A modo de introducción

AutorMiguel Bustos Rubio/Alfredo Abadías Selma
Cargo del AutorDirectores
Páginas45-47
45
A MODO DE INTRODUCCIÓN
Miguel Bustos Rubio
Alfredo Abadías Selma
Directores
Hace relativamente poco tiempo, concretamente en junio de 2018, se creó el Grupo
de Investigación Reconocido PENALCRIM, formado por una serie de profesores de
Derecho Penal y Criminología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). En
aquél momento (y así se ha mantenido hasta ahora) nos unía el compañerismo, la amistad,
y ante todo, el afán por la investigación universitaria y por compartir ideas, generar siner-
gias entre ambas ciencias, impulsar proyectos de investigación conjunta y, en denitiva,
muchas ilusiones por alentar nuestras áreas de conocimiento mediante el trabajo en equipo.
A principios de este año 2020, al margen de cualquier tipo de formalismo, de
manera natural, surgió la idea de emprender un nuevo proyecto de colaboración que
culminase con una obra colectiva en la que se analizasen las reformas penales más re-
levantes de la última década (2010-2020), justo cuando se cumplen diez años desde la
promulgación de la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio, una importante efeméride.
Y es que nuestro Código Penal, el primer «Código Penal de la democracia»,
acorde a los valores como nación y compromiso con el Estado Social y Democrático
de Derecho, vio la luz el 23 de noviembre de 1995, y desde entonces ha sufrido ya más
de treinta modicaciones. Las más de las veces esos cambios han encontrado soporte
en cuestiones propiamente políticas, y no por el ánimo de desarrollar una auténtica
política criminal aquilatada desde el sosiego y con el apoyo en los principios basilares
y limitadores de nuestro sistema penal, heredero de la Ilustración. Y a pesar de que en
esta última década han acaecido múltiples reformas de diferente índole e intensidad,
por todos es sabido que son dos los cambios de mayor calado.
Así, entre otros muchos cambios, y por citar solo algunos de los más destacados,
en la reforma de 2010 se sustituyó la regla societas delinquere non potest por un sistema

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