Fundamentos éticos para el perfeccionamiento de la reparación de daños ambientales

AutorFrancisco José Marques Sampaio
Páginas19-51
CAPÍTULO I
Fundamentos éticos para el
perfeccionamiento de la reparación
de daños ambientales
1. La importancia de la conservación y de
la recuperación del medio ambiente
El progreso científico alcanzado por la sociedad contemporánea, re-
flejado en el desarrollo tecnológico de la actividad productiva, y la afirma-
ción del modelo de economía industrial ocasionaron, para la Humanidad,
un expresivo deterioro del equilibrio ecológico, con perjuicios para la vida
y la calidad de vida. La degradación ambiental alcanzó niveles nunca ima-
ginados, al punto de despertar la preocupación de los segmentos sociales
más diversos, como autoridades públicas, miembros de organizaciones
no gubernamentales, y científicos de los diversos campos del conocimien-
to, incluso de las ciencias jurídicas y sociales. Estudios emprendidos en
las últimas décadas en diferentes países y en el ámbito de la Organización
de las Naciones Unidas claman por la necesidad de que se adopten, con
urgencia, medidas eficaces para contener el creciente proceso de deterioro
del medio ambiente que amenaza la continuación de la vida en la Tierra
en el futuro próximo.1-2
1 En 1983, la Asamblea General de las Naciones Unidas solicitó a la Comisión Mun-
dial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en carácter de urgencia, «una agenda
global para cambio», cuyos objetivos principales serían, de modo bien sintético:
«proponer estrategias ambientales de largo plazo para obtener un desarrollo susten-
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EVOLUCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL Y REPARACIÓN DE DAÑOS AMBIENTALES20
FRANCISCO JOSÉ MARQUES SAMPAIO
PETER TAYLOR afirma que los efectos de la cultura humana y tec-
nológica en la biosfera planetaria se están haciendo omnipresentes. Esto
ocurre debido a la gran escala de industrialización verificada en el siglo
diecinueve, al crecimiento de la población humana y a la expansión de
la economía, los que dieron como resultado un aumento de los niveles
de consumo e hicieron que la presencia humana fuese sentida en todas
partes. Los cambios ecológicos observados donde ocurrieron las interven-
ciones humanas, como en tierras cultivadas o construidas, acompañaron
el desarrollo de la civilización moderna. A no ser que esas tendencias, do-
minantes en los días de hoy, sean controladas, el medio ambiente natural
del Planeta será transformado peligrosamente. El autor citado dice que ya
empezó una amplia transformación, no solamente en el suelo, sino tam-
table alrededor del año 2000 y de ahí en adelante; recomendar maneras para que
la preocupación con el medio ambiente se traduzca en mayor cooperación entre
los países en desarrollo y entre países en diferentes niveles de desarrollo e interli-
gados, que consideren las interrelaciones de personas, recursos, medio ambiente y
desarrollo; considerar medios y maneras por los cuales la comunidad internacional
pueda tratar más eficientemente las preocupaciones de tipo ambiental; ayudar a
definir nociones comunes relativas a cuestiones ambientales de largo plazo y los
esfuerzos necesarios para tratar con éxito los problemas de la protección y de la
mejoría del medio ambiente, una agenda de largo plazo para ser puesta en práctica
en las próximas décadas y los objetivos a que aspira la comunidad mundial». In:
Nosso Futuro Comum (Nuestro Futuro Común). Comisión Mundial sobre Medio
Ambiente y Desarrollo. Río de Janeiro: Editora da Fundação Getúlio Vargas, 1988,
p. XI.
2 «En este panorama encontramos la Agenda 21, documento de naturaleza progra-
mática que fue oficializado con ocasión de la «Cúpula de la Tierra», cuando se
reunió la ‘Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo’,
conocida como ECO 92 (Río de Janeiro, 14 de junio de 1992). Se trata de un texto
asumido oficialmente por los países representados en aquel encuentro mundial
y, simultáneamente, por el Foro de las Organizaciones No Gubernamentales. Fue
una auspiciosa posición de consenso que marcó el génesis y la edición de la Agen-
da 21 (...) la Agenda 21 es la cartilla básica del desarrollo sustentable». MILARÉ,
Édis. Direito do Ambiente: doutrina, prática, jurisprudência, glossário (Derecho
del Ambiente: doctrina, práctica, jurisprudencia, glosario). São Paulo: Revista dos
Tribunais (Revista de los Tribunales), 2000, pp. 47-48.
CAPÍTULO I FUNDAMENTOS ÉTICOS PARA EL PERFECCIONAMIENTO DE LA REPARACIÓN … 21
bién en los océanos y la atmósfera. Siendo así, el impacto de la civilización
humana en el mundo se manifiesta de manera creciente.3
En el ámbito del Derecho, se puede hacer mucho para conservar el
medio ambiente sano y mejorar las condiciones y la calidad de vida. En
lo referente a la reparación de daños causados, es imperativo perfeccionar
los actuales mecanismos de la responsabilidad civil, para hacerlos más
eficaces y, de esta forma, capaces de contribuir para el mantenimiento del
equilibrio ecológico y de la calidad de vida, en beneficio de todos.
2. Ética y responsabilidad civil por
daños al medio ambiente
Considerándose el derecho del ambiente como terreno privilegiado
de la interdisciplinariedad y que la reparación de daños ambientales se
encuentra relacionada a aspectos de tipo ético-jurídico4, se hace impor-
tante proceder, en carácter previo, a un examen de la materia bajo el án-
gulo de la Ética.5 Al hacer esto, se estará otorgando mayor respaldo a la
propuesta de modificación del tratamiento jurídico del asunto.
3 TAYLOR, Paul W. Respect for Nature (Respeto por la Naturaleza). 2. ed. New Jersey:
Princeton, 1989, pp. 3-5.
4 «Conviene, sin embargo, no olvidar que es esencialmente como valor ético-jurídico
que el ambiente se afirma ante el Derecho. Y esto es mucho más verdad cuando
están en causa bienes no susceptibles de precio», conforme enseña BLANCA MAR-
TINS DA CRUZ, en el artículo «Responsabilidade Civil pelo Dano Ecológico: Al-
guns Problemas» (Responsabilidad Civil por Daño Ecológico: Algunos Problemas.
In: Revista de Direito Ambiental (Revista de Derecho Ambiental), n. 5, año 2. São
Paulo: Revista dos Tribunais, enero/marzo de 1997, p. 32, nota al pie de página 74.
5 La palabra «Ética» viene del griego Ethiké, derivado de hêthos. Como consecuencia
de las innumerables traducciones del libro Ética a Nicômacos de ARISTÓTELES,
la expresión areté adquirió sentido ambiguo. Las traducciones varían entre «virtud
ética» o «excelencia moral» (areté ethiké) y «virtud dianoética»o «excelencia inte-
lectual» (areté dianoetiké). La primera es la virtud del carácter, y la segunda, de la

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