Hacia la seguridad convergente. Escenarios de transformación y cambio en la defensa y la seguridad hemisférica y global

AutorVicente Torrijos R.
CargoCatedrático de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la Universidad del Rosario, de Bogotá, Colombia
Páginas124-142

Page 124

1. Introducción: las amenazas simultáneas múltiples (ASM) - amenazas ubicuas (AU)

¿En dónde estamos, y hacia dónde vamos en materia de seguridad y defensa en el hemisferio, con repercusiones globales? (EEUU - DoD, 2010; EEUU -WH, 2010; GB - PM, 2010; ONU - UNODOC, 2010).

La constante a la que nos enfrentamos es, en cualquier caso, el concepto de amenazas simultáneas múltiples (ASM), que puede definirse como la irrupción repentina y sostenida de factores de riesgo o peligro, intencionales y/o no intencionales, que alteran simultáneamente las principales variables de funcionamiento de los subsistemas regionales, o del sistema global de defensa y seguridad (contextualícese con Hoffman, 2009 a, b).

En todo caso, cuando se llegase a un cierto extremo de estrés, las ASM habrían derivado en lo que llamamos «amenazas ubicuas», es decir, presentes en muchos sitios, o más bien, en nodos sensibles del sistema-red de seguridad global, al mismo tiempo, y en un alto grado de intensidad. Sería algo así como el traslado al sistema global de la situación interna de Haití durante la primera semana de noviembre del 2010 cuando, a los efectos traumáticos del terremoto y del cólera, tuvo que sumarse el huracán Tomás. De hecho, muchos países estaban comprometidos en ese momento en la superación de la problemática haitiana, pero la situación, en vez de aliviarse, tendía a agravarse progresivamente.

Para poner un ejemplo que evoque esta escalada a la que se hace referencia, tan solo en un mes como agosto del 2010 se estaban presentando simultáneamente varios problemas serios en el sistema global, constituyendo un cuadro ASM de baja intensidad: derrame de petróleo en el Atlántico norteamericano, la tormenta tropical Bonnie, el huracán Álex que golpeó a México, la difícil reconstrucción de Haití marcada por altibajos, las afrentas proferidas por los regímenes de Corea del Norte e Irán, así como indicios claros de que el régimen venezolano seguía apoyando a grupos terroristas colombianos.

¿Qué hubiese pasado si los diferentes generadores de estrés se hubiesen comportado de manera diferente alcanzado grados de intensidad intermedios, superiores, o muy superiores?

Dicho de otro modo, y no obstante el optimismo referente al decrecimiento en la violencia política en el este asiático (Mack: 2010), las ASM

Page 125

tienden a complejizarse en la medida en que el sistema se hace más denso y conectado, de tal modo que la aglomeración de disfunciones podría ponerlo fácilmente al borde del colapso sin que exista una noción clara de lo importante que es conseguir la sostenibilidad y regulación del funcionamiento (una eficaz arquitectura anti fallas) (Taliaferro, 2004: 41).

En tal sentido, pueden identificarse tres escenarios en evolución hacia el porvenir (v. Anexo: Ficha de Trabajo) que muestran, por una parte, qué tan dispersos o polarizados se encuentran los esfuerzos destinados a enfrentar las ASM; y por otra, qué tan refinados y perfeccionados se hallan esos mismos esfuerzos, destacando, finalmente, la necesidad de que el sistema evolucione hacia lo que aquí se denomina un clima de «seguridad convergente» (basado en la convergencia de esfuerzos, recursos y dimensiones de acción y con-ceptualización).

Tales escenarios serían (v. Figura 1):

1: Alta dispersión y baja complejidad.

2: Dispersión media y complejidad media.

3: Dispersión baja y complejidad alta.

[VER PDF ADJUNTO]

De tal modo que, para plantearlo a manera de hipótesis, mientras los países (tanto en su dimensión gubernamental como no gubernamental) exhiben en el primer escenario una elevada tendencia a la dispersión de esfuerzos poco refinados e interconectados, en el tercero muestran una evolución sostenible hacia esfuerzos más integrados (menor atomización o polarización) que al mismo tiempo se presentan como más depurados y sofisticados a fin de enfrentar con mayor probabilidad de éxito a las ASM.

Page 126

2. Escenario 1: alta dispersión y baja complejidad
2.1. El tipo de seguridad

Es la típicamente reactiva (tit-for-tat: toma y dame), basada en respuestas (retaliaciones) ante actos percibidos como hostiles y en la cual la conducta individual del Estado, completamente independiente de las consideraciones de actores no estatales, es la imperante.

