El impacto de los procesos políticos y sociales de 1968 en la transición española
| Autor | Joaquín Ruiz Díaz |
| Páginas | 87-120 |
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EL IMPACTO DE LOS PROCESOS
POLÍTICOS Y SOCIALES DE 1968
EN LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA
JOAQUÍN RUIZ
Universidad Rey Juan Carlos
El proceso de la Transición Española y uno de los lo-
gros más importantes de la misma, que fue la redacción de
la Constitución Española, supuso para nuestro país el retor-
no a la normalidad democrática, tras el periodo de la dicta-
dura franquista al nal de la guerra civil.
Aunque este proceso se data de distintas formas según
los diversos autores que han investigado el mismo, por aco-
tarlo de manera formal, podríamos decir que se inició con
la muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975 y culmi-
nó el 6 de diciembre de 1978 con la aprobación mayoritaria
del texto constitucional en el referéndum convocado a tal
efecto.
Sin embargo, esta acotación temporal, no recoge algu-
nos acontecimientos, previos y posteriores, que in uyeron
de manera fundamental en la generación de la transición a
la democracia.
En el proceso de España a la Transición democrática y
su resultado, se dan a mi juicio tres acontecimientos so-
Joaquín Ruiz
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ciopolíticos, que tuvieron in uencia en la misma de una u
otra manera, que tienen en común el haberse producido
en 1968.
Se puede a rmar que 1968 fue el año de la rebelión a
nivel mundial, tanto por la diversidad de actores y países
que se vieron involucrados, como por la variedad de objeti-
vos que se pretendían alcanzar.
El siglo , especialmente en su primera mitad, fue
convulso, no sólo por las dos con agraciones mundiales
que se produjeron en su primera mitad, sino también por
la diversidad de ideas y movimientos, tendentes a cambiar
un estatus político bastante anquilosado y tradicional, don-
de las grandes potencias e imperios dominaban no solo los
territorios, sino también la economía, e incluso y más preo-
cupante, las ideologías.
Tras el nal de la Segunda Guerra Mundial, con su te-
rrible coste de vidas humanas y de destrucción, comenzó,
especialmente entre los estudiantes universitarios, a calar
muy hondo el ideal del paci smo y la convivencia.
Sus objetivos eran fundamentalmente la nalización
de los con ictos que aún persistían, como la guerras de
Vietnam (1960-1975), Corea (1950-1953) y los con ictos
en Oriente Medio entre árabes e israelíes por el reparto
de territorios, tras la aprobación por la ONU el 20 de no-
viembre de 1947 del Plan de Partición de Palestina, bajo
mandato británico hasta mayo de 1948, y la proclamación
por David Ben Gurión el 15 de mayo de 1948 de la crea-
ción del nuevo país, con icto este último, que al día de
hoy aún permanece activo, con mayor o menor grado de
violencia
A continuación, expondré los acontecimientos que te-
niendo en común el haber sucedido ese año, tuvieron in-
uencia de forma más o menos directa en el proceso de
restauración democrático de España.
El impacto de los procesos políticos y sociales de 1968…
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EL MAYO DE PARÍS (EL DULCE AROMA DE LA
LIBERTAD)
Los hechos del «mayo francés del 68» son los más cono-
cidos, tanto por la repercusión que tuvieron en su momen-
to, como por la abundante literatura que generaron y gene-
ran todavía, aunque a medida que transcurre el tiempo,
incluso algunos de sus protagonistas se preguntan sobre
ellos desde otra perspectiva más distante, desde la cual in-
cluso plantean dudas sobre su oportunidad y forma de rea-
lización.
Los acontecimientos del mayo de París son quizá los
más señalados, pero por supuesto no los únicos.
Durante 1968 se produjeron diversas revoluciones, y no
todas ellas fueron homogéneas, de hecho, citando a Mark
Kurlansky en su obra 1968 «Lo que tuvo de único 1968 fue que
la gente se estaba rebelando por cuestiones bien dispares, y que
tenía en común tan sólo el deseo de rebelarse, ideas sobre cómo
hacerlo, cierta sensación de aislamiento del orden establecido y
un sentimiento de profundo desagrado hacia el totalitarismo en
cualquiera de sus formas. Donde había comunismo la gente se
rebeló contra el comunismo, donde había capitalismo se rebeló
contra él. Los rebeldes rechazaban la mayoría de instituciones,
así como a líderes y partidos políticos. No contaban con un plan
previo y no estaban organizados. Las rebeliones se dirigirían me-
diante reuniones convocadas de manera apresurada; algunas de
las decisiones más importantes se tomarían casi por antojo. Los
movimientos eran en contra del totalitarismo y carecían por tan-
to de líder o tenían líderes que negaban serlo. Las ideologías rara
vez eran claras y sobre muy pocas cuestiones había un acuerdo
generalizado» (Kurlansky; 1968:17-18).
En España los principales movimientos sociales que
fueron consecuencia de los acontecimientos del 68 se cen-
traron en la universidad y en el mundo laboral.
En el sector universitario, durante las décadas de 1960
y 1970, estos movimientos ya se habían establecido como
un instrumento importante de creación de espacios de li-
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