El juez ante la Ley (Informe para la Academia)

AutorJuan Damián Moreno
Cargo del AutorCatedrático de Derecho Procesal Universidad Autónoma de Madrid
Páginas167-195
EL JUEZ ANTE LA LEY
(Informe para la Academia) *
Juan Da m i á n mo R E n o
Catedrático de Derecho Procesal
Universidad Autónoma de Madrid
Excelentísimos miembros de la Academia:
Me hacéis el honor de permitirme comparecer ante esta ilus-
tre corporación con el n, según creo, de presentaros un informe 
sobre mi vida anterior, sobre mis antecedentes de jurista formado 
en el  anticuado  formalismo legalista en el  que fui educado  por 
mis antepasados. Siento no poder complaceros; hace tiempo que 
abandoné aquella originaria  existencia.  He  evolucionado  y me 
encuentro  perfectamente  integrado  en  esta  selecta  comunidad 
cientíca. Es  más; vuestra antigua  condición, en  el  supuesto de 
que tuvierais algo similar en vuestra  naturaleza, no podría  estar 
*  Este trabajo  forma  parte de  la obra El juez ante la Ley («Cuadernos de
Derecho Registral», Madrid, 2011). Agradezco al Colegio  de Registradores de 
la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles de España y, en especial, a don 
Antonio Pau, el que me haya dado la oportunidad de poder publicarlo en esta 
colección de trabajos. El texto se ha redactado acomodándolo al formato de la 
clásica obra de F. KaF K a , Informe para una Academia («Ein Bericht für eine Akademie»).
Como es sabido, en él un simio describe el proceso de transformación al que se 
somete tras ser abatido en la selva y relata ante una Academia la manera en que 
decidió desprenderse de su anterior condición y adaptarse a su nueva situación 
imitando las costumbres  de quienes le  habían capturado con  el n de  llegar a 
parecerse a  un  ser  humano,  evitando  así verse condenado  a  permanecer  en 
cautiverio de por vida o recluido en un zoológico.
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más alejada de vosotros de lo que está ahora de mí. A pesar de 
todo intentaré  corresponder a  vuestra amabilidad lo  mejor que 
pueda.
Una vez leí que  el estudio  del Derecho era un estudio de li-
bros 1. Mi vida discurrió entregada íntegramente a la  lectura de 
las grandes obras del Derecho. Convencido de las ventajas de tan 
ilustre y atinada recomendación, a edad  temprana me  entregué 
concienzudamente al análisis e interpretación del Derecho positi-
vo. Pronto comprendí las repercusiones que esta manera de con-
cebir el Derecho tendrían desde el punto de vista del ejercicio de 
la función judicial, incluso para un espíritu disciplinado e incon-
dicionalmente aferrado  a los  vicios de un jurista teórico, adver-
tido de la  estrecha relación que existe entre el conocimiento del 
Derecho y la responsabilidad de aplicarlo. Sabía que la sentencia 
era concebida como una decisión en la que se declara la concreta 
voluntad de la ley y que tiene por objeto garantizar al ciudadano 
aquello a lo que tiene Derecho según  las  normas del Derecho 
positivo 2; de mis primeros maestros aprendí que la sentencia vale 
en cuanto en ella el Estado expresa la voluntad de  la ley, y no la 
del juez que se pronuncia sobre la pretensión deducida 3.
A la mayoría de los jóvenes de mi generación se nos dijo que 
los jueces no creaban Derecho; que simplemente eran los encar-
gados de aplicarlo y por tanto les está vedada cualquier concesión 
a  la  creación  jurídica 4.  Por  ese  motivo,  llegué  a  convencerme 
de que el  fallo que  contiene la sentencia no podía ser explicado 
más que  como  el  resultado  de un juicio lógico.  Este  fenómeno 
ha sido concebido tradicionalmente a través de la teoría de la
subsunción, de tal manera que  el razonamiento que se produce 
en la mente del juzgador se asemejaría a un silogismo en el que la 
premisa mayor estaría constituida por la norma  establecida por 
el legislador; la premisa menor, por los hechos que han resultado 
probados y, para terminar, la conclusión, que sería, como resulta-
do de esta operación, la decisión que denitivamente adopten 5.
1  a. d’or S , Una introducción al estudio del Derecho, Madrid, 1963, p. 9.
2  g. ch i o v e n da , Principios de Derecho procesal civil, trad. José Casais y Santa-
ló, t. I, Madrid, 1977, p. 69.
3 e. gó m e z or b a n e ja , Derecho procesal civil, vol. I, Madrid, 1979, p. 199.
4 l. le g a z y la c a m b r a , Filosofía del Derecho, Barcelona, 1972, p. 575.
5 P. cal a m a n d r e i , «Génesis lógica de la sentencia civil», en Estudios sobre el
proceso civil, trad. Santiago Sentís Melendo, Buenos Aires, 1961, p. 371.
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