Derecho inmobiliario registral, de Carmen Moreno-Luque Casariego y otros.

AutorFrancisco Corral Dueñas
Páginas236-238

    MORENO-LUQUE CASARIEGO. CARMEN, Y OTROS: Derecho inmobiliario registral Guías de estudio «LA LEY». Madrid. 1988. un tomo de 345 págs.

En alguna otra ocasión hemos comentado la no abundante atención que hasta ahora solía dedicarse, con honrosas excepciones, al estudio de las materias regístrales en nuestras Universidades. Aparte de los cursos monográficos con sede en el Doctorado, el Derecho hipotecario era tan sólo una parle del tercer curso de Derecho civil de la Licenciatura y su estudio no podía calificarse de demasiado profundo. Resultado: Que con lo aprendido en las aulas del Alma Mater, un Abogado salía con escaso bagaje para afrontar cualquier actuación profesional relacionada con el Registro de la Propiedad.

Y la realidad nos dice que son ya pocos los negocios jurídicos que no se basen en los asientos regístrales o los loquen de algún modo: los actos inmobiliarios, en todo caso Se quiera o no, el Derecho hipotecario es bási-Page 237co en el tráfico de fincas, aportando una seguridad jurídica irreemplazable, y desempeña también un importantísimo papel en las facetas sociales de la propiedad, sea rústica o urbana, así como en la política del suelo y la ordenación del territorio. Todo ello, además, con la garantía de que la Institución está servida por unos profesionales especialistas, que gozan de un prestigio ganado a pulso mediante el estudio y el trabajo diario, con una preparación, independencia y dedicación indiscutida y fuera de toda duda.

Por eso hemos de constatar con satisfacción la atención creciente que ya vienen prestando las Facultades universitarias a la mejor preparación hipotecaria de los futuros Abogados, sea en los cursos de la Licenciatura propiamente dicha, sea en los cursos de práctica jurídica o en los del Doctorado. Todo ello, en definitiva, revertirá en el mejor conocimiento de esta rama jurídica, que no es abstrusa, como ha dicho alguien poco enterado, sino solamente especial.

Sólo requiere, para su dominio y manejo, la atención precisa y la dedicación y estudio suficientes. Así tendremos unos buenos Abogados que conozcan bien el Registro y sus reglas, y quizá también unos buenos opositores que deseen especializarse y lleguen en su día a ser buenísimos Registradores, que reemplacen, por el transcurso generacional, a los que les precedieron, igualando y hasta aumentando el prestigio ganado por éstos.

En este laudable afán de mejora de los estudios hipotecarios en el ámbito de la Licenciatura en Derecho, ya conocemos varios libros y manuales estudiantiles...

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