Inmigración y xenofobia política: la teoría política de la Nueva Derecha europea (ND)
| Autor | Roberto Bergalli |
| Páginas | 43-107 |
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La presente contribución pretende analizar las ideas-fuerza o concepciones nucleares del ideario de la Nueva Derecha Europea desde la perspectiva de la Teoría Política, a partir de su aparición en el último tercio del siglo XX hasta el momento presente. El análisis de sus concepciones nucleares permitirá desvelar sus referentes culturales, comprender la coherencia de su ideario y propuestas, y constatar el grado de influencia doctrinal sobre algunas de las organizaciones neopopulistas europeas (MNR, Francia, FPÖ, Austria y LN, Italia). Las preguntas básicas formuladas son: ¿constituyen las concepciones doctrinales de la Nueva Derecha una ruptura respecto a las concepciones nucleares de los idearios antidemocráticos del primer tercio del siglo XX? o, por el contrario, ¿presentan más elementos de continuidad que de cambio o ruptura? Y, en paralelo, ¿esas concepciones nucleares de la ND han influido decisivamente en el ideario xenofóbico neopopulista?
Dichas preguntas son relevantes para la Ciencia Política dada la creciente importancia de las organizaciones neopopulistas europeas en sus respectivos sistemas de partidos, por sí mismas y por la influencia que ejercen sobre los otros partidos1(la denominada «lepenización de los espíritus»).2Las propuestas neopopulistas respecto a la nacionalidad, ciudadanía, multiculturalidad,
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inmigración, orden público, fiscalidad, etc. responden a problemas políticos de primer orden en las sociedades europeas y, por ello, enlazan con conceptos clave de la Teoría Política como: Libertad, Igualdad, Identidad o Poder, o dicotomías de procesos políticos como el resultado de aplicar políticas públicas de exclusión o de inclusión de los inmigrantes. En este sentido pueden ser demostrados, empíricamente, vínculos personales, culturales, políticos e ideológicos entre la ND y el neopopulismo europeo. De este modo, calibrar el grado de influencia ideológica de estos vínculos es útil tanto desde planteamientos académicos como políticos. Máxime si recordamos aquel famoso e irónico exabrupto de J.M. Le Pen del año 1984: «Yo soy la bestia inmunda que crece y crece».3Es obvio que para entender el crecimiento del voto neopopulista es necesario analizar más las demandas sociales de las que son eco que las propias ofertas, pero también es imprescindible entender la coherencia interna y las concepciones nucleares o ideas-fuerza del propio discurso neopopulista y de sus referentes doctrinales.
La Nueva Derecha Europea: A. de Benoist (Francia), M. Tarchi (Italia), R. Steuckers (Bélgica), A. Douguin (Rusia), Javier Esparza (España), M. Walker (Reino Unido), entre otros,4afirman que sus actuales planteamientos rebasan y son transversales a la clásica división ideológico-política entre derecha e izquierda. Esta afirmación ha dado lugar a una polémica, de gran relevancia intelectual, entre los científicos sociales que avalan, en mayor o menor grado y matices, dicha afirmación y quienes la niegan, argumentando que las concepciones nucleares del Fascismo Clásico (1919-1945) se han metabolizado en el ideario de la ND. Por ejemplo, Pierre-André Taguieff (Director de Investigación del CNRS en Francia y autor del estudio más importante, hasta la fecha sobre la ND)5y Roger Griffin (cuyos trabajos gozan de gran prestigio internacional sobre la Teoría Política del Fascismo Clásico)6discrepan radicalmente sobre este punto.
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La presente investigación quiere contribuir a clarificar esta relevante cuestión de si la ND ha logrado articular un nuevo paradigma teórico, superador de «caducas» perspectivas o, por el contrario, el ideario de la ND es una imprescindible puesta al día de los clásicos idearios anti-ilustrados en unas fases históricas de hegemonía de los valores democráticos. Una cuestión en absoluto nominalista si recordamos las actuales posiciones de gobierno del FPÖ en Austria y de la LN en Italia y los 5,5 millones de votos obtenidos por los partidos neopopulistas franceses en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas del 2002.
En este sentido, nuestra hipótesis principal es que la ND es la adaptación postmoderna7del clásico ideario antidemocrático de la Derecha Radical europea.8Son los Conservadores Revolucionarios del siglo XXI, tan elitistas, nietzscheanos, neoaristocráticos y displicentes como lo fueron los Conservadores Revolucionarios alemanes del primer tercio del siglo XX. Las dudas, por tanto, de P.A. Taguieff de dónde situar a A. de Benoist en el espectro ideológico derecha-izquierda, parecen menos fundadas que la opinión de R. Griffin respecto a reconocer en las concepciones nucleares de la ND una clara adscripción homogénea al núcleo central del fascismo clásico (1919-1945), entendido y modelizado como un tipo ideal weberiano.
