Resultados II: La influencia del puesto ocupado en la percepción de la relación entre altos cargos y altos funcionarios

AutorJuan Quereda Sabater
Páginas219-234

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Aunque la condición de alto cargo o alto funcionario es la que más parece determinar la opinión de los encuestados sobre el funcionamiento de la Comunidad de Madrid y la relación existente entre ellos, el puesto que ocupan dentro estas categorías introduce matices reseñables dentro de la perspectiva de cada uno.

1. Subdirectores generales vs jefes de área
1.1. Comparación

Existen pocas diferencias en las características personales de los subdirectores generales y los jefes de área y ninguna de ellas es estadísticamente significativa152. Los subdirectores generales tienden ligeramente a ser más de sexo femenino, del Cuerpo de Técnicos Superiores de Administración General de la Comunidad de Madrid (TSAG), licenciados en derecho, con menos experiencia en otras Administraciones o en el sector privado, y con una edad más concentrada entre los 39 y 52 años. Paralela y lógicamente los jefes de área son ligeramente más de sexo masculino, no del Cuerpo de Técnicos Superiores de Administración General de la Comunidad de Madrid, no licenciados en derecho, con más experiencia en otras Administraciones o en el sector privado, y con una edad menos homogénea.

Pese a que no existen diferencias personales estadísticamente significativas, el ocupar un puesto de subdirector general o de jefe de área resulta ser el segundo factor en el que existen más diferencias estadísticamente significativas en las respuestas (en 53 variables, un 31% del total). Esto nos lleva a pensar que ocupar un puesto u otro puede condicionar de algún modo de forma relevante

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la visión de los altos funcionarios. Esta influencia, que en cualquier caso es inferior a la que supone la pertenecía común a la alta función pública, debería ser estudiada de forma detallada con un análisis multivariable específico153.

El «tono» de la relación entre altos cargos y altos funcionarios es significativamente mejor en opinión de los subdirectores generales que en la de los jefes de área. En la pregunta 13, la puntuación que estos otorgan a la calidad y cercanía de este relación (6,49 y 5,93 sobre 10) difiere de forma estadísticamente significativa a la de los jefes de área (5,79 y 5,11), que a duras penas la califican con un aprobado.

Los subdirectores generales también puntúan más alto a los altos cargos en todos los aspectos propuestos en la pregunta 14. En lo relativo a la iniciativa y creatividad, la capacidad de planificación y el trato personal tanto de directores generales como de secretarios generales técnicos la diferencia es estadísticamente significativa. No existen diferencias estadísticamente significativas en lo relativo a la preparación técnica y dedicación, aunque la puntuación media que les otorgan los subdirectores generales es también superior.

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Los subdirectores generales y jefes de área coinciden, sin embargo, a grandes rasgos, sobre quiénes son los «ganadores», es decir, los actores más influyentes en los distintos ámbitos. La presidenta, consejeros y titulares de los departamentos lo son en todos los ámbitos, aunque los subdirectores aprecian que

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estos tienen aún una mayor influencia, con una diferencia estadísticamente significativa, en la elaboración del presupuesto y de normas y programas. Los dos aprecian también que la única influencia relevante en la toma de decisiones de los altos funcionarios es la que tienen los subdirectores generales en las decisiones de gestión, aunque siempre muy por debajo del titular del órgano y a la altura de otros actores políticos como la presidenta, los consejeros o secretarios generales técnicos.

Los subdirectores generales y los jefes de área tienden a diferir poco en la mayoría de las preguntas relativas al «modo y estilo de interacción» con los altos cargos. Apenas existen diferencias reseñables cuando valoran tanto en lo referente al grado de burocratismo existente y deseable, como en su percepción sobre la falta de planificación, la urgencia en la que se han de adoptar muchas decisiones y, en menor medida, la falta de medios154.

También coinciden a la hora de señalar que los factores políticos, afinidad y afiliación al partido en el Gobierno, son los factores decisivos para acceder a los puestos jerárquicamente superiores y más influyentes: los directores generales y los gerentes de Organismos Autónomos. Al no ser el conocimiento técnico el origen de su nombramiento es su «autoridad» y no sus «conocimientos» los que determinan sus relaciones con los funcionarios. Como veremos, sin embargo, no coinciden del todo al analizar los factores que influyen en el nombramiento de los funcionarios.

