Una red holística para las ciencias y las humanidades: la Academia Europea de Ciencias y Artes.

CargoAcademia Europea de Ciencias y Artes

Un instrumento no convencional.

La Ciencia (que, en el sentido que le damos aquí, incluye también las Humanidades) es una empresa internacional. Durante mucho tiempo, los científicos han recabado la opinión de sus colegas, tanto del propio país como del extranjero y, más pronto o más tarde, las ideas y los hallazgos científicos se han abierto paso a través de las fronteras nacionales.

En Europa, la internacionalización de la ciencia se aceleró en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial y, progresivamente, condujo a una comunidad europea de las ciencias y las humanidades. Un indicio de este fenómeno ha sido el número constantemente creciente de publicaciones científicas conjuntas. En este proceso, las redes voluntarias entre científicos, así como las redes y estructuras establecidas a nivel nacional y trans-nacional, han jugado papeles importantes. Pero esta evolución no ha sido un proceso lineal sencillo. El progreso de las redes puede llevar a abordar conjuntamente los nuevos retos científicos (un ejemplo es la Fundación Europea de la Ciencia). Análogamente, el reconocimiento de los nuevos retos mundiales puede llevar a nuevos tipos de redes y estructuras (un ejemplo es el Programa Marco europeo de I+DT). Ninguno de estos procesos actúa aisladamente.

El concepto del ERA es una extensión interesante de este proceso de integración. En relativamente poco tiempo, el ERA se ha convertido en un marco de referencia para los temas de política científica en Europa. Este proceso se ha visto reforzado por el acuerdo político, al más alto nivel, de que la debilidad estructural de la investigación científica en Europa se ha de abordar en el contexto de un esfuerzo coherente conjunto.

El concepto del Espacio Europeo de Investigación (ERA) es una extensión de la integración internacional de la investigación y, en relativamente poco tiempo, se ha convertido en un marco de referencia de los temas de política científica en Europa

En esta nueva fase, las redes trans-nacionales interdisciplinares voluntarias (llamadas aquí simplemente las 'redes') son catalizadores útiles, por su propia naturaleza. Al tiempo que garantizan una elevada calidad científica, ofrecen una gama completa de características únicas que permiten complementar a los instrumentos más tradicionales, institucionalmente establecidos. En particular, estas redes se caracterizan por:

Independencia frente a intereses especiales o grupos de presión, ya que las redes reúnen a intelectuales que han acordado interactuar voluntariamente a título personal, sobre la base de valores éticos y morales, compartiendo así una visión común.

Alto grado de flexibilidad y, por tanto, capacidad para responder oportunamente a los nuevos retos, ya que las redes proceden de, o dan como resultado contactos personales duraderos entre investigadores.

Enfoques no burocráticos y no autocráticos, ya que los contactos han madurado en las redes y se ha creado confianza entre 'socios paritarios'.

Exhaustividad, en cuanto a contenido y participación, ya que las redes trascienden las disciplinas científicas concretas y atraviesan las fronteras nacionales.

Combinación de enfoques de 'abajo a arriba' y de 'arriba a abajo', ya que en las redes participan científicos en activo, así como gestores y asesores científicos de alto nivel.

Cuadro 1. La Academia Europea de Ciencias y Artes

La Academia Europea de Ciencias y Artes (con sede en Viena, Austria) es una red europea de intelectuales de muchos campos diferentes que, además de ser especialistas competentes, están interesados en los problemas científicos y éticos relacionados con el futuro de la humanidad.

La Academia se creó en los años 90, cuando, después del final de la guerra fría, surgió en Europa la mecesidad de un diálogo más amplio sobre ideologías, culturas científicas y pensamiento académico. Hoy, la Academia reúne a unos 1.200 artistas, médicos, ecologistas, educadores, juristas, filósofos, políticos, científicos, sociólogos, teólogos, escritores, etc. Principalmente proceden de Europa, incluido el antiguo bloque oriental, pero también de Asia y de Estados Unidos. Entre sus miembros hay varios premios Nobel.

