Se intensifica el calvario ‘judicial’ que le ha tocado vivir a Jeanine Áñez y a jefes militares bolivianos contrarios al MAS
El régimen del Movimiento al Socialismo (MAS), sostiene su posición implacable en su venganza por la renuncia, abandono del cargo y huida de Evo Morales en 2019: tiene sometida a cárcel preventiva a la expresidenta Jeanine Áñez desde el 13 de marzo de 2021. Siendo que la parte acusatoria no ha presentado prueba alguna sobre el supuesto “golpe de Estado” que Morales habría sufrido a finales de 2019, y más aún sobre los cargos de terrorismo, sedición y conspiración por los que se la acusa.
Hasta el momento se ha irrespetado el debido proceso, desde el momento de su detención y en del desarrollo del primer juicio se han quebrantado sus derechos fundamentales, le han impedido su defensa en libertad ante cuadros de deterioro de su salud, como depresión profunda, anorexia nerviosa e hipertensión.
Aún así, la justicia le ha negado decenas de recursos para defenderse en libertad, incluso en condiciones extremas, como cuando intentó quitarse la vida y se le impidió acudir a un hospital con condiciones mínimas para ser debidamente atendida.
Continuando con su batalla, y debido a la desesperación que tiene ante la falta de justicia en el país, Jeanine Áñez decidió ingresar en huelga de hambre, exponiendo su salud a un deterioro todavía mayor. Se tiene entendido que su hijo mayor también ha adoptado la misma medida.
No contentos con esto, Arce, Morales, Choquehuanca y el conjunto del MAS, iniciaron un nuevo juicio ordinario -y no de responsabilidades, como corresponde con una expresidenta constitucional- por el mismo caso del “golpe de Estado” contra la ex mandataria, aunque esta vez “desdoblado” del primero. Los delitos por los que se le acusa son “incumplimiento de deberes” y “resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes”.
Es decir, este nuevo juicio se trata no sobre las masacres de Sacaba y Senkata, sino sobre la manera en que Áñez habría ascendido al poder con el máximo cargo del Ejecutivo en 2019. Además, debido a que el MAS no cuenta con mayoría en la Asamblea Legislativa Plurinacional, este nuevo proceso contra Áñez no es de responsabilidades, sino ordinario; y no como exmandataria, sino como exsenadora.
En el inicio de la audiencia del juicio, Áñez se pronunció extensamente, entre lo que se destaca: “tengo derecho a un proceso justo con un tribunal competente. La justicia ha desprotegido, desoído y desamparado durante 335 días mis derechos fundamentales. Fui secuestrada el 13 de marzo, no hay otro calificativo para mi detención, sin...
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