Los jefes de área consideran que tienen un perfil más político, y creen que en su trabajo las tareas de perfil político como «representar a la Comunidad de Madrid» y «tratar con la prensa» tienen más importancia. Paralelamente, los jefes de área consideran que otras de perfil técnico como la «gestión de personal», el «asesoramiento jurídico y técnico» o la «gestión de procedimientos» tienen menos importancia que lo que consideran los subdirectores generales.

En el mismo sentido, tienen distinta apreciación sobre cuáles son los elementos más influyentes en el nombramiento de los altos funcionarios (aunque ya hemos visto que coinciden en lo relativo a los altos cargos). En la pregunta 9 los subdirectores generales observan una mayor relevancia de factores técni-

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cos (conocimientos profesionales, experiencia en el puesto) en el nombramiento de subdirectores generales y secretarios generales técnicos, mientras que los jefes de área aprecian más la importancia de factores políticos (afinidad y afiliación) en el nombramiento de los subdirectores generales y los propios jefes de área.

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En relación a lo que comentábamos más arriba (ver el capítulo V.4.1) la Imagen I de Aberbach, Putnam y Rockman (1981) es de especial utilidad para entender la visión que tienen los subdirectores generales sobre el reparto del trabajo técnico y político en la Administración de la Comunidad de Madrid. Aprecian, en mayor medida aún que los Jefes de área, que la dedicación principal a las tareas políticas o técnicas define a políticos y funcionarios. Establecen dos grandes grupos de materias, que podríamos denominar como hace Wilson (1887) «política» y «Administración». La actuación de los políticos y los funcionarios sería casi exclusiva y la del otro grupo auxiliar y poco relevante.

1.2. El papel de subdirectores generales y jefes de área en la relación con los altos cargos

Los subdirectores generales, que ocupan el escalón jerárquico funcionarial más alto, llevan a cabo indudablemente una labor de intermediación entre el ámbito político y el funcionarial. Mejoran el «tono» de la relación entre ambos espectros al otorgar a los altos cargos puntuaciones significativamente superiores que los jefes de área en la mayoría de los criterios. Son ellos los que realizan el grueso del contacto personal con los altos cargos: se reúnen, con ellos de media, entre dos y tres veces más que los Jefes de área.

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El énfasis de los subdirectores generales en la práctica ausencia de elementos políticos en su trabajo, con el que están de acuerdo los altos cargos funcionarios y que matizan en cierto grado los jefes de área y los altos cargos no funcionarios, muestran un fuerte deseo de separar con claridad su ámbito de influencia del de los altos cargos y legitimar su posible influencia, que es real aunque actualmente no muy grande, en aspectos técnicos no sometidos al vaivén del juego político.

2. Altos cargos funcionarios y no funcionarios Altos cargos afiliados al pp y altos cargos no afiliados al PP
2.1. Comparación

Los altos cargos funcionarios y los altos cargos no afiliados al PP que respondieron a nuestra encuesta son dos grupos humanos prácticamente idénticos. Lógicamente, y de forma paralela, los altos cargos no funcionarios y los altos cargos afiliados al PP son, con las salvedades que comentaremos, las mismas personas. De los doce altos cargos no funcionarios encuestados, once son afilados al PP, es decir, solo uno de ellos no está afiliado. De los trece altos cargos afiliados al PP once no son funcionarios, es decir solo dos de los afiliados son funcionarios. En total, por lo tanto, solo dos altos cargos funcionarios están afiliados al PP y solo uno de los altos cargos que no es funcionario no está afiliado al PP. Hablar de altos cargos no funcionarios en la Comunidad de Madrid parece ser, en gran medida, sinónimo de alto cargo afiliado al Partido Popular.

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De igual modo, hablar de altos cargos no funcionarios parece ser, en gran medida, lo mismo que de no afiliados al Partido Popular.

Esto en sí mismo, por supuesto, parece relevante. En la Comunidad de Madrid parece que existen principalmente solo esas dos vías de acceso a los altos cargos. Para los funcionarios sería suficiente una afinidad política, pero entre los que no...

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