La Academia se estructura en siete divisiones: (i) Humanidades; (ii) Medicina; (iii) Artes; (iv) Ciencias naturales; (v) Ciencias sociales, Derecho y Economía; (vi) Ciencias tecnológicas y medioambientales; (vii) Religiones del mundo. Cada división está presidida por un decano. El Consejo Presidencial y el Senado dirigen el conjunto de la Academia.

El trabajo de la Academia se desarrolla a través de plenos anuales y reuniones de trabajo, además de las tareas que se realizan en los institutos especializados de la Academia. Los resultados se publican en las revistas Annales y Litterae.

Otra característica atractiva, en relación con el último punto, es la participación de gestores y asesores científicos de alto nivel. Ello permite la interacción directa con los responsables políticos al más alto nivel. Los miembros más preeminentes de la comunidad científica a menudo tienen sus propios canales de comunicación con los líderes políticos, pudiendo así superar las trabas burocráticas.

Cuadro 2. El enfoque científico de la EASA

El objetivo de la Academia es prestar una contribución esencial a los cambios positivos de la cultura europea, tomando en consideración las ciencias y las artes en todos sus aspectos en la vida humana.

En consecuencia, la Academia se centra -en una perspectiva a largo plazo- en los temas interdisciplinares que cubren un abanico de áreas especializadas y trascienden las fronteras nacionales. Ningún tema se discute en abstracto, sino considerando siempre los valores culturales, éticos y consensuales. El enfoque básico de la Academia refleja asimismo la cambiante responsabilidad de la ciencia frente a la vida.

Las ciencias y las artes se consideran en relación con su libertad autónoma. Se presta atención a sus posibles dependencias de las autoridades que encargan los trabajos, de las limitaciones económicas y de los objetivos humanitarios. También se considera la influencia de la globalización.

Como resultado de la combinación de las características apuntadas, las redes ocupan una posición excepcional para formular un asesoramiento científico riguroso, ya sea a petición o por propia iniciativa, e inyectarlo en el proceso de toma de decisiones en el menor tiempo posible. Ello, a su vez, amplía las opciones sociales de la investigación científica.

Cuadro 3. Iniciativas de la EASA

Desarrollar conocimientos interdisciplinares. Se discuten temas de importancia capital para el futuro de la humanidad en conferencias y simposia científicos y en grupos de trabajo interdisciplinares. Entre las conferencias más importantes están: Cómo será la Universidad europea del siglo XXI (Bruselas, noviembre 2002); Tecnología genética -el impacto del factor humano (Salzburgo, agosto 2001); Debate inter-religiones (Viena, septiembre 2001); Ética y Estética en Medicina (Viena, octubre 2001); El agua en Europa (Budapest, noviembre 2001); Raíces religiosas de la tolerancia (Viena, octubre 2002); Agua, Medio Ambiente y Salud (Arad, octubre 2002); El Arte como mediador de la tolerancia (Nueva York, noviembre 2002).

Ejecutar proyectos trans-nacionales. (se dan otros ejemplos en los cuadros 4 y 5). El Instituto Europeo de Medicina (con sede en Salzburgo, Austria) estudia soluciones para mejorar la asistencia sanitaria en Europa. Otras iniciativas para promover el diálogo con los países candidatos al acceso a la UE son: el Instituto Europeo-Letón de Intercambio Cultural y Científico (con sede en Riga, Letonia) y el Instituto Bánato de Intercambio Cultural y Científico (Timisoara, Rumania). La iniciativa 'Puerta del Futuro' trata de sentar las bases de una fructífera cooperación en los países de la antigua Yugoslavia. En este proyecto participan jóvenes nombrados por las respectivas Academias Nacionales de Ciencias.

Difundir información variada. La política de la EASA consiste en difundir información de forma tan clara como sea posible, y en todos los aspectos socio-políticos y éticos que puedan ser útiles. Junto con las publicaciones regulares, se utilizan medios electrónicos y nuevos sistemas de comunicación interactivos.