En tal sentido, los gobiernos actúan por su cuenta y riesgo, asumiendo por completo los costos de su actividad y preocupándose por la suerte de otros exclusivamente en la medida en que se relacionen con sus intereses co-yunturales, de tal modo que es tan solo a partir de coincidencias absolutamente explícitas como se pueden tejer alianzas o coaliciones en sentido clásico. En tal sentido, las grandes potencias, o los EEUU, como potencia prominente, se sienten estimulados a oficiar como rectores del orden regional y global, en una concepción típicamente verticalista (Buzan, 2004: 107 ss.; Tourreille & Vallet, 2006: 135 ss.).

Es una conducta que se hace manifiesta, por ejemplo, en ejercicios como la Estrategia de Seguridad Nacional del Reino Unido, divulgada el 18 de octubre del 2010 (GB - PM, 2010).

2.2. Medios de poder en que se basa

Se trata de los medios duros de poder, esencialmente basados en el uso o la amenaza de uso de la fuerza, por precaria que sea (Cooper, 2004). El unilateralismo es el método privilegiado y las relaciones se miden en términos de sometimiento (relativo o absoluto), e imposiciones (directas o indirectas).

2.3. Características de la escenografía

En su preocupación por mantener intacta la soberanía, los Estados se consideran autorizados a «combinar todas las formas de lucha» de manera precisa o imprecisa.

Page 127

Es así como los gobiernos recurren a promover el terrorismo (alojar, financiar, auxiliar bandas u organizaciones armadas ilegales), crean simbióticamente redes de organizaciones ilegales y legales para expandir revoluciones, perfeccionan redes terroristas cualificándolas en el marco de amenazas híbridas (Wilkie, 2009), hacen exhibiciones retóricas y físicas de fuerza, incrementan sus niveles de armamento (excediendo, incluso, los cálculos racionales), militarizan la sociedad civil con el fin de prepararse para eventualidades extremas (basadas en criterios más o menos claros para establecer la relación simetría / asimetría), apelan a la nuclearización tácita o expresa (presentándola como solución a problemas sociales de provisión de energía), y buscan establecer complejos de seguridad que, entre más desafiantes, mejor cumplen su cometido (Ronen, 2010).

Asimismo, los gobiernos se esfuerzan por esclarecer su noción de soberanía sometiéndola a una doble consideración (basada en un íntimo criterio de autosuficiencia): por una parte, recalcan la importancia de respetarla privilegiando el principio de integridad territorial y no intervención en los asuntos internos, pero, por otra, flexibilizan sus márgenes de maniobra mediante conceptos como el de la legítima defensa ampliada, con lo cual, se autorizan para emprender ataques preventivos o anticipados (asumiendo que una interpretación elástica del capítulo 51 de la Carta de las Naciones Unidas puede equipararse a una decisión tomada en el seno del Consejo de Seguridad).

Esta aceptación de la extraterritorialidad y de la anticipación en el manejo preservativo de su seguridad y defensa conduce a una desconexión entre la seguridad ciudadana (interna) y la seguridad regional y hemisférica, de tal modo que los gobiernos se sienten en capacidad de actuar eficazmente contra problemas comunes, como el narcotráfico, o el terrorismo, en sus fronteras, o en áreas transfronterizas, pero, en realidad, no logran contener estos fenómenos al interior, donde ellos proliferan y mutan.

Por otra parte, los Estados, alineados por un profundo sentido de identidad ideológica, o por no haber logrado construir unos regímenes de seguridad más o menos consensuados (Jervis, 1982: 360), se agrupan de manera más o menos formal en torno a diferentes instancias, ninguna de las cuales logra, por sí misma, orientar procesos de satisfacción compartida (Unasur / Consejo Sudamericano de Defensa / Alianza Bolivariana), dándose el caso de que algunos gobiernos actúan bilateralmente de manera más o menos decidida al constatar el fracaso colectivo (de lo cual son ejemplos la moviliza-

Page 128

ción de la Guardia Nacional de los EEUU en la frontera sudoeste el 1 de agosto del 2010, o la operación de «los jardines de Tívoli» contra el reconocido jefe narcotraficante C. Coke en Kingston, o la manera como se manejó el derrame de petróleo de la B.P., calificado por...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR