Las fuentes de la indeterminación

AutorTimothy A. O. Endicott - Traductores: J. Alberto del Real Alcalá - Juan Vega Gómez
Páginas65-97

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SI la aplicación del lenguaje no es por lo general indeterminada, ¿qué indeterminaciones concretas existen? Abordar este problema nos ofrece la oportunidad de esclarecer algunos términos, y de concebir y desechar otros. Esclarecer estos fenómenos también ofrece la oportunidad de esclarecer el sentido en que resulta confuso lo que la vaguedad y la indeterminación son, o que quizás haya más en estos conceptos de lo que imaginamos.

Pero debo señalar que los fines principales de esta discusión son (i) explicar qué se entiende por "vaguedad" en función de los objetivos del libro, (ii) explicar por qué me centro en la imprecisión y, (iii) proporcionar las bases para el argumento que afirma que la vaguedad en el Derecho genera indeterminación jurídica. Asimismo, un propósito adicional es el de introducir lo que denominaré el "modelo de la semejanza", el cual sostiene que la manera más útil de entender las expresiones vagas es pensarlas como si se aplicaran a objetos que se asemejan lo suficientemente a paradigmas en aspectos relevantes. Dicho enfoque genera una explicación vaga del lenguaje vago. Debo aclarar que dicho enfoque no merece ser llamado "teoría", dado que las ideas de suficiencia y relevancia son abiertas. Sin embargo, dichas ideas son importantísimas para entender el lenguaje vago, y ambas son vagas y, como se explicará más adelante, indefinidas.

1. La vaguedad: introducción

Una expresión es vaga si hay casos marginales para su aplicación. La mayor parte de la tarea de explicar la vaguedad es explicar qué son los casos marginales. Podemos comenzar la explicación de la idea examinando una definición vaga de "vaguedad" ofrecida por H.P. Grice: «Decir que una expresión es vaga (en un sentido amplio de vago) es probablemente, más o menos, decir que hay casos (actuales o posibles) en los que uno simplemente no sabe si hay que aplicar o no una expre-Page 66sión, y el hecho de que uno no sepa no se debe a la ignorancia de los hechos».1 Estos "casos" a los que se refiere Grice los podemos denominar "casos marginales". Esta definición necesita de dos aclaraciones importantes y de una advertencia.

La primera aclaración es que deberíamos dejar abierta la pregunta de si la incertidumbre en los casos marginales corresponde a la indeterminación en la aplicación de una expresión, o bien se trata de la ignorancia de algo que es determinado. Aceptar de antemano la indeterminación nos llevaría a un argumento circular en contra de la teoría «epistémica» de la vaguedad (ver Capítulo 6). De modo que necesitamos tener claro qué es lo que sabemos y lo que no sabemos en un caso marginal. Por ejemplo, si la palabra vaga es "alto", debemos decir que un caso marginal es un caso en el que, incluso sabiendo cómo de alta es una persona, no podríamos decir si es alta o no.

La segunda aclaración consiste en lo siguiente: el hecho de que una persona no sepa si se debe aplicar una palabra no puede ser debido a su ignorancia del significado de la expresión: "bald" (calvo) no es una expresión vaga simplemente porque alguien que está aprendiendo el idioma inglés (o español) no sabe si debe aplicarla a un hombre que no tiene cabello. Esta aclaración tiene repercusiones importantes: si pensamos que es posible conocer el significado de "calvo" y no saber si éste término se aplica a algún hombre, entonces tenemos que distinguir entre conocer el significado de una palabra y conocer su aplicación correcta.2 En este sentido, voy a argumentar que nada más preciso puede decirse sobre la conexión entre el significado y la aplicación correcta de una palabra que el que una palabra vaga se aplica correctamente a los objetos que son lo suficientemente similares en aspectos relevantes a los paradigmas de su aplicación; a este respecto podemos pensar el conocimiento de una palabra vaga como equivalente a conocer los paradigmas y saber cómo utilizarlos.