Formular opiniones y asesoramiento científico. Como ejemplo, la opinión de la Academia sobre el Sexto Programa Marco europeo de I+DT 2002-2006 (julio 2001); el Memorándum de Budapest sobre la cuenca del Danubio (noviembre 2001), la declaración sobre la Agenda de la UE para la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, Johanesburgo, Sudáfrica, 26 de agosto-4 de septiembre 2002 (julio 2002): la declaración sobre '¿Necesitamos un Consejo Europeo de Investigaciones?' (septiembre 2002); la recomendación a la Convención sobre el Futuro de Europa (octubre 2002) o la contribución al Memorándum de Wurzburgo sobre la política lingüística europea (junio 2002).

La Academia Europea de Ciencias y Artes (Academia Scientiarum et Artium Europea, 2000) es un ejemplo interesante de organismo trans-nacional, plenamente interdisciplinar, que reúne a intelectuales de todos los países en una cooperación voluntaria. Característica única de la Academia Europea de Ciencias y Artes (EASA) es que combina todos los aspectos de la cultura: las ciencias exactas, las ciencias sociales, la teología y las artes (véanse los cuadros 1, 2 y 3). Otras características atractivas que esta red ofrece, en relación con la creación del ERA, se ilustran en los cuadros 4 y 5.

Cuadro 4. El proyecto Tolerancia: una red interdisciplinar

La investigación sobre la tolerancia requiere un enfoque plenamente interdisciplinar. Las redes ofrecen claras ventajas a este respecto. En este caso, el proyecto ha estado apoyado por la participación de especialistas en áreas que van desde la filosofía, la psicología y la pedagogía hasta los estudios culturales, pasando por la biología conductual y la medicina.

El proyecto se basa en la hipótesis de que no basta con predicar la tolerancia. Aunque ésta se considera como una virtud básica de las sociedades democráticas modernas, sabemos poco sobre las causas de la intolerancia. En parte parecen ser biológicas (miedo del 'otro'), en parte sociales y económicas (la pobreza), y en parte se deben a la ideología y a una falsa construcción de la historia (por ejempo, el antisemitismo), etc. Si se quiere enseñar tolerancia, es preciso comprender las causas de la intolerancia. Por otra parte, la tolerancia se entiende a menudo, equivocadamente, como una fuente (o un resultado) del relativismo y como incompatible con la afirmación de que ciertas convicciones son verdaderas y otras son falsas. Uno de los temas básicos de la educación contemporánea consiste en mostrar que es posible, y de hecho necesario, tener convicciones firmes y al mismo tiempo ser tolerantes con quienes no las comparten.

Además de realizar investigaciones sobre estas y otras cuestiones, un grupo de miembros de la EASA ha elaborado la Carta de la Tolerancia, un conjunto de principios básicos de la coexistencia humana. También, desde 1997, la EASA concede un Premio a la Tolerancia, que se otorga cada año a personas o instituciones comprometidas con la tolerancia, el diálogo interdisciplinar y trans-nacional y el antiracismo. Por último, en noviembre de este año se ha organizado un simposio científico en Nueva York, en estrecha cooperación con la National Academy of Sciences de EE.UU., donde los especialistas europeos y norteamericanos presentan trabajos sobre el papel de las artes como mediadoras de la tolerancia.

La Academia Europea de Ciencias y Artes es un ejemplo interesante de organismo trans-nacional, plenamente interdisciplinar, que reúne a intelectuales de todos los países en una cooperación voluntaria

Por tanto, una institución que trata de promover sistemáticamente la cooperación entre intelectuales de distintos países, así como un enfoque interdisciplinar de los problemas contemporáneos, constituye una contribución esencial para el éxito del viaje de Europa hacia un futuro desconocido. Más aún cuando esta institución ignora conscientemente la tradicional división de Europa entre la Occidental y la Oriental y, por tanto, ha considerado habitual, desde sus comienzos, la contribución de los científicos y los intelectuales de Europa Central y Oriental. Obviamente, las posibilidades de cooperación que brinda la EASA contribuyen a que los intelectuales de Europa Occidental colaboren con sus colegas de Europa Oriental, pero la condición de miembro es también de gran importancia para los propios intelectuales de Europa Central y Oriental2.

