Función policial tradicional y nuevas funciones policiales: ciudadanos como usuarios de un servicio público

AutorNoemi Mateos González
Páginas211-218
CAPÍTULO 18
FUNCIÓN POLICIAL TRADICIONAL Y NUEVAS FUNCIONES POLICIALES:
CIUDADANOS COMO USUARIOS DE UN SERVICIO PÚBLICO
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Estrategias de búsqueda
Los conceptos de seguridad pública y bienestar social van de la mano gracias
al nuevo papel activo de los ciudadanos que se han convertido en usuarios de la
nueva consideración de la seguridad como bien p’blico Álvarez 
reflexiona sobre la imagen social de la policía, los modelos policiales que han
configurado hasta la fecha de publicación de su artículo el estilo de prestación del
servicio policial, la relación entre la policía y la prevención a través de un modelo
policial de servicio las causas de la inseguridad y el concepto de sentimientos
subjetivos de seguridad la insuficiencia de las medidas tradicionales y la
formación necesaria para una policía orientada al público.
En su estudio observa que la policía atendiendo a la regulación constitucional
ya no dedica sus esfuerzos íntegramente al mantenimiento del orden público, sino
que se encarga de una función judicial o administrativa (defensa del ejercicio de los
derechos y libertades establecidos en las leyes) y es garante de la Seguridad
Ciudadana. La policía ha tenido siempre una imagen social de represión y
mantenimiento del orden público, pero en su nueva concepción como garante de la
Seguridad Ciudadana y, por tanto, prestadora del servicio público de seguridad su
imagen social es diferente. El ciudadano pasa a tener un papel activo como usuario
de dicho servicio público y se encuentra en condiciones de exigir una determinada
calidad del mismo. La policía no debe responder únicamente como servicio social a
las víctimas, una vez que el delito se ha producido, sino que debe enfatizar en la
adopción de planteamientos proactivos, en una acción policial preventiva y, par a
ello, debe colaborar coordinadamente con otros servicios públicos realizando cada
uno sus aportes desde su propia especialización técnica.
A través de este artículo se observa que todos los servicios policiales se
adecúan en mayor o menor medida a uno de los tres modelos policiales definidos
por Wilson (1968). El primero de los modelos definidos es el modelo de vigilancia
y control en el que la policía es un instrumento de control y mantenimiento del
orden, eran vigilantes permanentes y usaban la represión en caso necesario. Se
trataba de una policía altamente centralizada en la que el enemigo era todo aquel
que se apartase del orden establecido. El siguiente modelo al que se dio paso con la
implantación del Estado de Derecho fue el modelo legalista. En este modelo la
policía enfatizaba su papel como instrumento eficaz de aplicación de la justicia y,

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