Internet: lo mejor aún está por llegar

AutorDerek Wyatt
Cargomiembro del parlamento, Reino Unido

Tras los sobresaltos del dot-bomb entre los años 2000 y 2002, la opinión de la UE quedó atrapada entre dos escuelas de pensamiento. La primera es que Internet es simplemente una parte más del mundo financiero y democrático en que vivimos y en el que acabará instalándose. La segunda, y ésa es la que el autor suscribe, es que Internet es una fuerza revolucionaria, cuya infancia terminó con la burbuja de principios de los años 2000. Internet actualmente se encuentra en su adolescencia y llegará a la madurez entre 2006 y 2010.

Internet todavía no ha influido en los gobiernos de la UE, ni en la propia UE, tanto como podría. Esto puede deberse en parte al temor a los cambios o a la preocupación porque se pueda perder el control del proceso

Internet todavía no ha influido en los gobiernos de la UE ni en la propia UE tanto como podría. Esto se debe a diversas razones, pero sobre todo a que la administración pública que soporta nuestras pesadas democracias tiene miedo a los cambios. Algunos temen este cambio en particular porque puede amenazar su propia existencia, y también porque es incontrolable. Otros tienen miedo también porque hasta el 90 % del tráfico no está en su propia lengua materna; el 90% está en inglés. Además, existen problemas filosóficos para algunos de los países miembros. Están preocupados por las implicaciones sociológicas y culturales para las generaciones más jóvenes que reciben las noticias, la música, la cultura, el deporte y la moda en otros idiomas, sin que el gobierno desempeñe un papel más fuerte. El temor al cambio es la preocupación fundamental. Podríamos entender mejor esta preocupación, y ofrecer una orientación, si la UE realmente fuera a iluminar nuestro camino durante los próximos 10 a 15 años. Si los países de la UE no entienden las implicaciones de Internet hoy, nos enfrentamos al riesgo de un declive prematuro. A medida que se avanza hacia una constitución escrita de la UE, hay que asegurar que Internet, con una generosa genuflexión ante Descartes, está en nuestro corazón y en nuestra mente1.

Cuadro 1. El tema en el Reino Unido

El gobierno del Reino Unido ha hecho un gran esfuerzo por ponerse al día en lo referente a Internet, y ha marcado la diferencia con muchísimas innovaciones. En www.parliament.uk no sólo se pueden consultar en directo las actas de las Cámaras, sino también algunos de los proyectos de ley que se están discutiendo. En el futuro está prevista una mayor interactividad. El Reino Unido ha estado en la vanguardia del cambio en lo relativo a la telefonía móvil y a la televisión digital, y cuenta con más de siete millones de hogares actualmente conectados a Internet a través de digibox. Y Freeserve sorprendió al mundo cuando fue lanzado a finales del siglo XX.

En 1997, Internet estaba presente en cuatro departamentos importantes del gobierno británico: el Ministerio de Comercio e Industria, para regulación; el Ministerio de Cultura, Comunicaciones y Deportes, para software; el Ministerio del Interior, para luchar por la seguridad y contra la pornografía y el Ministerio de Hacienda, para poner en práctica un sistema tributario difícil. Ningún ministerio era responsable de Internet. Esta situación se reprodujo en todos los organismos británicos en todo el mundo, incluyendo los de la UE, la ONU y la OMC. No tenía dueño. Además, se pensaba que a Internet era mejor dejarla sola, que era un motor para la libertad y que superaba a los gobiernos.

Si se pudiera volver a los primeros días de Internet y comenzar de nuevo ¿qué pediríamos los políticos? Se puede decir que se perdieron dos oportunidades. En primer lugar, fracasamos a la hora de solucionar la cuestión del acceso universal. En nuestras sociedades se han ido introduciendo a lo largo de los últimos 150 años las máquinas de coser, el agua corriente, el gas y la electricidad, el teléfono, la radio y la televisión, canales, ferrocarriles, carreteras y aeropuertos. Nuestros servicios públicos se han hecho utilitaristas y poco a poco hemos ido aceptando como ley que todo hogar, institución o empresa tiene que estar 'conectado'. Esto no ha sido así con Internet (o el ordenador a través del cual la primera generación de usuarios tenía acceso a ella) y hoy en día tampoco lo estamos haciendo con la banda ancha que se está extendiendo por toda Europa. Es bien sabido que hay casos en los que el mercado, si se le deja a su aire, apenas proporciona bienes o servicios que tienen externalidades positivas muy fuertes. La conexión a Internet es un servicio de este tipo. Esta infraprovisión de servicios puede contribuir a que los pobres todavía se empobrezcan más.