Cuadro 5. El proyecto de la cuenca del Danubio3: una red amplia

Este proyecto ilustra una investigación compleja, que requiere la participación de muchos actores diferentes. Debido a las consecuencias del cambio climático y de la transición económica, los riesgos relacionados con el agua dulce son especialmente preocupantes en la cuenca del Danubio. Esta región está compartida por muchos países, miembros, candidatos al acceso a la UE y otros. La diversidad histórica, política, económica, educativa y cultural de la región hace especialmente importante desarrollar y gestionar sistemas eficaces de gestión del agua.

Es necesario detectar, evitar y reaccionar frente a los desastres, tales como inundaciones o contaminación accidental de las aguas superficiales y subterráneas. Hay que realizar investigación para condensar la multitud de parámetros físicos, químicos y biológicos muy sofisticados en unos pocos indicadores, fácilmente comprensibles para los políticos a nivel multinacional, nacional y local, independien- temente de la diversidad cultural y económica de la región del Danubio.

Las redes pueden reforzar su utilidad. Un apoyo financiero adecuado les permitiría realizar plenamente sus posibilidades, que son notables respecto a los nuevos avances innovadores y visionarios. En particular, las redes podrían contribuir a identificar y promover temas interdisciplinares clave, que son importantes para la sociedad a largo plazo, supuesto que se cumplan las condiciones relativas a su autoridad científica, como las que se refieren a la calidad y número mínimo de sus miembros. Nótese, sin embargo, que imponer reglas burocráticas y/o objetivos de alcance limitado podría disminuir la dinámica interna de las redes y su flexibilidad, así como la disposición de los participantes a dedicar esfuerzos de forma voluntaria. Por otra parte, las mismas redes deben realizar los máximos esfuerzos para permanecer plenamente autónomas, en cuanto a su funcionamiento y objetivos.

Lecciones que se pueden derivar

Abordar los problemas presentes

Incluso dentro del marco de Europa, la internacionalización de la investigación, así como la cooperación internacional entre los artistas, no son tan fáciles como pudiera parecer. La interdisciplinariedad se ve, a menudo, amenazada por la tentación de detenerse en lo más obvio, sintindiéndose, por tanto, satisfecho con los resultados que no profundizan en el problema. Las razones son múltiples: la estructura de las universidades y, por tanto, la carrera de un intelectual o artista, difiere de un país a otro; la ciencia y las humanidades utilizan vocabularios diferentes, que representan de hecho dos culturas intelectuales; para tener éxito, cada intelectual o artista debe permanecer fiel al entorno en el que trabaja; a pesar de sus raíces comunes en una larga tradición, muchas posturas éticas y filosóficas difieren hasta el punto de que parecen impedir cualquier diálogo; la tolerancia se confunde fácilmente con una indiferencia benevolente; y así sucesivamente. Por último, pero no menos importante, la verdadera creatividad es rara, en la mayoría de los casos presupone una extensa educación, que ya no parece fácil de impartir por los centros docentes y que no rinde sus frutos sin una valiente renuncia a los halagos de la vida contemporánea.

En consecuencia, en el campo de la ciencia, las humanidades y las artes, la internacionalización y la interdisciplinariedad exigen un esfuerzo consciente y una disposición de los intelectuales y artistas participantes a postergar sus propios intereses. Este esfuerzo y esta disposición pueden ser reforzados por instituciones que sean conscientes y comprendan los problemas y, puesto que sus miembros comparten una visión común, estén motivadas para resolverlos.

Para que los problemas en juego se puedan abordar con éxito, tal visión debe centrarse en una idea del ser humano que no dé de lado las cuestiones relativas a lo que los antiguos griegos llamaban eu zhn, la vida 'buena', verdaderamente significativa. No se puede conseguir un verdadero progreso sin respetar la dignidad del hombre y su bienestar, y ello implica decisiones basadas en hipótesis más profundas que las que pueden ofrecer las ciencias y las artes. La visión de que 'no sólo de pan vive el hombre' fue siempre uno de los principios directores de la cultura europea. Perderla de vista significaría traicionar una tradición que constituye un elemento esencial de su identidad.

Un asesoramiento científico más amplio

Las redes están brindando posibilidades cada vez más útiles para realizar investigación compleja y para formular un asesoramiento científico riguroso.

