Violencia y memoria: la experiencia colombiana. Presentación

AutorAlberto Verón Ospina
Páginas30-33

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El giro hacia la memoria tiene que ver con el interés por los lugares donde acontecieron eventos traumáticos, por las huellas de quienes los padecieron, por las motivaciones de los verdugos, por las secuelas que éstos dejaron en el imaginario de los colombianos, por la sociedad y el Estado que permitieron la realización de dichas situaciones.

Pero con la palabra memoria empieza a suceder también lo mismo que con otros términos como identidad y patrimonio que fueron lanzados al mercado de los conceptos durante la década de los años ochenta. Estas palabras se vuelven de un momento a otro expresiones complejas de las ciencias sociales.

Durante años se usó la palabra en la literatura, en las biografías, en los recuerdos acerca de una sociedad. La palabra se encontraba naturalizada, era sonora, no despertaba la disputa y los intereses que de un momento a otro de la historia ha empezado a generar. Los autores podían utilizar su sonoridad en los títulos de sus libros, sin que se produjera la inquietud, la ansiedad, la curiosidad, hasta el malestar que la palabra hoy causa. No resulta lo mismo hablar actualmente de «Memoria» que hablar hace algunos años de «memoria». Es como si la misma palabra en mayúscula tal cual se utiliza hoy en los círculos políticos, de investigadores sociales, de víctimas de la violencia, etc., fuera una especie de mantra cuya invocación resulta un santo y seña para la develación de los

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viejos problemas que asedian al mundo. Por eso, cuando el término se usa con el propósito de reivindicar las injusticias cometidas sobre cientos de seres humanos el problema empieza, ya que esas vidas destruidas interpelan a los poderes establecidos; son la más contundente expresión de las brutales acciones cometidas por el poder. Por eso resulta tan peligroso políticamente el concepto. La memoria revive viejas injusticias y estas injusticias revividas mantienen el índice dirigido al universo de los vivos. Un museo de las víctimas, un pasaje artístico en homenaje a los refugiados, un montículo en la carretera, una peregrinación, son manifestaciones que ponen en evidencia la continuidad en la vida de quienes fueron suprimidos para evitar sus testimonios. La memoria logra superar las barreras de la muerte y en esto consiste su gran triunfo sobre las fuerzas que claman la extirpación de todo oponente, de todo contrario.

Museos, monumentos, memoriales, son lugares donde la historia reciente recobra el nombre propio de una escena que deseamos librar del olvido. Muchas de esas escenas están atravesadas por el desgarramiento que el acto violento infligió en el tiempo. El resultado de esa...

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