Germán Arciniegas: América en la historia
| Autor | Héctor Jaimes |
| Páginas | 54-59 |
Reproducido con permiso explícito del autor. Tomado de La reescritura de la historia en el ensayo hispanoamericano, Editorial Fundamentos, Madrid, 2001, pp. 103-117.
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La visión de la historia de Arciniegas trata de trascender las limitaciones impuestas, arbitrariamente, al género ensayístico-literario. Su crítica se dirige indirectamente a la posición de Aristóteles. Para la filósofa griego la historia trata de hechos ocurridos, mientras que la poesía habla de aquellos que pudieron haber ocurrido. Para el colombiano, la historia también nos habla de hechos posibles; según la interpretación, el historiador no sólo se limita a narrar un evento, sino que crea conexiones entre los acontecimientos alrededor de sí mismo. Más aun: piensa que la técnica del historiador asimila la del novelista porque además de recrear el tiempo pasado, también lo crea. Si la historia narra no solamente los acontecimientos reales, sino también los acontecimientos posibles, el concepto de la historia de Arciniegas comparte los principios de la poesía según Aristóteles. Es decir, critica al filósofo por concebir la historia de una manera restrictiva, no imaginativa; pero coloca ésta en el mismo plano que el de la poesía, un plano estético-literario que es ejercido por la novela:
[...] la buena historia tiene gusto de novela. Un historiador bien logrado revive los hechos pasados tan cumplidamente que el lector participa en ellos, los vive... La historia, entonces, se trueca en obra de arte. Para conseguirlo, el historiador moviliza todos los recursos de su ingenio. Los materiales del museo se animan. A las cosas que parecían muertas, devuelve sus colores, las echa a andar, las acalora, les da ese soplo de vida que es el más maravilloso, el milagroso resorte de la historia [Arciniegas, 1990b: 29].
Asumiendo este punto de vista, parecería casi imposible separar la ficción del ensayo histórico. Esta conjunción de géneros es una constante en la obra del ensayista; así se explica lo que encontramos tantas veces señalado en su obra; a saber, que la historia y la ficción tienen fuertes parentescos. Para Arciniegas, se pueden usar técnicas narrativas dentro del ensayo sin que esto minimice el tema tratado. Además, sus ensayos pueden simular una historia fabulada, y eso hace que la frontera entre los géneros literarios se borre. Se trata de una técnica hábil donde el ensayista se acerca y se distancia -casi simultáneamente- de la novela y de la historia; como apunta Susan Rotker en la introducción a Ensayistas de Nuestra América, «hoy podríamos re-narrar la historia latino-americana a través del ensayo» (1994: 38).
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En la introducción a Los comuneros (1938), Arciniegas señala los principios de esta reescritura. En el archivo lee el registro del pasado, relata una historia más verosímil ya que, según él, otros historiadores la han tergiversado. La referencia al archivo le da más autoridad y objetividad al ensayo, e indica que la labor interpretativa del escritor es mínima. «Para escribir el relato», dice, «me he valido, ante todo, de dos fuentes principales: el Archivo Histórico... y el Archivo Nacional de Colombia... Ha sido necesario para rehacer esta historia, harto adulterada por quienes anteriormente la han relatado» (9). El relato tiene validez a partir de la interpretación del archivo, lo que constituye al mismo tiempo, un rehacer, un relectura y una reescritura de la historia. En este sentido, la escritura de la historia puede considerarse como un proyecto colectivo, donde cada historiador aporta un eslabón a la larga cadena de interpretaciones. Arciniegas es consciente de esta perspectiva y manifiesta que: «Naturalmente, la materia no está agotada, en parte porque algunos de esos manuscritos son ya ilegibles y será necesario buscar duplicados en otros archivos, en parte porque son numerosas las fuentes documentales que están por explorar» (1951: 9). Así pues, la reescritura de la historia hispanoamericana -según esta interpretación- es un proceso continuo; pero para llevarla a cabo hay que volver al documento para conocer el pasado, porque el ensayista es sólo un...
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