El interrogatorio

AutorJosé Ibáñez Peinado
Páginas163-185

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Cuando consultamos el diccionario de la RAE y leemos la palabra «interrogatorio» definida como: «Serie de preguntas, comúnmente formuladas por escrito», nos damos cuenta de que no es muy válida en nuestro contexto.

En nuestro estudio queremos abordar el análisis del interrogatorio desde el puntoeminentemente policial, como método para obtener información, diferenciado delotro método, la Entrevista, por los elementos característicos que le rodean y que estudiaremos en el siguiente apartado.

En cuanto a la forma de llevarlo a cabo, el interrogatorio está rígidamente regulado en nuestro ordenamiento jurídico, especialmente en el Código Penal (CP.) y la Ley de Enjuiciamiento Criminal (L.E.Crim.), hasta el punto de llevar consigo la nulidadde todo lo actuado en caso de inobservancia de estas normas jurídicas.

Desde la perspectiva de la psicología existe una importante diferenciación, especialmente en cuanto a la relación interrogador-interrogado. En el interrogatorio se observarán, como es lógico, todas las normas jurídicas y sociales de respecto y educación que rigen las relaciones interpersonales pero, a diferencia de la entrevista, no se pondrán en práctica determinadas estrategias de ayuda al recuerdo ni, lógicamente, la más mínima empatía.

Cuando recurrimos a la bibliografía editada en España y por autores españolesrespecto a este tema, observamos que hay poco más que comentarios a las disposicionesjurídicas legales en vigor. Esta situación solo nos deja dos caminos, la documentación interna-académica sobre el interrogatorio existente en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, especialmente del Estado (Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía) y laspublicaciones extranjeras que, a diferencia que en España, son mucho mas abundantes, tanto en teoría como en experimentaciones.

6.1. El interrogatorio fuera de España

Para empezar a trabajar sobre este tema, es importante hacer referencia al libroTécnica del Interrogatorio Policíaco de Aubry y Caputo (1971), prologado por Robert Gallati, Inspector en Jefe Adjunto del Departamento de Policía de la ciudad de Nue-Page 164va York. En su introducción expone: «Las fuerzas policiales necesitan el apoyo del público, pero también les es indispensable la unión con los fiscales, hombro con hombro con los tribunales de justicia, así como con las autoridades penitenciarias y las de libertad condicional. NO nos podemos permitir el lujo de tolerar métodos autónomos y, algunas veces, divergentes y totalmente contradictorios, si deseamos alcanzar la meta común. Los hombres de buena voluntad deben unirse en el trabajo de equipo y la mutua comprensión, erradicando la discordia, el recelo, la desconfianza y la sospecha. La victoria no se obtendrá con fuerzas divididas.

Así pues, la respuesta a este primer desafío de nuestra era, es la búsqueda de la perfección en el arte de la ciencia de la aplicación de la ley, y la unión indisoluble de las operaciones policiales con todas las actividades vinculadas con la aplicación de la justicia en materia criminal. Las oficinas gubernamentales, las asociaciones y recursos de la comunidad, el dinero de fundaciones, así como también todo el potencial de las escuelas de enseñanza superior y universidades con su enorme capacidad de investigación y desarrollo deben asignarse a la lucha por una causa común y unirse armoniosamente, de manera que cada uno de los miembros de este gran ejército haga un aporte sustancioso al esfuerzo total».

A pesar de estos buenos deseos no han sido muchas las investigaciones llevadas a cabo en este ámbito, y mucho menos se han estudiado las implicaciones psicológicasque pueden afectar a la actividad del interrogatorio. Como contraste, sí que hay gran cantidad de investigaciones respecto a la entrevista, especialmente desde 1984 en que nació la denominada Entrevista Cognitiva de la que hablaremos ampliamente.

Los antecedentes que existen sobre el interrogatorio se reducen a obras, como la que acabamos de mencionar, escritas por ex agentes de determinados cuerpos de seguridad nacional americanos (FBI, CIA, DEA), profesores, ya retirados, de Academias de policía y temarios confeccionados en las diferentes Academias de Formación o Perfeccionamiento de Cuerpos Policiales o de Agencias de Investigación, cuya perspectiva es, en su mayor parte, jurídico-policial, aunque desde hace unos años también se han venido estudiando sus componentes (sus técnicas) relacionados con la comunicación, la memoria, las relaciones personales, en su vertiente psicológica.

