esa violencia. De ellas se hacen eco los códigos penales. El
español, de 1995 (con reformas posteriores), incrimina tres
guras delictivas básicas (que, a su vez, tienen diversas sub-
guras): el homicidio (art. 138), el asesinato (art. 139) y el
suicidio, que también adquiere relevancia penal en algunos
supuestos de intervención punible en un suicidio ajeno o en
una muerte querida por el sujeto pasivo (art. 143 CP). De
todas ellas nos interesan aquí, especialmente, el homicidio y
el asesinato dolosos, que constituyen sendos delitos con un
evidente y acentuado potencial victimológico.
1.2. Modalidades de la muerte violenta
Pero la muerte violenta no se identica únicamente con
la delincuencia de sangre. Ésta última es un concepto más
restringido que el de muerte violenta. No toda muerte vio-
lenta integra un delito. Aquí nos atendremos a ese concepto
menos angosto de muerte violenta que tiene una aplicación
directa en la literatura. A este respecto, distinguiremos tres
guras de muerte violenta (no necesariamente delictiva) y ve-
remos que las mismas constituyen también un tema literario.
En este sentido, exploraremos cómo puede tratarse poética-
mente el horror que acaba con la muerte abrupta de un ser
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LA MUERTE VIOLENTA EN LA POESÍA CASTELLANA. UNA VISIÓN PANORÁMICA
CAPÍTULO X | MIGUEL POLAINO-ORTS
humano. Esas tres modalidades de muerte violenta que nos
interesan aquí son éstas: homicidio (bien en esa modalidad
fundamental, bien en la modalidad acentuada de asesinato),
suicidio y pena de muerte. Veamos brevemente esas guras y
su potencial victimológico y literario.
1.3. Homicidio y asesinato
La primera modalidad de muerte (delictiva) a la que nos
referiremos aquí consiste en privar a alguien ilegítimamente
de su vida mediante medios violentos. Esa muerte puede con-
sistir bien en un homicidio, bien en un asesinato. Para muchos
autores, el segundo es una modalidad agravada del primero.
Para nosotros, aunque los dos consistan en arrogarse el derecho
sobre la vida de otro, no guardan una relación de mayor o me-
nor gravedad, sino que entre ellos media una relación no sólo
cuantitativa sino también cualitativa. El argumento que apoya
mi opinión lo he expuesto en otro sitio1. Tampoco interesa a los
nes de la presente exposición. Aquí, en cambio, es relevante
resaltar el potencial victimológico y criminológico de estas dos
clásicas guras dentro de la delincuencia de sangre.
El homicidio constituye uno de los delitos más clásicos
a lo largo de la historia de la criminología. El vocablo procede
1 POLAINO-ORTS, Miguel, “Lección 2ª: Homicidio y asesina-
to”, en POLAINO NAVARRETE, Miguel (Director), Lecciones
de Der echo Penal. Parte Especial, tomo I, adaptadas a las Leyes
Orgánicas 2/2010 y 5/2010, de reforma del Código penal, Ma-
drid, 2010, págs. 34 y sigs.

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