La literatura de viajes. Un género pujante. Entrevista a Luis Alburquerque García

AutorIgnacio Arellano
CargoDirector Del Griso
Páginas211-221
239
La literatura de viajes. Un género pujante.
Entrevista a Luis Alburquerque García
IGNACIO ARELLANO
DIRECTOR DEL GRISO
LUIS ALBURQUERQUE GARCÍA es investigador del Centro de Ciencias Humanas y
Sociales (CCHS) del CSIC. Pertenece al área de Teoría de la Literatura y forma parte
del grupo «Análisis del Discurso» del Instituto de Lengua, Literatura y Antropolo-
gía. Es secretario de Revista de Literatura y de Anales Cervantinos. Auto r de varios
libros y de numerosos artículos de su especialidad, viene trabajando en los últimos
años sobre literatura viajera, aportando nuevas perspectivas para el análisis del gé-
nero «relato de viajes». Ha coordinado para Revista de Literatura (2011) el número
monográfico Relatos y literatura de viajes en el ámbito hispánico: poética e historia.
Actualmente dirige el proyecto del Plan Nacional I+D+i Introducción a la poética del
relato de viajes en la literatura española de los siglos XIX y XX.
IGNACIO ARELLANO AYUSO es catedrático de Literatura de la Universidad de Nava-
rra y director del Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO). Es autor, editor o
compilador de unos 125 libros sobre literatura española, especialmente del Siglo de
Oro, y de más de trescientos artículos en re vistas científicas. Premio Rivadeneira de
la Real Academia Española. Presidente de la Asociación Internacional Siglo de Oro
(AISO) de 1996 a 1999 y actual Presidente de Honor de la Asociación. Miembro de
la Academia chilena de la lengua y del Centro para la edición de clásicos españoles.
I.A.: La literatura de viaje s ¿es cosa de toda la vida o es más bie n un género modern o?
L.A.G.: Creo sinceramente que viaje y vida son, en un sentido amplio, sinóni-
mos. El desplazamiento es quizá la señal más evidente del cambio, y la vida y el
relato se nutren siempre de aquel. Por eso los viajes son cosa de toda la vida y no
solo síntoma de curiosidad, sino verdadera necesidad vital. Conocer al otro, ex-
tender nuestro dominio espiritual a la comprensión de los demás implica nor-
malmente un viaje, siempre necesario para su posterior relato. Es una manifesta-
ción clara de que el yo no existe plenamente sin el tú. Como dice Todorov en Las
morales de la historia «el que no conoce más que lo suyo se arriesga siempre a
confundir cultura y naturaleza, a erigir el hábito en norma, a generalizar a partir
de un ejemplo único: él mismo». En definitiva, se trata de un género que está en el
origen mismo del hecho literario y, por eso mismo, nunca ha dejado de existir.
Pensemos que las grandes obras de la literatura universal son, en un sentido am-
plio, libros de viaje: la Odisea, la Eneida, l a Divina Comedia, el Quijote, el Ulises de
RA_239_Blumenberg.pmd 05/05/2014, 16:27211

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