El análisis de contenido de las fuentes analizadas de la ND permite establecer una aportación decisiva de los autores que, considerados clásicos, han influido más en las Extremas Derechas y Derechas Radicales europeas a lo largo de todo el siglo XX: los Conservadores Revolucionarios alemanes (A. Moeller Van den Bruck, O. Splenger, E. Jünger, C. Schmitt, W. Sombart como más destacados); los filósofos F. Nietzsche y M. Heidegger; los ideólogos neotradicionalistas R. Guenon y J. Evola; el etólogo K. Lorenz; y los historiadores y ensayistas: G. Dumézil, L. Rougier y L. Dumont.
Dicha influencia se evidencia en una visión de la naturaleza humana radicalmente opuesta a la tradición ilustrada. Para la
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ND (y este es, a nuestro entender, un elemento clave) el hombre es naturalmente desigual, agresivo, territorial y jerarquizado. No nace libre sino que la libertad es una conquista sólo alcanzable por los mejores, los cuales deben dirigir a la comunidad. Y ésta forja su destino en un combate constante contra todo tipo de adversidades. Se es libre por superación personal y por pertenecer a una determinada comunidad que ha logrado preservar su soberanía (la libertad de los antiguos).
Para la ND los protagonistas de la Historia son los pueblos étnicamente homogéneos. De ahí que el enemigo principal, superado un visceral anticomunismo calificado de juvenil, sea el cristianismo por sus concepciones igualitarias y universalistas y el liberalismo por su radical visión individualista y anti-holística del hombre. EE.UU. como líder occidental mundial y potencia única, tras 1989, es el demonio a vencer, mientras que, en un terreno más abstracto, los Derechos Humanos son el gran objetivo a derribar.
En su opinión, obsoleta la frontera clásica entre la derecha y la izquierda, la nueva división radica entre los colaboradores y/o funcionarios del Sistema o tecno-estructura mundial y los partidarios de la recuperación de las raíces culturales de los diferentes pueblos del mundo para superar la decadencia y anomia actuales. En este heroico combate el papel que se otorga a sí misma la ND es metapolítico, ser un laboratorio de ideas, agitar culturalmente y disputar al Sistema la hegemonía9ideológica (en cualquiera de las formas que adopta) para preparar unos nuevos planteamientos políticos rupturistas. Europa y el Tercer Mundo frente a EE.UU.
Todo ideario político articulado elabora una utopía en la que se ven reflejados sus objetivos. La utopía de la ND sería una Europa libre de inmigrantes (o residiendo éstos temporalmente como ciudadanos sin acceso a la nacionalidad). Un mundo plural, heterogéneo, formado por comunidades homogéneas. Recuperada de la catástrofe igualitaria del cristianismo y su laicización racionalista ilustrada en cualquiera de sus manifestaciones: humanismo, liberalismo, marxismo;10que se reconociera en su pasado indoeuropeo precristiano para decidir, libremente, su
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glorioso destino al recuperar su espiritualidad y su afán de lucha, sepultada por siglos de hegemonía de los valores mercantiles burgueses (materialistas y prosaicos) e igualitaristas.
Fiel a estos planteamientos metapolíticos, la ND se mantiene alejada de la lucha política partidista e incluso marca distancias y descalifica muchas de las propuestas de las formaciones políticas que más tienen en cuenta sus criterios de base: las formaciones políticas neopopulistas. Evidenciándose con ello que en el terreno de las ideas políticas es más relevante el uso político que se hace de ellas que las propias ideas. Ideas que han sido analizadas empíricamente a partir de estudiar: a) los editoriales y artículos más emblemáticos de la revista Éleménts, órgano oficial del Groupement de Recherche et d´Études pour la Civilisation Européenne (GRECE), la Nueva Derecha Francesa; b) la producción intelectual más relevante de Alain de Benoist, el líder intelectual indiscutido de la ND europea; y c) los manifiestos y una selección de artículos de las revistas: Trasgressioni (1986-2003) y Hespérides (1993-2000), órganos oficiales u oficiosos de expresión de la Nueva Derecha italiana y española.
Para seleccionar, agrupar y cotejar la información se ha seguido un planteamiento metodológico consistente en constatar sus propias autodefiniciones; el diagnóstico de los problemas y sus causas; los objetivos que se plantean y los medios que creen necesarios para cubrir dichos objetivos y un último apartado denominado visión del mundo, en el cual se explicitará cuáles son las ideas y convicciones nodales o concepciones nucleares específicas y compartidas de la ND...
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