Ley 3/2020, de 11 de marzo, de prevención de las pérdidas y el despilfarro alimentarios

AutorDr. Carlos Javier Durá Alemañ
CargoInvestigador del Área de Formación e Investigación del Centro Internacional de Estudios de Derecho Ambiental (CIEDA-CIEMAT)
Páginas69-71
www.actualidadjuridicaambiental.com
69
Publicado en Actualidad Jurídica Ambiental el 27 de abril de 2020
Ley 3/2020, de 11 de marzo, de prevención de las pérdidas y el despilfarro
alimentarios
Autor: Dr. Carlos Javier Durá Alemañ. Investigador del Área de Formación e Investigación
del Centro Internacional de Estudios de Derecho Ambiental (CIEDA-CIEMAT)
Fuente: DOGC Núm. 8084 de fecha de 13 de marzo de 2020
Palabras clave: Alimentos; Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación; Cambio climático; Biodiversidad; Objetivo de Desarrollo Sostenible;
Economía circular
ResumEn:
El despilfarro alimentario es un problema que en los últimos años ha adquirido mucha
relevancia tanto en el ámbito político como en el social. Se ha incrementado la conciencia
social sobre el hecho de que hay que luchar contra las pérdidas y el despilfarro de alimentos
que se generan a lo largo de la cadena alimentaria. Los modelos predominantes de
producción, transformación, distribución y consumo de alimentos son incapaces de resolver
los problemas de seguridad y soberanía alimentarias de la población mundial.
La dieta de casi novecientos millones de personas es insuficiente y pobre, mientras un tercio
del primer mundo sufre obesidad debido a una ingesta excesiva o inadecuada. Según la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se estima
que un tercio de todos los alimentos producidos en el ámbito mundial se pierden o se
despilfarran.
Las pérdidas y el despilfarro alimentarios debilitan la economía, hacen menos competitivas
las empresas, aumentan el gasto del hogar y obligan a la Administración a destinar recursos
para gestionar los residuos alimentarios. Además, tienen como efectos la reducción de las
tierras fértiles disponibles, la pérdida de la diversidad biológica, el exceso de uso de agua
potable y energía y el incremento de la generación de residuos, y son una de las causas del
cambio climático. Aunque, no obstante lo anterior, en determinadas condiciones, las partes
comestibles de los alimentos que quedan en la propia explotación, ya sean reincorporadas al
suelo o utilizadas para realizar compostaje in situ, pueden contribuir al desarrollo de sistemas
productivos respetuosos con la conservación de la biodiversidad y el medio.
Cada año en la Unión Europea se despilfarran unos ochenta y ocho millones de toneladas
de alimentos, y se prevé que esta cifra aumentará exponencialmente si no se adoptan medidas
preventivas. Los costes del despilfarro son de tipo económico y medioambiental y afectan a
los consumidores, a los agentes de la cadena alimentaria y a las entidades de iniciativa social.
Además, el coste medioambiental repercute en el conjunto de la sociedad, principalmente
mediante la creciente escasez de recursos y los efectos sobre el cambio climático.
El principal objetivo es, por esta razón, la prevención de las pérdidas y el despilfarro
alimentarios para evitar que la sobreproducción o los excedentes de alimentos se conviertan

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR