Introducción: la administración pública y el teletrabajo: opciones, fortalezas y debilidades

AutorÀlex Grau i Orts
Cargo del AutorDirector del Área de Recursos Humanos, Empleo y Emprendimiento. Diputación de Tarragona. Profesor asociado de Derecho Administrativo. Universitat Rovira i Virgili
Páginas141-156
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EL TELETRABAJO EN L AS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN: LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA Y EL TELETRABAJO: OPCIONES,
FORTALEZAS Y DEBILIDADES
Àlex Grau i Orts. Director del Área de Recursos Humanos, Empleo y Emprendimiento.
Diputación de Tarragona. Profesor asociado de Derecho Administrativo. Universitat Rovira
i Virgili.
I. INTRODUCCIÓN GENERAL: LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y EL
TELETRABAJO: OPCIONES, FORTALEZAS Y DEBILIDADES
La pandemia provocada por la aparición y extensión del coronavirus SARS-CoV-2 a
nivel global sin duda cambió la forma de vida de la mayor parte de la población mundial.
Diciembre de 2019 en China y marzo de 2020 en España son fechas que tendremos marcadas
en el calendario de la historia y que supusieron un antes y un después en cómo entendemos
nuestra forma de organizarnos tanto desde una perspectiva personal como profesional,
individual o colectiva. En los siguientes apartados del presente capítulo analizamos el impacto
de la pandemia en el sector público español y sus consecuencias; además de introducirnos
en como el teletrabajo puede formar parte de una nueva concepción organizativa de las
Administraciones públicas que, sin la existencia del coronavirus, no sería en la actualidad un
reto principal de los órganos gestores de personal.
II. TRAS LOS PASOS DEL CORONAVIRUS: CRONOLOGÍA DE UNA PANDEMIA
QUE NOS CAMBIÓ LA ADMINISTRACIÓN
Aunque en Europa y en buena parte del mundo en diciembre del 2019 estábamos
absolutamente despreocupados y pensando en los regalos de Navidad, en la capital de la
provincia China de Hubei, Wuhan, se empezaban a vislumbrar hechos que más tarde se
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INVESTIGA
convertirían en una catástrofe mundial, de carácter sanitario, económico y social. El 12 de
diciembre de ese año, funcionarios públicos de los servicios sanitarios de la región estaban
investigando las causas de una neumonía viral con una sintomatología parecida a la del SARS,
que ya causó bastantes problemas en el continente asiático a principios del siglo XXI.
Los acontecimientos se precipitaron a una velocidad inusitada y a nales de enero del
2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que el coronavirus se trataba de
una emergencia internacional debido a su rápida expansión fuera de las fronteras de China,
donde ya se contabilizaban más de 7000 casos y cerca de 200 muertes. De hecho, es el 31
de enero cuando el virus llega a España, concretamente a La Gomera (Canarias), donde se
certica el primer caso por parte del Centro Nacional de Microbiología, el cual corresponde
a una persona de nacionalidad alemana que fue aislada en un hospital de la isla. No obstante,
las autoridades españolas consideraron el hecho como una situación anecdótica y que no
implicaba ninguna previsión a corto o medio plazo sobre la llegada del virus a España de
forma signicativa.
El 11 de febrero de 2020 la OMS bautiza esta nueva enfermedad infecciosa como la
covid-19 y coincide con su expansión masiva en Europa, principalmente en Italia, provocando
la cancelación del Carnaval de Venecia y todos los eventos deportivos del país. Es cuando en
España empiezan a contabilizarse casos, ya en la península, procedentes de los lugares más
afectados de la zona norte de Italia. Febrero fue el principio de la expansión del coronavirus
a nivel mundial, que, ante la falta de medidas preventivas, nulas restricciones y una clara
subestimación de los gobiernos empezó a invadir el planeta de forma global.
El 3 de marzo de 2020, el ministro de Sanidad de España, por entonces Salvador Illa,
recomienda la disputa de eventos deportivos sin público, lo que no impidió la celebración
de múltiples manifestaciones durante el 8 de marzo por el día de la Mujer, lo que provocó
semanas más tarde una gran controversia a nivel social y político.
El 11 de marzo de 2020 la OMS declararía a la covid-19 como pandemia mundial, lo
que provocaba el auténtico punto de inexión. Dos días más tarde, el día 13, el presidente
del gobierno de España, Pedro Sánchez, comparecía en una declaración institucional para
informar de la decisión de aplicar el estado de alarma en todo el territorio nacional durante
15 días para contener el avance imparable de la covid-19, decisión que sería raticada por el
Consejo de Ministros un día después y que entraría en vigor el 15 de marzo a través del Real
Decreto 463/2020 de 14 de marzo por el que se declara el estado de alarma para la gestión de
la situación de crisis sanitaria ocasionada por la covid-19.
Todo cambió en tan solo 48 horas, empezó algo inusual en la historia, un connamiento
domiciliario en el que los ciudadanos solo podrían circular libremente por causa de fuerza
mayor. Toda la actividad minorista quedaba suspendida, con la excepción de los llamados
«servicios esenciales»: tiendas de alimentación, farmacias, ópticas, estancos, gasolineras,
peluquerías, tintorerías, telefonía e informática, entre otros. El país pasaba a tener un mando
único, el del Gobierno del Estado. Se establecía el teletrabajo de forma generalizada y las

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