Individuo y orden social en los comienzos de la modernidad: consideraciones sobre la categoria de individuo a proposito de la obra postuma de Andres Bilbao "Individuo y orden social".

AutorPrieto Rodríguez, Carlos
CargoMONOGR

Sumario. 0. Introducción: el problema de la emergencia del individuo en la modernidad. 1. El punto de vista de A. Bilbao: individuo y orden social. 2. El punto de vista de Louis Dumont: del holismo al individualismo. 3. Bilbao y Dumont: semejanzas y diferencias. 4. Una conclusión abierta

[en] Individual and social order at the beginning of the modernity: about the posthumous work "Individuo y orden social" by Andrés Bilbao

  1. Introducción: el problema de la emergencia del individuo en la modernidad

    En 2007 se publicaba como obra póstuma el libro de Andrés Bilbao al que se hace referencia en el encabezamiento de este artículo y que reproduce, más o menos literalmente, el texto que presentó como memoria académica de la última de las cátedras universitarias de sociología a las que concurrió. Es un trabajo de Andrés Bilbao al que, a nuestro modo de ver, no se le ha prestado la atención que se merece; por lo que dice y por lo que sugiere (al menos, a mí me lo sugiere) (2). Como (casi) todas las memorias académicas no es una obra redonda ni acabada (y menos si su publicación se hace sin que el responsable de la misma sea el propio autor) por más que trate con bastante rigor el tema al que su autor dedicó más tiempo y esfuerzo en los últimos años de su vida: la emergencia del individuo en la modernidad europea y su significado. El hecho de que no se tratara de una obra acabada no fue óbice para que, sólo un año después, Esther Pascual López (2008), la persona que, siendo discípula suya (Bilbao fue el director de su tesis sobre Mandeville), conocía mejor su pensamiento sociológico y sus líneas de construcción y desarrollo, le dedicara una ilustrada reseña. Sería muy difícil hacer una nueva reseña del libro de Andrés Bilbao que supere la de Esther Pascual. Tampoco lo vamos a pretender, ni es nuestro objetico en este texto. Lo que pretendemos es hacer una reflexión a distancia de lo que puede aportar (y sugerir) esta obra póstuma de Andrés Bilbao al conocimiento de uno de los pilares sobre los que se construye la modernidad, el del individuo. No tendremos en cuenta la totalidad del libro. Vamos a referirnos exclusivamente a su "Primera parte", titulada, concretamente, "La emergencia del individuo"; de modo que dejamos de lado la consideración de toda la segunda parte titulada "La transición a la sociología" (3).

    Son varias las razones que, a mi modo de ver, justifican el que hagamos una lectura crítica de esa Primera parte de la obra de Andrés Bilbao. La primera tiene que ver con el hecho de que el fenómeno de la "emergencia del individuo" y su consolidación en los siglos XVII y XVIII europeos se halle reconocido en el pensamiento y en la investigación social actuales como un fenómeno crucial para entender las sociedades modernas (las de entonces y las de ahora). La idea de que el individualismo (o mejor la idea de que el hombre es ante todo un individuo y/o de que la sociedad se halla constituida por un conjunto de individuos) ocupa un lugar central en el proceso de configuración de la modernidad es desde hace tiempo doctrina común entre pensadores, historiadores y analistas sociales. Tan común que puede parecer una cuestión "inespecífica, difusa e inabarcable" y muy difícil de abordar en unas pocas páginas. Aun así, parece constatarse en las últimas décadas una especie de renovado interés en seguir profundizando en el tema; al fin y al cabo, individuo e individualismo son mucho más que términos que están detrás de todas las ciencias sociales de los últimos cien años; son categorías sociales (en el sentido que Bourdieu da a este concepto) centrales a partir de las cuales definimos, ordenamos y discutimos permanentemente el modo como se halla configurado el ordenamiento social. Prueba de esto son varias investigaciones históricas expresamente centradas en él; como la de Siedentop (2014) titulada Inventing the Individual. The Origins of Westerns Liberalism, (y la réplica española por parte de Delgado-Gal (2015) en Revista de Libros), la de Van Dülmen (2016/1997), El descubrimiento del individuo. 1500-1800, la de De Bart (2009) titulada L'individualisation o la del propio Andrés Bilbao (2007), entre otras. En este contexto no está de más releer las consideraciones que hace sobre este punto uno de los sociólogos españoles más sólidos y originales como Bilbao (2007), aunque, según sostiene Esther Pascual en su reseña de 2008, en una primera lectura, su enfoque pueda parecer a algunos poco original.

