Innovando con servicios digitales en la Administración Pública
| Autor | Andrés Pastor Bermúdez |
| Cargo del Autor | Gerente adjunto, Gerencia de Informática de la Seguridad Social |
| Páginas | 197-219 |
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CAPÍTULO 6
INNOVANDO CON SERVICIOS DIGITALES EN LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Andrés Pastor Bermúdez
Gerente adjunto, Gerencia de Informática de la Seguridad Social
1. ¿INNOVAR EN EL SECTOR PÚBLICO?
Cuando se habla de innovar en las Administraciones Públicas, a muchos
se les antoja que se trata de un oxímoron, cuando no directamente de una
contradicción. Las administraciones no se crearon para innovar, sino para
prestar servicios siguiendo una lógica definida, estable y fiable. Para ese
propósito, la burocracia es suficiente porque sabemos qué podemos esperar
y cómo se van a garantizar los derechos y deberes de los administrados. Sin
embargo, la innovación se ha ido abriendo camino en el sector público a
través de iniciativas aisladas, pioneras, que buscan sistematizarse y obtener
valor público.
No hay innovación sin resultados. Innovación es aplicar nuevas ideas con
un propósito, con un objetivo. De acuerdo a la última edición del Manual
de Oslo publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE, 2018), existen básicamente dos tipos de innovaciones:
las innovaciones de producto y las innovaciones de proceso. La más conocida,
la innovación de producto, se corresponde con la introducción de un bien o
de un servicio nuevo, o significativamente mejorado, en cuanto a sus carac-
terísticas o en cuanto al uso al que se destine, incluyendo la mejora signifi-
cativa de las características técnicas, de los componentes y de los materiales,
así como la facilidad de uso.
REPENSANDO LA ADMINISTRACIÓN DIGITAL Y LA INNOVACIÓN PÚBLICA
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Pero también es posible innovar mediante la introducción de un proceso
de negocio nuevo o mejorado, en los campos de la producción, la distribución,
la organización, la gestión de las tecnologías de la información y las comu-
nicaciones (TIC) y otras funciones de apoyo. En esta categoría quedan
incluidas las innovaciones relacionadas con las mejoras organizativas y los
nuevos modelos de relación con ciudadanos y empresas, que tan importantes
son para las Administraciones Públicas.
La innovación pública es fundamental para mantener al sector público con
las capacidades necesarias para adaptarse a un mundo líquido que cambia
aceleradamente en tiempo. Es una innovación anticipatoria, que explora y se
involucra con la incertidumbre en torno a temas emergentes y que dará forma
a prioridades y compromisos futuros.
Pero la innovación también contribuye a la mejora de la eficiencia, a la
consecución de mejores resultados y a facilitar el cumplimiento de la misión
organizativa, desarrollando para ello nuevos métodos y enfoques, según sea
necesario. Se necesita poner en marcha experiencias en diversos ámbitos que
favorezcan el emprendimiento interno y la colaboración público-privada para
disponer de unas Administraciones Públicas eficaces, eficientes y adaptadas
a los retos del siglo XXI.
2. EL PAPEL DE LA TECNOLOGÍA EN LA INNOVACIÓN
Según el investigador John Ziman (Ziman, 2000), la tecnología es un
estadio intermedio entre la ciencia y la sociedad que posibilita la aplicación
del saber científico. Las tecnologías han demostrado ser unas poderosas
facilitadoras de la innovación, cambiando la forma en que los Gobiernos
desarrollan su actividad.
Los ciudadanos se han acostumbrado a la disponibilidad 24×7 de los
servicios electrónicos en un mundo hiperconectado, por lo que las Adminis-
traciones Públicas pueden aprovechar el poder de las tecnologías de la infor-
mación y las comunicaciones (TIC) para responder de manera eficiente y
efectiva a los desafíos y demandas de los ciudadanos. Las TIC desempeñan
un papel clave en la forma en que las administraciones interactúan con las
personas, proporcionando mejores servicios, más ágiles y personalizados.
De acuerdo al informe Powering European Public Sector Innovation
(Comisión Europea, 2016) los siguientes paradigmas tecnológicos habilitan
la innovación y son fundamentales para la prestación de servicios públicos
o para el diseño de políticas públicas:
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