Una definición dada por esta bibliografía sobre el interrogatorio ha sido la de que «Es una técnica y un proceso que usa la policía y los organismos encargados del cumplimiento de la Ley; su propósito es obtener la admisión de la culpabilidad de un individuo que ha cometido un delito. El proceso del interrogatorio tiene cierta analogía con el de la entrevista, y esta similitud consiste en que ambas técnicas se desarrollan a fin de obtener información. El propósito principal del interrogatorio es obtener la admisión de culpabilidad de un individuo responsable de cometer un delito o de participar en el mismo. Los interrogatorios también se realizan para otros fines policíacos perfectamente definidos» (Aubry y Caputo, 1971).

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El interrogatorio puede también ser considerado como una entrevista «especial»con un propósito bien definido, con un tema específico y que se desarrolla en un ámbito determinado. Es una entrevista en la que existen dos roles únicos, el que pregunta y el que contesta. Es una entrevista altamente estructurada y directiva.

Siguiendo a los autores antes mencionados, éstos establecen que el interrogatorio tiene un propósito básico, además de otras finalidades diferentes, siendo éstas en USA:

  1. El propósito básico es obtener del sujeto la admisión de culpabilidad.

  2. Inducir a una admisión de culpabilidad en el culpable.

  3. Eliminar a los sospechosos de la comisión de un delito.

  4. Determinar los hechos y circunstancias completas de un delito.

  5. Determinar los detalles completos concernientes al delito.

  6. Determinar la identidad de todos los cómplices.

  7. Obtener más información que permita recobrar el producto del delito y localizar pruebas adicionales.

  8. Descubrir, a través de la información dada por el interrogado, detalles de otrosdelitos cometidos o de otras actividades criminales.

  9. Localizar escondites, escondrijos, sistemas de comunicación y modus operandi, así como también descubrir la identidad de todas aquellas personas involucradas en tráfico ilegal, especialmente miembros de bandas dedicadas alcontrabando de joyas, narcóticos y armas.

  10. Obtener más información para usarla en el futuro, como base para interrogar nuevamente al mismo sujeto o sospechoso.

  11. Ampliar la información e investigar las pistas obtenidas de otras fuentes.

  12. Obtener información e investigar pistas relativas a otros asuntos que interesen a la policía.

  13. Obtener información para preparar la prueba del polígrafo de los sospechosos.

El cumplimiento de estos objetivos daría como resultado el total esclarecimiento de los hechos ocurridos, los sujetos que los cometieron, participaron o resultaron le-Page 166sionados por el acontecimiento delictivo producido. Pero esto queda muy lejos de la realidad y en ello incide, en gran manera, la estructura orgánica de la relación jurídico-policial, por una parte, y la especial preparación del «interrogador» por otra.

Por lo que respecta a la estructura orgánica jurídico-policial de otros países, en especial de Estados Unidos, existe una gran diferencia con la de nuestro país, por lo que los ejemplos que podamos poner no son aplicables en nuestro ordenamiento jurídico. En Estados Unidos son los fiscales los responsables de dirigir e impulsar las investigaciones de los delitos y la policía está subordinada a dichos fiscales. Por otra parte los miembros de la Fiscalía poseen una estructura rígidamente jerarquizada (como en España), pero también, normalmente, aspiran a una gran proyección política, por lo que a sus actuaciones, especialmente durante los actos del juicio, les conceden unagran atención ya que para ellos lo importante es ganar juicios, cuanto más importantes sean mejor, y la culpabilidad o inocencia del individuo es una cosa a la que, en general, no se le concede mucha importancia. En algunas ocasiones he dicho que, para ellos, lo importante es ganar el juicio, por lo que en sus actuaciones buscan casi exclusivamente la culpabilidad del individuo, siendo la forma como la consigan, secundaria.

La gran diferencia estriba en que en España la dirección de las investigaciones delictuales está encomendada a los Jueces, cuya independencia les proporciona un claro aspecto de respeto a la legalidad y la policía lo que busca es INFORMACIÓN para poder llegar a conocer la VERDAD, sea esta incriminatoria para el sujeto sospechoso, o absolutoria para él.

La influencia de una «leyenda negra» respecto de los interrogatorios policiales, en nuestro país y en el resto del mundo, y en especial en aquellos países considerados totalitarios o «poco democráticos» y en los que los derechos de las personas, aunque en teoría protegidos por leyes, eran poco o casi nada respetados, se ha venido arrastrando hasta nuestros días marcando de forma casi imborrable la correcta actuación de los miembros de los cuerpos policiales, considerando que las declaraciones de culpabilidad se obtienen «a toda costa» con independencia de su veracidad o falsedad.

A esta leyenda negra creemos que contribuyó en gran manera, el comportamiento de los agentes policiales y el procedimiento a seguir durante el interrogatorio. Uno de estos comportamientos anómalos podría ser la idea generalizada de que los interrogatorios en la vida «civil» deberían enfocarse y llevarse a cabo como los que se realizan en el contexto de una operación militar en los...

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