Género y tortura. Simone de Beauvoir y Gisèle Halimi ante el caso de Djamila Boupacha
Autor | Emilia Bea Pérez |
Cargo | Universitat de València |
Páginas | 57-98 |
Género y tortura. Simone de Beauvoir y Gisèle Halimi... 57
ISSN: 1133-0937 DERECHOS Y LIBERTADES
DOI: https://doi.org/10.20318/dyl.2021.6102 Número 45, Época II, junio 2021, pp. 57-98
GÉNERO Y TORTURA.
SIMONE DE BEAUVOIR Y GISÈLE HALIMI
ANTE EL CASO DE DJAMILA BOUPACHA*
GENDER AND TORTURE.
SIMONE DE BEAUVOIR AND GISÈLE HALIMI
REGARDING THE CASE OF DJAMILA BOUPACHA
emilia bea Pérez
Universitat de València
Fecha de recepción: 5-9-20
Fecha de aceptación: 11-1-21
Resumen: La primera denuncia de violencia sexual como práctica de tortura en la guerra
de Argelia se debe a Djamila Boupacha. Su causa fue defendida ante los tri-
bunales argelinos y franceses por la abogada feminista, Gisèle Halimi, y tuvo
una gran repercusión pública gracias al apoyo de Simone de Beauvoir y a la
movilización de un comité conformado sobre todo por mujeres, en el intento de
dar relevancia política y jurídica a un asunto destinado a permanecer oculto. El
trabajo valora el enfoque anticolonial y antipatriarcal con que se afrontó el caso,
analiza todo el proceso judicial y llama la atención sobre aquellos elementos que
prefiguran la evolución del derecho hacia una justicia de género.
Abstract: The first complaint about sexual violence as a form of torture in the Algerian
war concerns Djamila Boupacha. Her case was defended in the Algerian and
French courts by the feminist lawyer Gisèle Halimi, and it had a massive public
impact thanks to the support of Simone de Beauvoir and the mobilisation of
a committee composed mainly of women, which sought to raise the political
and legal profile of a matter which was destined to remain hidden. The paper
assesses the anti-colonial and anti-patriarchal stance on which it is based,
* El presente trabajo se ha realizado en el marco del Proyecto PROMETEO/2018/156
“Seguridad internacional y europea: de la prevención de conflictos armados a las estrategias
para la construcción de una ciudadanía inclusiva y plural”, de la Generalitat Valenciana, y
del Proyecto I+D+I PGC2018-094463-B-100 (MCIU/AEI/FEDER,UE) “Vulnerabilidad en el
pensamiento filosófico femenino. Contribuciones al debate sobre emergencias presentes”.
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DERECHOS Y LIBERTADES ISSN: 1133-0937
Número 45, Época II, junio 2021, pp. 57-98 DOI: https://doi.org/10.20318/dyl.2021.6102
analyses the entire judicial process, and highlights the issues that herald the
evolution of law towards gender justice.
Palabras clave: tortura, género, violencia sexual, violación, guerra
Keywords: torture, gender, sexual violence, rape, war
1. PROCESO A LA TORTURA. ENTRE LA REPRESIÓN Y LA
RESISTENCIA POLÍTICA
En el presente trabajo vamos a tratar la relación entre género y tortura
ciñéndonos a un caso que resulta precursor a la hora de establecer los térmi-
nos de esta relación, entre otras razones porque puso en contacto a dos de las
principales representantes del pensamiento feminista, Simone de Beauvoir y
Gisèle Halimi, con una mujer torturada, Djamila Boupacha, cuyo tormento,
sufrido en la guerra de Argelia 1, es todo un símbolo de cómo el cuerpo de la
mujer puede ser el lugar de la represión y al mismo tiempo el de la resisten-
cia política. El cruce entre experiencias aparentemente tan alejadas como la
de una intelectual existencialista ya en su tiempo de renombre internacional,
la de una abogada de gran prestigio y relevancia pública, y la de una anóni-
ma activista del Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino, puede con-
vertirse en el lugar privilegiado para pensar las raíces de la violencia contra
la mujer y sus profundas conexiones con las dinámicas del poder.
