Igualdad, diferencias y desigualdades

AutorJosé Manuel Rodríguez Uribes
CargoUniversitat de Valencia
Páginas499-502

AÑÓN ROIG, María José, Igualdad, diferencias y desigualdades, Fontamara, México D. F, 2002, 157 pp.

Page 499

Existen materias -con seguridad en todos los ámbitos del pensamiento, pero también en el propio de la Filosofía política y jurídica-, especialmente centrales y, al tiempo, particularmente complejas. Este es el caso sin duda de la noción «igualdad», de todas sus proyecciones y de todos sus sentidos posibles, algunos indeseables desde el punto de vista político. La historia de las ideas demuestra que se trata de una de las preocupaciones constantes de la filosofía política, junto a la libertad y a otros valores más recientes, sobre los que se ha dicho todo y muchas veces nada (Rousseau dixit). La igualdad es también una noción compleja, a pesar de que en no pocas ocasiones se ha presentado en términos excesivamente simples, tanto si se defiende como si se ataca, reducida a dicotomías sólo parcialmente explicativas: igualdad formal vs igualdad material, igualdad como isonomia, igualdad como equiparación o como no discriminación e igualdad como diferenciación, como igualdad de oportunidades educativas, como igualdad económica o como igualdad en los puntos de partida o de llegada, etc. Son adjetivos, atributos o peculiaridades de la igualdad que no agotan todas sus posibilidades y que, al tiempo, por sí solos/as y en términos excluyentes, no terminan de dar cuenta precisa del perímetro de este valor que, en su sentido más profundo, pertenece a la tradición democrática y socialista. No pienso, a estas alturas de nuestro tiempo, en el impensable igualitarismo leninista, que concibe a la igualdad como incompatible con la libertad; «¿Libertad para qué?», respondió el líder bolchevique a Fernando de los Ríos en el viaje de éste último a la Rusia sovietista. Mala herencia ésta de una tesis marxista, equivocada por lo demás en su determinismo histórico, pero válida todavía en estos tiempos que corren de globalización económica y de patriotismo constitucional mal entendido, a saber: «la política -en palabras de Gerald A. Cohen- es que la tarea que el marxismo se impone, que es liberar a la humanidad de la opresión con la que el mercado capitalista la azota, no ha perdido su urgencia»1. Si se prefiere, en su formulación negativa y utilizando unas bellas palabras de Fernando de los Ríos quePage 500 tienen tanto de verdad como de riesgo si se hace una interpretación de las mismas cercana al mensaje leninista: «[...] no hay más posibilidad de hacer al hombre libre que haciendo a la economía esclava [...]»2.

Todo esto no es más que una manera de decir, o de empezar a decir, si se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR