González Pérez, J., y Toledo Jáudenes, J.: Comentarios al Reglamento de Procedimiento Económico-Administrativo. Editorial Civitas, S. A.. Madrid.. 1983.
| Autor | José María Chico y Ortiz |
| Páginas | 593-594 |
GONZÁLEZ PÉREZ, J., Y TOLEDO JÁUDENES, J.: Comentarios al Reglamento de Procedimiento Económico-Administrativo. Editorial Civitas, S. A.. Madrid.. 1983.
En un libro de cuentos suecos que compré en uno de mis viajes por los países nórdicos había uno que me llamó poderosamente la atención y que se titulaba El tirador de cola, de Albert Engstrom. El cuento se reduce a una anécdota: había que sacrificar a un carnero por el que un niño y sus amigos guardaban gran aprecio. Llegado el día del sacrificio, el padre del niño ordena a éste que vaya a casa del matarife para advertirle que se traiga consigo el «tirador de cola». Cuando el niño llega a casa del matarife, éste ya había salido para sacrificar al carnero. Angustiado el niño se dirige corriendo a casa de un vecino a ver si se le puede prestar el «tirador de cola». La mujer de este vecino le dice que su marido está trabajando en la carretera y que ella no sabe dónde está el «tirador de cola». El niño sale corriendo hacia la carretera y allí el vecino le dice que «el tirador de cola» se lo tiene prestado a otro vecino cuya dirección le da. Vuelve a correr el niño hasta que encuentra al vecino, a quien le pide con urgencia el «tirador de cola» para que se pueda matar al carnero. Y entonces el vecino le dice al niño: «Te han engañado. Siempre hacen así con los pequeños, cuando no quieren que vean la ma-Page 594tanza. No existe ninguna cosa que se llame 'tirador de cola'»... Y ahora hay que relacionar el cuento con la recensión: he corrido tanto buscando el momento de hacer esta recensión que no me he dado cuenta que el tiempo ha transcurrido y la obra debe de estar vendida y agotada... Resulta difícil encontrar esos «tiradores de cola» que ofrecen huecos para hacer recensiones.
González Pérez tiene la gran habilidad de ofrecer los textos legales en forma sistemática, de tal manera que el comentario que hace de cualquier artículo ofrece un esquema desarrollado que abarca todas las posibles materias a las que se refiere. Pero todo ello, sometido a un orden lógico, fácil y lleno de posibilidades consultivas: al concepto le sigue la naturaleza, los requisitos, los efectos, la extinción, etc. Esta manera de hacer y de exponer que supongo utilizará en la Cátedra es la reminiscencia de una etapa de opositor en la que los esquemas eran imprescindibles para poder exponer las ideas. Lo curioso del caso es que en esta obra, hecha en colaboración con Julio Toledo Jaudenes, responde al mismo criterio no...
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