En este cruce de experiencias, las tres interlocutoras tienen un papel
igualmente relevante, aunque distinto, a la hora de formar parte de un pro-
ceso que con razón ha podido definirse como el último gran affaire de la gue-
rra de Argelia 2. La mediadora de este encuentro fue Gisèle Halimi, que acu-
dió a defender a Djamila Boupacha ante los tribunales argelinos y, dada la
naturaleza esencialmente política tanto del acto terrorista del que la joven
militante había sido acusada como de la tortura que le había sido infligida,
estableció una estrategia en la que la movilización de la opinión pública sería
un imprescindible apoyo a la sustanciación jurídica del caso. Nadie mejor
1 Solo a partir de 1999 (ley de 18 de octubre) se utiliza oficialmente este término ya que,
si bien desde el lado argelino se habla muy pronto de guerra –de liberación nacional o de inde-
pendencia–, en el lado francés se utilizan términos como “los acontecimientos de Argelia” o “las
acciones de pacificación”. Esta “guerra sin nombre”, se extendió de 1954 a 1962.
2 Véase V. CODACCIONI, “(Dé)Politisation du genre et des questions sexuelles dans
un procès politique en contexte colonial: le viol, le procès et l’affaire”, Nouvelles Questions
Féministes, vol. 29, 2010/1, pp. 32-45.
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ISSN: 1133-0937 DERECHOS Y LIBERTADES
DOI: https://doi.org/10.20318/dyl.2021.6102 Número 45, Época II, junio 2021, pp. 57-98
que Simone de Beauvoir para cumplir este papel concienciador, pues nadie
en aquel momento representaba con más autoridad conjuntamente la causa
anticolonialista y la causa de las mujeres.
1.1. La abogada Gisèle Halimi: ejercicio profesional y actividad
pública
El hermano de Djamila Boupacha, internado en el campo de Bossuet
(Orán), fue quien consiguió contactar por carta, fechada el 29 de marzo de
1960, con Gisèle Halimi, que desde hacía seis años defendía a militantes
del Frente de Liberación Nacional ante los tribunales militares de Argelia.
Nacida el 27 de julio de 1927 en Túnez en el seno de una familia judía, Halimi
(fallecida el 28 de julio de 2020 cuando redactábamos este artículo) reflexio-
na sobre sus orígenes y relata sus experiencias en un libro autobiográfico
titulado La lait de l’oranger 3. Feminista de modo casi instintivo y “embrio-
nario” en “un medio en el que, sin alternativa, las jóvenes de este país no
tenían más remedio que someterse”, de forma “global, por la tradición, por
la educación y por la ley” 4, fundó un pequeño movimiento en el que reivin-
dicar con otras mujeres “la necesidad de estudiar y de rechazar la injusticia
de nuestro destino” 5. Sin embargo, frente a la situación de la mayoría de las
mujeres tunecinas 6, a Gisèle Halimi se le abren las puertas de una ansiada
liberación personal cuando, acompañada por la lectura de El segundo sexo,
marcha a París para estudiar derecho y filosofía en la Sorbona 7. Lejos del
olvido de sus raíces y convicciones previas, su ejercicio profesional y su acti-
vidad pública estarán marcados por su compromiso con aquellas causas que
3 G. HALIMI, La lait de l’oranger, Gallimard, Paris, 1988. La narración se extiende hasta
la muerte de su padre a finales de 1976. Otras obras de carácter autobiográfico de la autora son:
La cause des femmes, Grasset, Paris, 1973 y Une embellie perdue, Gallimard, Paris, 1995. Su apellido
familiar era Taïeb, pero, a pesar del divorcio y de volverse a casar con Claude Faux, mantuvo
el apellido de su marido Paul Halimi. Sobre sus orígenes dice que “escoltada por rabinos en
un país islámico” heredó tradiciones contradictorias (La lait de l’oranger, p. 351). Julien Murphy
relaciona esta situación con la de otras escritoras como Assia Djebar, Marie Cardinal o Hélène
Cixous, cuyas identidades culturales son difíciles de definir. J. MURPHY, “Beauvoir and the
Algerian War: Toward a Postcolonial Ethics”, en M. A. SIMONS (ed.), Feminist Interpretations of
Simone de Beauvoir, The Pennsylvania State University, 1995, pp. 263-297, p. 291.
4 G. HALIMI, La lait de l’oranger, cit., pp. 107-108.
5 Ibid., p. 111.
6 Ibid., p. 109.
7 Ibid., p. 111.
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