    No está de más recordar, de paso, que la relevancia de la categoría de individuo en la configuración del ordenamiento social de la modernidad es una cuestión que nos remite a obras clásicas de algunos de los "padres de la sociología" de finales del XIX y comienzos del XX. Bastaría pensar en tres de ellas. La del alemán Ferdinand Tonnies titulada Comunidad y sociedad y publicada en 1887. La de Emile Durkheim titulada De la division du travail social y publicada en 1893 (4). Y la del artículo de Simmel titulado "La diferenciación social" y publicado en 1894 (incluido en Cuestiones fundamentales de sociología). Como se verá a continuación, la diferencia estará, por parte de Bilbao (2007), en el modo como aborda la cuestión.

    La segunda razón no tiene que ver con ninguna consideración del pasado sino con la del presente. Hay en la actualidad una abundante literatura sociológica sobre lo que podría denominarse como la reindividualización de la sociedad. Si se habla cada vez más de una segunda modernidad y, según muchos autores, un punto clave de ella es precisamente el de una especie de reinvención del individuo; un fenómeno cuya fecha de nacimiento serían los años 60 del siglo pasado y que no ha hecho más que acentuarse. Probablemente el investigador más influyente de esta nueva corriente sociológica sea el sociólogo alemán Ulrich Beck (2003). Una obra de síntesis--y de referencia--sobre ella es la de Martuccelli y Singly (2009), y, en la literatura sociológica en lengua castellana, Martuccelli y Santiago (2017). Nadie dudará de que esta segunda individualización podrá entenderse mejor si profundizamos en lo que fue la primera. Y la obra de Bilbao cumple perfectamente con el requisito.

    La tercera razón es el valor del planteamiento del problema como tal por parte de Andrés Bilbao. Este valor puede adivinarse en el propio título de la obra: Individuo y orden social. Si no interpretamos mal el fondo de su pensamiento, no se interesa en la "emergencia del individuo" sin más, sino en la medida en que es una pieza clave en la construcción del "orden social" de la modernidad. Puede decirse que, para él, si hay un problema en relación con la definición y el sentido de la categoría de individuo (y de la sociedad como un conjunto constituido por individuos) es porque, a la vez y antes, hay un problema de orden social.

    Tomaremos, pues, la obra de Andrés Bilbao como razón y excusa para aportar elementos a la "inacabable" discusión sobre la relación entre "individuo" y "orden social" en el nacimiento de la modernidad. Pero, para hacerlo con una perspectiva más abierta, contrastaremos su planteamiento con el ofrecido sobre la misma problemática por el conocido antropólogo francés Louis Dumont.

    En fecha muy anterior a la publicación de la obra de Bilbao, en 1977, el antropólogo francés Louis Dumont publicaba una obra sobre el tema que no ha dejado de tener interés e influencia académicos por el tipo de abordaje científico-social que hace. Es este planteamiento particular el que nos ha llevado a referirnos a esa obra suya junto con la de la de Bilbao. Dicha obra se titula Homo aequalis. Genèse et épanouissement de l'idéologie économique. Y, por el propio título, puede entreverse que su objeto material de análisis en buena medida coincide con el de Bilbao: el estudio de la génesis y el desarrollo de la idea de individuo (e igualdad) como parte de la ideología económica moderna en el momento de su nacimiento. El orden expositivo de la obra de Dumont está organizado de un modo parejo al de Bilbao. Al igual que la de Bilbao, está dividida en dos partes, una primera que trata de la "Génesis del individualismo" y una segunda, más breve, dedicada a tratar cuestiones teórico-antropológicas. Como en el caso de la obra de Bilbao, solo prestaremos atención a la primera de estas dos partes. En todo caso, la diferente mirada con la que Dumont aborda la cuestión del individualismo puede facilitar una mejor comprensión del planteamiento de Bilbao; de ahí que la tomemos como un buen motivo para ejercer de contraste y facilitar así una mejor comprensión.

    Seguiremos el siguiente orden de exposición. Primero presentaremos por separado el modo como Andrés Bilbao, por un lado, y Louis Dumont, por otro, abordan el análisis de la emergencia del individuo y de su significado y valor en los comienzos de la modernidad. Seguirá con la exposición de un análisis comparativo de ambos planteamientos en que se resalte la especificidad del planteamiento de Bilbao. Finalmente haremos algunas reflexiones conclusivas sobre el tema de la relación entre individuo y orden social resaltando la importancia de la definición de la categoría de orden social para su comprensión.

  2. El punto de vista de Andrés Bilbao: individuo y orden social

    En su investigación sobre la forma como los filósofos--básicamente ingleses y escoceses, con la inclusión ineludible y excepcional de Spinoza ex parte ante y la de Kant ex parte post--de los siglos XVII y XVIII definen y valoran el individuo --o si se prefiere, al hombre entendido como individuo--Bilbao subraya tres puntos. Primero que no abordan su reflexión sobre el...

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