Introducción. La Comunicación y la Educación para la Paz en las migraciones
| Autor | Eloísa Nos Aldás - Eduardo Andrés Sandoval Forero - Alex Iván Arévalo Salinas |
| Cargo del Autor | Universitat Jaume I de Castellón - Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) - Instituto Interuniversitario de Desarrollo Social y Paz (IUDESP) |
| Páginas | 15-22 |
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Dos mujeres cruzan la calle ante la atenta mirada de los efectivos policiales. Una de ellas será detenida y obligada a mostrar su identificación de residencia mientras la otra evitará este control y continuará su recorrido. A pesar de que ambas tienen los mismos derechos y obligaciones, la diferenciación física y étnica en relación a la población autóctona pone fin a esta igualdad convirtiendo a la detenida en una potencial sospechosa de residir de manera irregular en el territorio.
Las detenciones policiales por perfiles étnicos suceden a diario en varias ciudades del mundo y son escasamente reflejadas por los medios de comunicación. Las redadas se realizan en todo tipo de lugares, desde estaciones de autobuses y trenes hasta centros de formación intercultural. Ejemplo de ello es la denuncia de la fundación CeiMigra sobre los intentos de la policía nacional de Valencia de detener a cinco personas inmigradas en los tiempos de descanso de sus cursos.
Con la crisis económica en España estos controles se han intensificado como concluye Amnistía Internacional en su informe 2010 sobre el Estado de los Derechos Humanos en el mundo (2010: 180). Esta organización cita la denuncia que realizó el sindicato de la comisaría de Vallecas en Madrid sobre las presiones que sufren los/las agentes policiales por parte de sus superiores para que cumplan cuotas mensuales de detenciones. Esta noticia causó un amplio revuelo a nivel nacional, aunque como señala este mismo informe, el
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Ministerio del Interior de España negó la existencia de instrucciones específicas sobre este tema.
Estos casos dejan en evidencia los cambios en la política migratoria como respuesta de los gobiernos europeos a la crisis económica mundial, modificación que alcanza su máxima expresión con la aprobación en el 2008 de la Directiva Europea 2008/115/EC del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de Diciembre de 2008 relativa a normas y procedimientos comunes en los Estados miembros para el retorno de los nacionales de terceros países en situación irregular conocida como la Directiva Europea de Retorno, que extiende hasta 18 meses el encarcelamiento de los inmigrantes en centros de internamiento; permite la expulsión de menores y personas en situación vulnerable y externaliza el control fronterizo mediante la firma de convenio con terceros países.
Los retrocesos sociales, económicos y políticos que estamos presenciando pueden incluso afectar a uno de los mayores logros europeos: la libertad de circulación en el Espacio Schengen, ante el reciente anuncio de Dinamarca de restablecer los controles fronterizos con Alemania y Suecia.
Las mayores barreras físicas y mentales deterioran los avances logrados en materia de integración social de la población inmigrada afectando a sus derechos fundamentales (Pajares, 2010). Estamos ante un proceso de reconfiguración migratoria de insospechadas consecuencias (Gómez Gil, 2010).
Los partidos de extrema derecha han aprovechado la crisis económica y los flujos de inmigración para aumentar su adhesión y participación política. Entre sus principales estrategias se encuentra la exaltación del discurso anti-inmigración, que relaciona a estas personas con el origen de la crisis econó-mica. Su objetivo es culpabilizar a los inmigrantes por los efectos sociales de esta crisis como el alza del desempleo, estrategia que niega y oculta la responsabilidad de otros actores como bancos, empresas y gobiernos en la especulación y la pasividad para establecer mayores controles al sistema financiero. El éxito de este discurso se constata en el crecimiento de los partidos de extrema derecha en las últimas elecciones europeas de 2009 (Gómez, 2009: 2).
Como respuesta a la crisis económica y su gestión por parte de los gobiernos enriquecidos, el movimiento de los indignados o 15M en España, en las últimas elecciones municipales de 2011, ha exigido, de manera pacífica, alter-nativas y cambios a las estructuras políticas, económicas y sociales. Para ello, miles de personas se han reunido en plazas y sitios públicos para manifestar su rechazo a la escasa representatividad del sistema político y su descontento por el silenciamiento del debate por parte de los grupos de poder (empresarial, político y militar). Sus críticas están dirigidas a la falta de participación en la toma de decisiones y la capacidad que tienen estos grupos para establecer sus intereses por encima del resto de los colectivos. También las manifestaciones del 15-M son una muestra del cansancio de la ciudadanía ante la pasividad de las organizaciones internacionales y los gobiernos para atender las profundas desigualdades del sistema-mundo. Para Tortosa (2011: 31) esta-
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mos ante una lucha constante de clases entre los de arriba contra los de abajo donde ganan los primeros por su mejor organización, internacionalización y globalización. En este resultado influye el excesivo nacionalismo de los abajo que los divide y desorganiza. Para explicar las...
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