A lo largo del tiempo se ha ido aceptando como un derecho básico para los ciudadanos el acceso a servicios públicos como el agua, gas, electricidad, teléfono, etc. Por desgracia, esto no ha sido así en el caso de Internet

En segundo lugar, no se le ha dado a Internet la importancia que tiene para toda la administración. En el caso del Reino Unido debería ocuparse la oficina del Primer Ministro. Ahora ya sí lo hace, pero todavía hay otras oficinas en el Ministerio de Comercio e Industria, en el Ministerio de Cultura, Comunicaciones y Deportes, en el Ministerio del Interior y en el Ministerio de Hacienda. Esta dispersión puede dar lugar a que se enmascaren sus verdaderas posibilidades. Como resultado, aún se están peleando por ello en el gobierno, lo que hace a los políticos incapaces de cumplir sus promesas y empobrece el país. Lo empobrece en el sentido de que si para cada ley hubiese que analizar su certificación electrónica, o su valor electrónico, o su capacidad electrónica, o su efecto sobre el comercio electrónico o la democracia electrónica, o su lo que sea electrónico, se estaría al mismo tiempo educando también a los funcionarios públicos. Puesto que se han perdido estas dos oportunidades (aunque quizás no sea demasiado tarde para aplicar el principio de universalidad en el caso de la banda ancha) y estamos jugando a ponernos al día, ello significa que nunca nos pondremos realmente al día. Lo más que se puede hacer es intentarlo y esforzarse por hacerlo. Y esforzarse por hacerlo no es lo que nuestros ciudadanos quieren. Sobre la base de los costes de oportunidad, hay que asegurarse de que la próxima generación esté conectada.

Los gobiernos han reproducido su estructura ministerial en la web, en lugar de situar a Internet en el centro de la administración

Cuadro 2. Iniciativas de gobierno electrónico en el Reino Unido

Siguiendo el modelo establecido en Estados Unidos por la decisión del presidente Clinton de nombrar un jefe electrónico, el gobierno británico ha nombrado un comisario electrónico (Andrew Pinder). Sus objetivos actuales son tres:

Conseguir que el Reino Unido sea el mejor entorno del mundo para el comercio electrónico.

Asegurar que todo el que quiera disponga de acceso a Internet en 2005.

Conseguir que todos los servicios gubernamentales sean accesibles por vía electrónica en 2005.

Son tres objetivos difíciles porque implican que la administración pública tiene que fijar metas en 524 departamentos de servicios. El informe de la National Audit Office titulado Better Services thorugh e-Government, publicado en abril de 2002 era crítico (véase www.nao.org.uk). Decía: 'La mitad de los departamentos de servicios ... están conectados pero la mayoría solo proporciona información - por ejemplo, siete servicios (el tres por ciento) proporcionan subvenciones o subsidios en línea y ninguno recoge ingresos. Es de esperar que los ministerios fomenten y consigan que los ciudadanos usen los servicios electrónicos porque la prestación de servicios en línea es más eficiente, pero no tienen clara la mejora de la eficiencia que las tecnologías de la información pueden aportar.'

El comisario electrónico británico puede apuntar ya algunos éxitos, que pueden servir de ejemplo a otros países de la UE. El primero fue la creación de un portal denominado UK on line (al que ahora también se puede acceder desde la televisión digital) donde se puede encontrar información sobre los servicios del gobierno (www.ukonline.gov.uk). Es un poco unidimensional, pero es un comienzo. También existe una emisora de radio pública, la BBC, cuyo servicio en línea es el mayor de Europa (www.bbc.co.uk) lo que debe tenerse en cuenta al considerar el lanzamiento de otros portales.

