Mexico: La originalidad como condicionante para la protección internacional de las bases de datos

AutorRicardo Villegas Tovar
CargoLicenciado en Derecho Internacional, Universidad de las Americas, Puebla. Mexico. Profesor de Propiedad Intelectual en el diplomado de Bibliotecología impartido en la UDLAP. Bibliotecario Referencista, UDLAP

Introducción:

Durante la segunda mitad del siglo XX la humanidad ha experimentado una serie de cambios tecnológicos nunca antes vistos a lo largo de la historia universal. Uno de esos grandes cambios ha sido generado por las creaciones de la “Era Digital” en la que el conocimiento se une a la tecnología para crear herramientas de trabajo en una nueva economía basada en bienes intangibles.

Las bibliotecas como centros de información se han convertido en bancos virtuales de la experiencia humana y encuentran en la tecnología una nueva forma de ofrecer servicios para una sociedad que demanda datos concretos y actuales. Sin embargo, estos avances han creado en la colectividad una falsa expectativa al creer que la información es gratuita y universalmente accesible.

La necesidad de leyes equilibradas:

Desde que se vislumbraban los problemas que podría acarrear la era digital autores, editores, bibliotecarios y demás personas involucradas en temas de derechos de autor, se percataron de la necesidad de crear leyes equilibradas que satisfacieran los intereses de las partes; y encontraron en la Propiedad Intelectual el marco jurídico perfecto.

Desafortunadamente, las promesas de la Sociedad de la Información no se han podido concretar completamente, esto debido a los grandes intereses económicos que mueven a los países poderosos y que dejan de lado aspectos importantes de derechos humanos, como es el caso del derecho universal a la información (Art. 19 DUDH, 1948).

El problema se agudiza conforme las tecnologías avanzan. Los aspectos económicos del tema parecieran que apuntan a la división de la sociedad entre quienes tienen acceso a la información y quienes no lo tienen, y como se ha dicho, esta brecha se ampliará cada vez mas en cuanto la economía mundial encuentre en los bienes intangibles una nueva forma de crear riqueza.

Paradójicamente las tecnologías permiten un mayor acceso a la información, pero condicionan su utilización a cambio de importantes sumas de dinero. Los bibliotecarios de todas las latitudes están conscientes de la problemática que se ha venido presentado en los últimos años y procuran hacer propuestas concretas a todos los niveles posibles. Con estas acciones, los bibliotecarios demuestran su temor al conceder demasiadas prerrogativas al autor porque proporcionalmente se afecta el derecho de los usuarios a la información. Por este motivo los bibliotecarios están a favor de armonizar las leyes internacionales en materia de derechos de autor, haciendo hincapié en las limitaciones justificadas al derecho de reproducción, tanto de la información en versión digital como impresa.

Las ciencias de la información ante los derechos de autor:

Por otra parte, son pocos los legisladores que saben a ciencia exacta lo que hacen los bibliotecarios y por ende, proponen leyes en donde olvidan concentrar su atención en las limitaciones justas a los derechos de reproducción de los autores. El legislador algunas veces considera al bibliotecario como un “pirata” que se infiltra por las redes informáticas y localiza datos para ofrecerlos sin costo alguno al usuario final, pero esta perspectiva es errónea. El bibliotecario promedio, sin importar su nivel de especialización o su ubicación geográfica reconoce la importancia del derecho de autor en un mundo sin

fronteras, como es el caso del mundo de la información. Por tal motivo procura conocer los avances legales y técnicos sobre la materia y los dá a conocer a su comunidad a través de diferentes instrumentos. Algunos de estos instrumentos son políticas internas dirigidas a crear un ambiente propicio para la investigación y desarrollo basado en un uso óptimo de los recursos electrónicos e impresos. Inclusive, se ha llegado al punto en que el usuario final encuentra en estas normas un obstáculo para realizar sus investigaciones, y no comprende que se encuentra dentro de un circulo virtuoso en donde hoy es investigador y mañana será autor, para regresar a ser investigador.

