Giorgia Meloni: ‘Ha llegado el momento de construir una alianza entre las naciones de la Europa del Mediterráneo’
—Al negarse, a diferencia de Matteo Salvini, a formar parte del Gobierno de Mario Draghi, ha hecho valer su línea y ahora está por delante en las encuestas. También acaba de rechazar la fusión con Berlusconi. ¿Los compromisos no son su fuerte
—Nos hemos comprometido con los italianos a no apoyar gobiernos con la izquierda y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) porque creemos que la convivencia con ellos solo puede llevar a compromisos a la baja, que no son útiles para Italia, especialmente en esta fase histórica. La historia de esta legislatura, por desgracia, nos ha dado la razón: el gobierno de la Liga-M5S no ha conseguido tener impacto; el gobierno del M5S-Partido Democrático ha sido desastroso y ha llevado a Italia hacia el abismo durante la pandemia y el gobierno de Draghi aún no ha conseguido dar el cambio de ritmo que muchos esperaban.
En cuanto al partido único de centro-derecha, fundé Hermanos de Italia (FdI) precisamente porque me di cuenta de que el partido único de centro-derecha (el Pueblo de la Libertad de Berlusconi en aquel momento) no había funcionado y había ido marginando la representación de las ideas de derecha. Por eso prefiero una coalición de centro-derecha unida, pero plural, a un partido único. No deseo que nuestros votantes recorran viejos caminos que ya han demostrado ser infructuosos, y me parece que los italianos aprecian la claridad de estas posiciones, lo que me llena de orgullo.
—Recientemente, usted ha sido elegida líder del partido de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), y a menudo ha mencionado la idea de una Europa confederal, la que propuso el general de Gaulle. ¿Sigue siendo su idea
—Absolutamente, esta es la visión alternativa que queremos aportar a la Conferencia sobre el Futuro de Europa, que acaba de ser lanzada por la Unión Europea, pero que está concebida como un mero podio que conduce a un resultado predeterminado en una dirección federalista, sin espacio para la autocrítica. Su tesis es tan simple como errónea: si Europa no funciona es porque no tiene suficiente poder, así que volvamos a quitar la soberanía a los Estados-nación, démosla a Bruselas y todo irá mejor. La gestión de la actual crisis sanitaria, durante la cual la Comisión Europea intentó tomar el relevo de los Estados, ha resultado ser un desastre y ha desmentido este principio.
Creemos en la idea de que la Unión Europea debe hacer pocas cosas, pero hacerlas bien, que no debe hacerlo todo, sino actuar solo en los ámbitos en los que puede aportar un verdadero valor añadido a sus ciudadanos. Por ejemplo, en relación a las Gafam, la competencia desleal de los mercados no europeos, el dumping fiscal, la seguridad de las fronteras, la lucha contra el terrorismo y las sinergias en materia de política exterior. Y debe respetar la soberanía nacional, donde reside la verdadera democracia, y el principio de subsidiariedad, que acerca el poder a la elección del pueblo valorizando las especificidades de cada nación y cada pueblo. La famosa Europa de las naciones de la que también habló De Gaulle.
—En este contexto, ¿qué futuro le desea al euro
—El euro es una moneda y, como tal, un instrumento; sin embargo, en los últimos años se ha convertido en un fin, y las economías nacionales de algunos países, Italia en particular, se han plegado a su estabilidad. Además, es una moneda que nació mal, con una fuerza definida más en función de las necesidades alemanas que de las europeas, en la que Italia entró aún peor con un tipo de cambio demasiado alto. Cuando se crea una zona de moneda común entre economías tan...
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