Igualdad y equidad de género para fortalecer la impartición de justicia

AutorHelen Contreras Hernández
Cargo del AutorMaestra de tiempo completo de la Unidad Académica de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Tamaulipas
Páginas273-293
IGUALDAD Y EQUIDAD DE GENERO PARA
FORTALECER LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA
Helen Contreras Hernández1
INTRODUCCIÓN
Todos los derechos fundamentales deben estar regulados en un Ordena-
miento Jurídico de semejante naturaleza, por consiguiente, es la Ley Supre-
ma de cada nación el Cuerpo Legal que debe contener las disposiciones ju-
rídicas relativas a la protección de los derechos subjetivos que corresponden
universalmente a todas las personas dentro de la vida social. Actualmente,
el Estado Mexicano ha tenido que adaptarse a las transformaciones que se
han suscitado universalmente, por lo que el llamado fenómeno de la globa-
lización no solamente ha tenido implicaciones de naturaleza mercantil, sino
por el contrario, también ha impactado decisivamente en la evolución del
derecho en general.
La nación mexicana se enfrenta a nuevos retos y por consiguiente, tie-
ne el deber de proteger los derechos fundamentales, más allá de sus fron-
teras y requiere buscar alternativas apropiadas para tutelar globalmente a
los seres humanos, creando instituciones jurídicas de naturaleza universal
para enfrentar los retos que impone la globalización. La Constitución, hoy
día, es considerada como un modelo de vida susceptible de ser reformada
para adaptarse a los constantes cambios que se generan en la humanidad.
Sin embargo, los titulares de los derechos fundamentales seguirán siendo
las personas. De tal manera que el Estado Mexicano, como agrupación de
individuos, ha sido constituido para servir a los individuos. Por lo que a fin
de coordinar armónicamente los vínculos que pueden generarse entre los
distintos sujetos que lo integran debe tener siempre en cuenta los derechos
fundamentales como principios que constituyen la esencia del ser humano.
1 Maestra de tiempo completo de la Unidad Académica de Ciencias Jurídicas y Sociales de la
Universidad Autónoma de Tamaulipas. Doctora en Derecho Privado por la Universidad de Burgos,
España. Perfil Deseable (PROMEP 2010) por la SEP. Líder del Cuerpo Académico en Consolidación
“Estudios Jurídicos y Sociedad”.
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El individuo es anterior y superior a toda organización de carácter políti-
co, es creador del Estado y por esa razón, goza de los derechos fundamenta-
les derivados de su naturaleza. Lo anterior implica que, todo Ordenamiento
Jurídico creado por el poder público reconozca los privilegios que le corres-
ponden al ser humano por el solo hecho de ser persona. Así, todo Cuerpo
Legal debe tener como finalidad la obtención del bienestar de la sociedad
en general y de las personas en su individualidad, teniendo la obligación de
tutelar al ser humano en toda su extensión.
En este estudio, nos interesa destacar que por su naturaleza, toda per-
sona es igual sus semejantes, cada individuo tiene la misma posibilidad de
llevar a cabo plenamente los fines que se proponga y todo ser humano ha
sido dotado de los mismos derechos que le corresponden por la sola razón
de existir. La idea de igualdad es uno de los fundamentos esenciales de la na-
turaleza humana, porque todos los hombres nacemos iguales en derechos.
Efectivamente, como individuos, nacemos con los privilegios inherentes
a nuestra esencia humana, de ahí la obligación de toda nación de respetar-
los y protegerlos. El Estado, como organización política, tiene el deber de
mantener el orden y garantizar la seguridad jurídica de los individuos que
integran la sociedad. Sin duda, es fundamental la existencia del Estado para
la vida civil, pero su función principal debe consistir en asegurar el apropia-
do desenvolvimiento de cada ser humano dentro de la comunidad de la que
forma parte, para lo cual requiere tutelar los derechos fundamentales de las
personas, que como hemos señalado, derivan de su propia esencia y por ese
motivo, resultan indispensables para su desenvolvimiento personal.
De estas consideraciones deriva la importancia que tiene para cada na-
ción la Ley Fundamental, ya que a través de la misma, la organización po-
lítica puede realizar sus fines sociales. Pero lo más relevante es, que dicho
Ordenamiento Jurídico plasme las disposiciones protectoras de los derechos
fundamentales que derivan de la esencia de la persona, ya que en toda Ley
Suprema deben proclamarse los fines primordiales del Estado y establecerse
las normas básicas a las que deberá ajustarse el poder público para la apro-
piada tutela de los privilegios inherentes al ser humano.
Entre los principales derechos que derivan de la naturaleza del individuo
destaca el derecho de igualdad, porque como indicamos anteriormente, to-
dos los seres humanos nacemos iguales y por consiguiente, el Orden Jurí-
dico tiene el deber de respetar nuestra esencia. Como personas, tenemos
los mismos privilegios y por consecuencia, se nos deben otorgar las mismas
oportunidades para el logro de los fines que nos proponemos. De manera
que, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como Ley Su-
prema que rige en la nación mexicana, consagra este principio fundamental
de forma universal.
Por otra parte, proveniente de la igualdad existente entre todos los seres
humanos surge el principio de equidad de género, relativo a que tanto el
varón como la mujer son iguales ante la ley. Por tanto, tienen derecho a que
se les otorguen las mismas oportunidades de participación activa en la vida

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