En memoria de Antonio de Leiva

AutorCarlos Miguel Hernández Crespo
Páginas7-10

Antonio de Leiva ha muerto. La noticia de su fallecimiento fue un doloroso golpe para sus muchos amigos.

Pocos días antes había fallecido trágicamente, en accidente de automóvil, su hijo mayor, y cuantos le acompañamos al funeral, bien ajenos a que en breve acudiríamos al suyo, admiramos su serenidad y su entereza cristianas.

Le vi varias veces en días sucesivos y comprobé en todos nuestros encuentros que su delicadeza y afecto con los amigos le hacía, según pensábamos entonces y sabemos ahora, disimular su profundo dolor y afrontar con señorío y sin abatimiento, al menos aparente, aquella desgracia.

Dos o tres días después de su marcha a Canarias, donde le sorprendió la muerte, hablamos, y me comentó que se iba unos días de vacaciones, sobre todo por Felisa, su esposa, y quedamos emplazados para su vuelta.

Conocí a Antonio Leiva durante su etapa de decano del Colegio Nacional de Registradores de la Propiedad y Mercantiles en el año 1973, profundizando nuestra amistad sobre todo a raíz de unas Jornadas de Derecho Registral que los Registradores de Extremadura integrantes del Seminario o Centro Hipotecario, entre los que me encontraba como Registrador de Cáceres, habíamos organizado.

Antonio asistió, participó y las presidió como decano. Fueron tres días de convivencia en los que tanto él como su esposa anudaron una recíproca amistad con todos nosotros y que en particular tanto mi mujer como yo la hemos mantenido e intensificado a lo largo del transcurso de los años.

Cuando Francisco Corral Dueñas, entonces también Registrador en Extremadura y hoy consejero-secretario e inestimable impulsor y mantenedor de la Revista Crítica de Derecho Inmobiliario, a cuyo consejo de redacción pertenecía Antonio Leyva, me pidió unas líneas en recuerdo del amigo, confieso que hubiera preferido que no lo hiciera. Era y es un

honor para mí hablar o escribir de Antonio, pero a la vez, con este motivo, doloroso y nada grato.

Su aventura vital ha sido rica, abundante, importante, variada y también dura.

Registrador de la Propiedad de Agreda, su primer destino, y sucesivamente de Cebreros, San Vicente de la Barquera, Calahorra, Ronda, Pola de Siero, Tudela y Madrid número 6, en el que hace algo más de dos años fue jubilado.

El Registro de Tudela lo...

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