La GS es inmoral porque los contratos no serían libres

AutorGonzalo Fernandez Codina
Páginas135-149
CAPÍTULO 4
La GS es inmoral porque los
contratos no serían libres
1. La rescisión del contrato
1.1. Antelación y embarazo
En línea con el argumento esencialista es habitual escuchar que la
gestación es una cuestión tan extraordinaria que el consentimiento de la
GS no podría ser prestado de forma vinculante a nueve meses vista. La
idea sería que un contrato de GS solo sería válido si se rmara pasados ya
varios meses de embarazo o incluso tras el parto.
Sin embargo, ¿qué podría llevarnos a plantear esta excepción a la
lógica general de los contratos, en la que la antelación no solo no es un
problema, sino que, en ocasiones, es el fundamento mismo del contrato?
Consideremos, una vez más, un embarazo al uso. ¿Qué compromiso im-
portantísimo, gravoso, íntimo y personal adquiere –por regla general– una
mujer o una pareja al concebir un hijo? El de la paternidad/maternidad.
Justamente uno de los compromisos más importantes, gravosos, íntimos y
personales que puede asumir una persona, ¡más incluso que el de GS! Un
compromiso en que, precisamente, se adquieren deberes muy signicati-
vos con gran antelación. Pues bien, imaginemos que Paco y Lola deciden
tener sexo con la intención explícita y previamente consensuada de tener
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