La Informática y la Política. 'Hacia un Gobierno en Red'

AutorLic. Guillermo Augusto Perez Merayo
CargoAbogado y Notario, Universidad Complutense de Madrid. Asesor Parlamentario, especialista en Investigación de Información en el Internet, Instrumentos de Pago Internacional, Tecnología Informática y Comercio Electrónico.

“No es una cuestión de qué sistema político decidimos construir, fortalecer y refinar. ¿Fortalecemos características que han funcionado, o introducimos aspectos meramente porque han funcionado en las grandes democracias liberales?

Los gobiernos deben velar por amamantar a sus pueblos en el crecimiento de la tecnología e introducirlos al mundo de la información. Los trabajadores de la era industrial realizaban trabajos en donde no había que pensar; ahora, con la economía digital, el trabajo se transforma, la labor es para trabajadores de conocimiento ("kwnoledge workers"), en donde la información constituye el ambiente laboral. “Los ciudadanos y las organizaciones necesitan información para ser productivos, y si para dar esa información a la vez implica confrontar las jerarquías y las estructuras existentes, el criterio de los países exitosos vale la pena tomar el riesgo de cambiar”.

Ministro de Relaciones de Singapur refiriéndose a su país y el “... salto a la modernidad ... 1986

Los avances tecnológicos han proyectado...,...sociedades aisladas poniéndolas ...,...en contacto con...,...la modernidad. El acceso rápido y eficiente a la tecnología informática ha facilitado el flujo instantáneo de actividades financieras e industriales que una vez fueron obstaculizados por los controles de los gobiernos nacionales. Los resultados son una nueva realidad comercial - es la emergencia de mercados globales para consumidores de productos estandarizados en una escala previamente inimaginada.

Ravi Kalakota

La Informática y la política

La computación y el cambio social –

Los albores de la sociedad informática y las herramientas de manipulación del conocimiento

Las comunicaciones globales en el holocausto

La sociedad de la Internet, la comunidad virtual, los grupos de noticias y las listas de correo

La época de la Internet académica

La primera etapa de la revolución de la Internet

Segunda etapa de Revolución de la Internet, el “World Wide Web” o “WWW”

Las nuevas herramientas del WWW

La privatización de la Internet

La confluencia en la supercarratera informática

La nueva economía y el comercio electrónico

La sociedad informática y la política

La democracia electrónica

Información y comunicación institucional con la comunidad

Las campañas y la red

Las donaciones políticas por la Internet

El gobierno electrónico y el problema de la era industrial

La alternativa al gobierno tradicional

Una propuesta de reconceptuación del Estado

La función de los gobiernos en la economía digital

Funciones específicas de los gobiernos en la economía digital

Privacidad (privacy) y la seguridad transaccional

La infraestructura informática nacional

El dinero electrónico y la nueva economía

Derecho de acceso universal

Conclusión

La Informática y la política

La computación y el cambio social –

No cabe duda de que estamos en una época de transición y cambio, hasta tal punto que se puede decir que lo único seguro en el futuro es el cambio. Vivimos en una época similar a la Edad Media, cuando se dio la transición entre la economía agrícola y la industrial, hoy día somos privilegiados espectadores del paso de la sociedad industrial a la sociedad informática.

Si bien la tecnología de la era industrial generó herramientas que permitieron a la humanidad dominar la naturaleza y construir una estructura social de bienestar sin precedentes, las herramientas de manipulación del conocimiento durante este período evolucionaron poco; ejemplo de lo cual es que la esencia del modelo de enseñanza utilizado hasta hace unos años estaba en la pizarra, la tiza, el papel y el lápiz, igual que en la Edad Media.

Vivimos en una era que no ha tenido aún un nombre específico, como podría ser la post guerra fría, la era atómica, la era cibernética e informática u otra. Llámese como se llame, no cabe duda de que estamos en la era post industrial y en el inicio de la sociedad informática. En los albores de esta última aparece una nueva ciencia -la tecnología informática-, que establece los cimientos de la nueva sociedad y que transformará la comunicación humana con las nuevas herramientas digitales que habilitan la manipulación del conocimiento. En general, la tecnología informática establece la plataforma básica para la creación y la extracción del nuevo valor -el digital-, en formas que eran impensables hace cinco años y que hoy son una realidad.

La computación y el “World Wide Web WWW”, con las nuevas formas de comunicación, ambas integradas en autopistas de información, habilitan a la humanidad para “la globalización”. La supercarretera es el motor de transición hacia la economía digital, en la que el dinero, los procesos, los actos jurídicos y las relaciones empresariales, organizacionales y personales, se desmaterializan y del papel pasan a convertirse en impulsos digitales. Hoy día, el WWW es el “sitio” donde las personas innovadoramente se relacionan, trabajan en grupo, establecen sus tiendas, construyen comunidades, comparten ideas y forjan democráticamente el futuro.