Por supuesto que el sueño de muchos bibliotecarios es tener un ambiente legal en donde la información circule libremente, con estructuras de difusión definidas, sin restricciones excesivas y a muy bajos costos, a fin de poner la información a disposición del público lo más rápido posible. Pero este sueño no podrá realizarse a la brevedad, tendrán que satisfacerse muchos intereses antes de que esto suceda y posiblemente este sueño quedará como un ideal de principios del siglo XXI.

La educación como medio de desarrollo:

Aún bajo estas perspectivas el objetivo de facilitar ampliamente la información se encuentra en la educación como el único medio de iniciar el proceso de desarrollo de cualquier sociedad. Por esta razón es que la misma sociedad debe encargarse, a través de los procesos legales necesarios, de apoyar la función esencial de la educación concediendo a las bibliotecas un marco jurídico favorable.

Los bibliotecarios con el ánimo de respetar los actuales esquemas jurídicos del derecho de autor, han creado una serie de acuerdos con identidades de gestión colectiva de derechos y otros organismos similares, a fin de solicitar los permisos correspondientes para le reproducción de determinadas obras. Sin embargo, en muchas ocasiones los permisos no son otorgados o son muy costosos e imposibles de adquirir por la ausencia de fondos especializados.

Por los motivos que anteceden y tomando en cuenta las limitantes aún mayores de las bibliotecas en los países en vías de desarrollo, es posible encontrar en los sistemas electrónicos de información, conocidos comúnmente como bases de datos (databases), la posibilidad de crear puntos de acceso universal a la información social y científica.

Posiblemente estos sistemas, que también han sido generados durante la Era Digital, no sean los más baratos, pero si representan una opción viable para la recuperación de información verídica y actualizada, a la vez de mantener un respeto internacional de las obras del intelecto.

La información como base de la nueva economía.

El mercado de bienes y servicios ha sufrido una serie de cambios sustanciales desde la segunda mitad del siglo XX. La tecnología aplicada a los procesos de producción aunada a los constantes avances informáticos han creado un ambiente globalizado que permite satisfacer en gran medida las constantes demandas del consumidor promedio. Sin embargo, ha sido la misma tecnología la que ha llevado a la economía a buscar nuevos medios de generación de riqueza. Es decir, en la actualidad el mercado se encuentra saturado de productos que cubren mas necesidades de las imaginadas. En consecuencia, aquellos que deseen posicionar algún producto o servicio dentro de los nuevos esquemas de la economía, más que necesitar de métodos complejos de producción en serie, requerirán de estrategias de mercadotecnia basadas en sistemas de calidad total, pero ante todo, necesitarán información veraz sobre lo que sucede al rededor de su circulo de competencia.

Con esta breve apreciación es posible percatarse de la importancia que ha tomado la información en una economía que tiende cada vez más a basarse en la administración de bienes intangibles. La información, entendida como una serie de datos estructurados con ciertos significados para quien la recibe, ha existido desde tiempos inmemorables. Desde entonces su característica básica ha sido la intangibilidad que no le permite reconocer fronteras, en especial ahora que las tecnologías cibernéticas permiten su transferencia a la velocidad de la luz.

A pesar de estos avances, la información por sí sola no puede ser un arma poderosa sino cuenta con una estructura que le permita ser accesible y entendible, especialmente cuando se produce diariamente en todos los rincones del mundo. Es por esta razón que ha sido necesario crear procesos de organización de la información. De este modo es como se han inventado sistemas de clasificación, descripción y otros tantos más que permiten a los usuarios de la información localizar exactamente lo que están buscando.

La tecnología ha venido a alterar para bien la manera en que la información es arreglada para su ubicación, y ha permitido inventar nuevos métodos de recuperación. Quizá la innovación más importante para crear accesos rápidos y sencillos a la información sean las Bases de Datos Electrónicas

Ante la producción masiva de información por parte de los especialistas de cada una de las áreas del conocimiento, así como de todos aquellos puntos en donde se produce la información, se ha creado una inmensa cantidad de datos que requieren de un arreglo específico para alcanzar su cometido. Dicho arreglo ha podido optimizarse gracias a la implementación de programas de cómputo capaces de localizar datos de manera sencilla, aunque algunas veces costosa. Según Ernesto Rengifo las Bases de Datos pueden...

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