Entre los ejemplos de éxitos en el Reino Unido están el portal UK online, que ofrece acceso a un amplio abanico de servicios del gobierno, y NHS Direct, que ofrece información sanitaria

El segundo ejemplo fue el sitio National Health Services (NHS) Direct Online: www.nhsdirect.nhs.uk. El NHS es el mayor empleador del Reino Unido (más de 1 millón de trabajadores) y si cotizara en la bolsa estaría fácilmente entre los 10 primeros del FTSE (Financial Times Stock Exchange). NHS Direct está abriendo una amplia gama de oportunidades entre las que se encuentra una universidad en línea. Está claro que existe una interfaz de usuario para los ciudadanos que desean asesoramiento y un servidor para ofrecer a los hospitales experiencias sobre la compra de productos. La administración británica también ha adoptado el proyecto Skolar de la Universidad de Stanford (www.skolar.org), que es una fuente de información en línea para los profesionales médicos. El tercer ejemplo fue la extensión de centros en línea por todo el Reino Unido. También ha tenido un éxito espectacular. Al igual que en los comienzos del ferrocarril en el siglo XIX, hoy en día nadie, ya sea niño o adulto, se encuentra a más de un par de millas de un cibercafé. A través de sorteos de la lotería del Reino Unido (probablemente la de más éxito del mundo por el dinero que se obtiene para las causas que apoya) se ha conseguido la financiación para crear centros de conexión a Internet, en primer lugar en las zonas más deprimidas, en los ayuntamientos, en bibliotecas, en urbanizaciones y en centros comerciales. Esto ha sido continuación de otro proyecto para escuelas denominado National Grid for Learning donde el Ministerio de Educación aportó financiación para que todas las escuelas británicas dispusieran de un aula inteligente y para que el personal tenga fácil acceso a la informática en el hogar.

Cuadro 3. Ejemplos de éxitos de centros en línea en el Reino Unido

Para ilustrar el éxito de los centros en línea en el Reino Unido sólo hay que observar la propia circunscripción electoral del autor, Sittingbourne y Sheppey en North Kent. Se ha producido un profundo cambio desde 1997. Las escuelas de la zona están ampliamente equipadas con servidores y otros ordenadores. Hay una escuela de enseñanza secundaria casi completamente inalámbrica. Algunas disponen de conexiones de banda ancha y la mayoría las tendrá a partir de abril de 2003. Amicus, una asociación de vecinos, ganó el premio Microsoft Gold a la gestión de centros de acceso en el Reino Unido. Una asociación de Amicus y el Christ's College de Canterbury obtuvo casi 1 millón de libras para crear comunidades en línea en tres zonas rurales de la isla de Sheppey y en una de las urbanizaciones más pobres (lo que se hizo utilizando una de las viviendas con tal fin). Otra ayuda permitió la conversión de una antigua tienda en un centro de enseñanza, y el salón social de adultos jóvenes, cuando inauguró su centro informático en 1999, recibió el primer correo electrónico del Primer Ministro. Las bibliotecas públicas, a las que al autor le gusta considerar como nuestras universidades de barrio, tienen todas cibercafés o similares. De nuevo, la lotería británica financió todo esto.

En seis años, el Reino Unido ha recorrido un largo camino. Hemos hecho pruebas para emitir el voto a través de Internet y hay previstos nuevos experimentos para mayo de 2003 con motivo de las elecciones locales. Como fundador del Computer Channel en la Sky TV en 1995 y fundador también del Oxford Internet Institute en 2000 (www.oii.ox.ac.uk), estoy convencido de que, como políticos y como ciudadanos, debemos encontrar una vía intermedia a nivel mundial para discutir los problemas de la red.

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Palabras clave

democracia electrónica, acceso universal, gobierno electrónico, centros en línea

Nota

  1. Como jefe del equipo de Reino Unido para el proyecto e-Parliament (www.e-parl.net) espero que todos mis colegas europeos apoyen nuestro esfuerzo.

Contacto

Derek Wyatt, MP

Tel.: +44 (0) 207 21 93 000 (centralita), fax: +44 (0) 207 21 95 520, correo electrónico: wyattd@parliament.uk

Sobre el autor

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Derek Wyatt es miembro del Select Committee for Culture, Media and Sport (www.parliament.uk) y presidente y fundador del Associate Parliamentary Internet Group (www.apig.co.uk)

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