Impresionantemente, esta nueva frontera, el ciberespacio, está emergiendo, no del mar como un continente, sino de la imaginación colectiva y de la capacidad tecnológica de la civilización moderna. Se establecen nuevas leyes, se substituyen las tradicionales formas de creación individual por nuevas modalidades de trabajo en grupo, y en ella información se comparte para crear el producto de consumo de esta era, -el multimedio interactivo-.

Los efectos de la transición son tan trascendentales que están cambiando la forma en que los individuos compran, venden, se comunican, se relacionan y, ¿por que no?, llevan toda su forma de vida. Pocos discuten la posibilidad de que en los próximos cinco años la red Internet se convierta en algo tan generalizado, indispensable y tan común, como hoy día lo son las redes de agua, telefonía y electricidad. Ambas, la computación y la Internet, se transforman en los nuevos medios de producción y motores base de la sociedad informática.

La transición entre la era agrícola a la era industrial tardó unos doscientos cincuenta años, mientras que la tecnología digital lleva apenas quince o veinte años, como máximo, y ya se habla de que estamos en la segunda o tercera etapa de la revolución del Internet. No cabe duda, hoy día el cambio en más brusco y más rápido, pues las nuevas formas de compartir información y de trabajar en grupo han acelerado considerablemente el proceso de transición.

Los albores de la sociedad informática y las herramientas de manipulación del conocimiento

Las comunicaciones globales en el holocausto

La Internet, paradójicamente, nace en 1969 de la guerra fría y de las necesidades del Departamento de Defensa de los EE.UU. Su nombre clave fue “Advanced Research Projects” Agency (ARPA o ARPANET) y su cuna estuvo en el epicentro de la cultura de la era industrial, en las más distinguidas universidades de los EE.UU. Por medio de la Internet se logró que los “pakets” -los sobres de las cartas de la Internet- pudiesen llegar inteligentemente a su destino entre los restos de las redes sobrevivientes al “Day After”, después de iniciada la guerra atómica. Fue para cubrir estas necesidades “básicas” que se diseñó el famoso estándar de la Internet, el “Transfer Control Protocol- Internet Protocol”, más conocido como TCP-IP.

Entre las nuevas herramientas de manipulación del conocimiento generadas en el programa ARPANET están: el correo electrónico, que habilitó al individuo para enviar mensajes alrededor del mundo y recibir respuesta en cuestión de minutos (en-línea), además de poder acompañar “attach” el mensaje con una “carga digital.” Esta nueva forma de comunicación -casi en tiempo real- tuvo tremendas implicaciones para la humanidad, aparte del ahorro de tiempo para el transporte de información en los tradicionales formatos físicos (cartas, planos, fotos, sonidos, documentos y presentaciones complejas de números) y de dinero.

Otra herramienta de esta época -el TELNET- habilitó el acceso directo a las grandes computadoras, los “mainframes”, de las cuales existían unas catorce o quince dispersas en los EE.UU. El TELNET permitió al gobierno estadounidense tremendos ahorros, ya que anteriormente los equipos de científicos militares y civiles debían desplazarse a grandes distancias hasta donde estaban localizados los “mainframes”, pero con esta herramienta bastaba una llamada telefónica y se podían comunicar y trabajar en línea varias personas a la vez con cualquier computadora.

Otra herramienta que apareció también en los tiempos del ARPANET fue el FTP “File Transfer Protocol”, esta permitía que cualquier individuo pudiese “traer” o “enviar” “load & download” archivos a su computadora, desde una computadora ubicada en cualquier parte del mundo o viceversa. El FTP permitió el establecimiento de los primeros repositorios de información digital referenciables mediante la herramienta de búsqueda en FTP -los ARCHIE-. Esto implicó la disponibilidad de información ordenada sin importar su ubicación geográfica, siempre y cuando la computadora estuviese conectada a una línea telefónica. El FTP permitió el abaratamiento de la distribución y recuperación de información, así como la distribución de herramientas de manipulación del conocimiento para la Internet.

La sociedad de la Internet, la comunidad virtual, los grupos de noticias y las listas de correo

Con la consolidación del ARPANET aparece otra herramienta representativa de la madurez de la incipiente comunidad electrónica, base de la sociedad informática, que consiste en los grupos de noticias y listas de correo. Con ellos aparecen nuevas formas de participación que permiten replantear las mismas bases de la democracia indirecta. Estas comunidades son similares a las del mundo físico pero con nuevas y distintas formas de interacción y de compartir información. Para estas comunidades la presencia física y la relación geográfica dejan de ser los factores determinantes de su existencia, pues en esencia, las...

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