Del limes romano al espacio schengen

AutorJuan Antonio Bueno Delgado
Páginas51-70
del limes romano al espacio Schengen 1
Juan Antonio Bueno Delgado
Université d’Alcalá (UAH) – Espagne
El término latino «limes» fue empleado en la antigua Roma inicialmente
para designar el sendero que transcurre entre dos fundos contiguos; o bien
la línea divisoria que separaba ambos terrenos, es decir el linde o lindero.
Consistía en una franja de terreno de cinco pies 2 de ancho, de los cuales eran
cedidos 2,5 pies por cada uno de los colindantes para conformar ese espacio,
que en terreno rústico se denominaba iter limitare y ambitus cuando se trataba
de terreno urbano. Dicho límite se establecía ya en la época arcaica mediante
un ceremonial religioso conocido como limitatio que le confería carácter sa-
grado; por tanto era considerado res sacrae y en consecuencia res extracommercium,
por lo que no era susceptible de tráfico patrimonial. De ahí que se signifique
como una de las características de la primitiva propiedad romana (dominium
ex iure Quiritium) que tiene «confines santos». Encontramos referencias de
todo ello, entre otras, en las siguientes fuentes:
XII tabularum 7,1 (Varro, de ling. lat. 5.22): XII Tabularum interpretes ambitum
parietis circuitum esse describunt. Maecianus assis distr. 46: sestertius duos asses et se-
missem (valebat), quasi semis tertius, ... lex ... XII tabularum argumento est, in qua duo
pedes et semis «sestertius pes» vocatur.
XII tabularum 7,4 (Cic. de leg., 1.21.55): usus capionem XII tabulae intra V pedes
esse noluerunt.
Varro, de ling. lat. 5.22: Nam ambitus circuitus: ab eoque Duodecim Tabularum
interpretes ambitus parietis circuitum esse describunt.
Fest., de verb. sign., s. v. «ambitus»: Ambitus propie dicitur inter vicinorum aedifi-
cia locus duorum pedum et semipedis ad circumeundi facultatem relictus...
1 El presente trabajo se enmarca dentro del Proyecto de Investigación «Exiliados y deste-
rrados en el Mediterráneo (siglos IV-VII)» (HAR2011-22631).
2 El pie romano equivalía a unos 30 cms. El espacio de 5 pies = 1,50 mts. era el mínimo
requerido para poder pasar cómodamente con una yunta de bueyes o mulos uncida por un
yugo. También se requería ese espacio para recoger el agua de lluvia, evitar la propagación de
incendios, evitar servidumbres, ... etc.
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Festus, de verb. sign., s. v. «ambitus»: Ambitus propie dicitur circuitus aedificiorum,
patens in latitudinem pedes duos et semissem, in longitudinem idem quod aedificium...
Estos limes se utilizaban también como vías de comunicación. Con el
tiempo limes adquirió significado militar y se empleó para señalar la línea
defensiva formada naturalmente por ríos, mares, montañas y desiertos, y otros
accidentes geográficos y artificialmente por el complejo entramado de obras
y fortificaciones que se construyeron para proteger el territorio romano: limes
imperii. Finalmente, en la Roma imperial, el uso del vocablo adquirió una
nueva dimensión, asimilándolo a frontera como límite visible que marca el
ámbito espacial del territorio en sus confines exteriores.
No obstante esta evolución, que se comparte aquí y que concuerda con la
mayoría de la doctrina que se ha pronunciado sobre el tema, el establecimien-
to de límites en Roma es inherente a la propia existencia de Roma. Según la
leyenda, en el año 753 a. C., siguiendo el rito etrusco, Rómulo trazó con el
arado un surco más o menos circular para delimitar el emplazamiento dentro
del cual debería ubicarse la ciudad: el sagrado pomerium, límite respecto del
cual Rómulo juró matar a quien osara sobrepasarlo. Al ser traspasado de ma-
nera desafiante por su hermano Remo y cometer sacrilegio, este hecho justi-
ficó que su gemelo Rómulo le diera muerte en aplicación del juramento.
Sobre el primitivo pomerium se erigiría más tarde la primera muralla perimetral
de la urbe romana. El poeta Virgilio, en su célebre obra la «Eneida» (274-278),
describe la fundación de Roma del siguiente modo:
«Rómulo, saciado de la leche bajo el rubio manto de su nodriza la loba, prolon gará
la raza de Eneas, fundará la ciudad de Marte y llamará a los romanos por su nombre.
No pongo límites ni a su poderío ni a su duración, les he dado un imperio ilimitado 3».
Pero, además de las señaladas, a veces un tanto hipotéticas o legendarias,
existen datos fehacientes que denotan la utilización jurídica y práctica de lí-
mites territoriales en la antigua Roma: durante mucho tiempo el río Tiber
fue la frontera natural de Roma, de modo que dado que un ciudadano roma-
no no podía ser esclavo dentro del propio territorio romano, para poder
proceder a su venta, por ejemplo por ser deudor insolvente, la misma debía
efectuarse fuera de los límites de la ciudad, o sea «trans Tiberim» 4.
Al hilo de lo anterior, en relación con la esclavitud existía en el ordena-
miento jurídico romano una curiosa institución llamada postliminium, según
la cual cuando un ciudadano romano era hecho prisionero por el enemigo
se consideraba que esta circunstancia, a pesar de estar reconocida por el ius
gentium, no constituía una iusta servitus, de modo que al ciudadano romano
3 Destacamos del párrafo la alusión a la «aeternitas de Roma», que eleva a la «capital del
mundo» al rango de «Ciudad Eterna».
4 De ahí deriva «Trastevere», que da nombre a uno de los barrios históricos más emble-
máticos de la actual ciudad de Roma.
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