Hasta ahora, las redes se han utilizado principalmente para abordar temas de investigación interdisciplinares. Sólo en unos pocos casos, y generalmente por iniciativa de las propias redes, se han utilizado deliberadamente para formular asesoramiento científico. De hecho, no está claro que las redes se reconozcan plenamente como instrumentos útiles para apoyar la formulación de políticas públicas. Por tanto, puede valer la pena explorar cómo pueden aprovecharse mejor las posibilidades de las redes para formular un asesoramiento científico riguroso dirigido a los políticos y sus asesores.

Promover el uso adecuado de las redes y establecer nuevas formas de relación entre los intelectuales y los políticos y otros, puede ser un catalizador para crear un entorno de investigación más dinámico

Igualmente importante es que la promoción de un uso adecuado de las redes -esto es, establecer nuevas formas de relación entre los intelectuales y los políticos, los intelectuales y el hombre de la calle, o los intelectuales entre sí- puede tener un efecto catalítico para crear un entorno de investigación más dinámico. Ello, a su vez, estimularía el desarrollo del ERA.

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Notas

  1. Este artículo refleja las opiniones de sus autores y no necesariamente las de la EASA.

  2. Para dar un sencillo ejemplo reciente, la EASA ayudó a un astrónomo polaco a publicar un trabajo (cuya importancia no era evidente a primera vista) en la revista de física más prestigiosa de Alemania.

  3. Véase Gestión de riesgos y de crisis en las cuencas fluviales multinacionales: La región del Danubio como ejemplo típico, The IPTS Report, número 68, octubre 2002.

Sobre los autores

Felix Unger es el Presidente de la Academia Europea de Ciencias y Artes (EASA). Es profesor de Cirugía y jefe del Departamento de Cirugía Cardíaca en Salzburgo. Además de su trabajo clínico, ha publicado 14 libros y unos 400 artículos. Su principal contribución científica fue la primera implantación de un corazón artificial en Europa, en 1986 y el desarrollo de una nueva tecnología de rastreo en la cirugía cardíaca. Además, promueve la interdisciplinariedad y la transnacionalidad en todos los campos de la ciencia, orientando tendencias futuras. Ha recibido cuatro doctorados honorarios en Medicina.

Nicholas Lobkovicz es el Primer Vicepresidente de la EASA. Enseñó Filosofía en Estados Unidos en 1960-67 y en Munich en l967-90. Fue Presidente de la Universidad de Munich en 1971-82 y de la Universidad Católica de Eichstätt en 1984-96. Desde 1979-84 fue miembro del Comité Permanente de la Conferencia de Rectores Europeos. Desde 1994 ha sido Director del Instituto de Estudios sobre Europa Central y Oriental en Eichstätt. Ha escrito o editado 25 libros y unos 500 artículos en varios idiomas, entre ellos el ruso, el polaco y el checo. Es miembro o miembro honorario de varias Academias Nacionales de Ciencias y es doctor en Filosofía.

György Pethes es Vicepresidente de la EASA. Trabajó durante 46 años en el Departamento de Fisiología de la Universidad de Ciencias Veterinarias de Budapest, y se retiró en 1990 como profesor y jefe de Departamento. Desde 1995 ha trabajado en la introducción de métodos nucleares en este campo. Ha sido Secretario del Comité Científico Asesor de la Autoridad de Energía Atómica de Hungría. Desde 1999 ha sido Consejero del Director General de dicha Autoridad, para la aplicación de métodos nucleares en Medicina, Agricultura, Industria y estudios medioambientales. Es doctor en Ciencias Veterinarias.

Gilbert Fayl es Secretario de Relaciones Exteriores de la EASA. Anteriormente trabajó durante 28 años en la Comisión Europea, en temas de política científica. En los años 80 fue miembro del equipo responsable de la iniciación y formulación conceptual de los Programas Marco europeos de I+DT. Después fue Consejero de C y T y de Educación en la Delegación de la Comisión en EE.UU., jefe de la Evaluación del Programa de I+DT y Director de Relaciones con los Organismos Asesores Científicos en la sede central de Bruselas. Es doctor en Ciencias Físicas.

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