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La advertencia relacionada con la definición de Grice es que es demasiado amplia: tiene aplicación tanto a lo que podríamos llamar vaguedad pragmática como a la denominada vaguedad semántica. El no saber "si podríamos aplicar" una expresión puede sugerir (i) no saber si una declaración que la aplica sería verdad, o (ii) no saber si sería apropiado hacer tal declaración dadas las circunstancias. Por ejemplo, si sólo hay un poco de café en la cafetera y me preguntan si está vacía, sería totalmente verdad decir "no está vacía", pero puede que no esté claro que este enunciado sea apropiado (pues si solo hay una gota de café claramente sería inapropiado). El problema (i) lo voy a denominar "vaguedad semántica", y el problema (ii) "vaguedad pragmática". La vaguedad en el sentido de Grice incluye a ambas, y voy a denominarla "vaguedad en sentido amplio".

Comúnmente las personas usan el término "vago" no para describir expresiones o conceptos, sino para describir usos del lenguaje, tales como promesas, afirmaciones, enunciaciones, amenazas, e insinuaciones. "Vago" en este sentido significa algo así como carente de información o incompleto: falto de especificaciones útiles. Los usos del lenguaje pueden ser carentes de información en razón de que contienen expresiones que, en el sentido de Grice, son vagas, aunque no necesariamente. Por ejemplo, nosotros podemos hacer una afirmación vaga al suprimir al sujeto agente de una acción con un tiempo verbal pasivo ("el dinero ha sido retirado del fondo de pensiones") o al hacer una nominalización ("hubo una retirada del fondo de pensiones"), o al dejar al sujeto indefinido ("alguien ha retirado dinero del fondo de pensiones"). Hay un sinnúmero de modos de lograr este tipo de vaguedad: bien se trate de una vaguedad expresa (por ejemplo, "aproximadamente"), una manifestación de duda ("quizá"), una exageración, desestimación, auto-contradicción, tautología, tono de voz, dudas, concesiones, verbos entre paréntesis ("supongo", "presumo"), la indeterminación de implicación (dado que toda formulación de máximas controvertidas es vaga), oscuridad, irrelevancia, confusión, síntesis, palabrería, y cualquier forma de sin sentido.

Quizás el sentido en el cual las expresiones carentes de información son vagas es el sentido básico de "vago", y las expresiones cuya aplicación está marcada por los casos marginales son llamadas "vagas" porque ellas se prestan para ser usadas, por ejemplo, en promesas cautelosas, descripciones no comprometidas e insinuaciones. Entonces, examinar la vaguedad consistiría en examinar las diversas clases de lenguaje que se encuentran bien adaptadas a dichos usos. En cualquier caso, la discusión que llevaremos a cabo sólo va indirectamente a abordar la vaguedad en el sentido ordinario relativo a la carencia de información.

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Voy a comenzar con la imprecisión, y después analizaré las características adicionales de las expresiones que por tal motivo puede que encajen con la definición de vaguedad proporcionada por Grice. Examinaré lo que varias personas han denominado la «textura abierta» la "incompletitud", la "inconmensurabilidad" (y algo que denomino la «inmensurabilidad»), la «contestabilidad» y las «semejanzas familiares», y me preguntaré en qué se diferencian de la imprecisión y, lo que es más importante, cómo se relacionan con ésta. Para introducir la discusión de la vaguedad pragmática vamos a echar un breve vistazo a los «estándares inconclusos». La ambigüedad será asimismo abordada en tanto que puede ser observada como una fuente de la vaguedad pragmática; sin embargo, trataré de distinguirla de la vaguedad.

2. La imprecisión

El signo distintivo de la vaguedad es la susceptibilidad manifiesta de una expresión al "principio de tolerancia"3 -el principio según el cual el cambio mínimo de un objeto en un aspecto relevante para la aplicación de la expresión no puede hacer la diferencia entre la aplicación de la expresión y su no aplicación. Denominaré expresiones "precisas" a aquellas a las que el principio de tolerancia no es claramente aplicable. Denominaré «imprecisión» a la vaguedad en el sentido técnico de guardar una susceptibilidad manifiesta al principio de tolerancia, siempre y cuando sea necesario hacer la distinción. Aunque normalmente la denominaré simplemente "vaguedad". La imprecisión es la característica distintiva de las palabras que son vagas en un sentido amplio. Las expresiones que presentan las características semánticas que han interesado a los filósofos del Derecho (y que llaman "textura abierta" "semejanzas familiares", "contestabilidad", etc.) son típicamente imprecisas. Claro que es posible inventar términos que presentan esas características y que no son imprecisos; sin embargo, la imprecisión es la característica común de las palabras vagas en los lenguajes naturales.

El principio de tolerancia genera una paradoja, que puede ser ilustrada con la palabra "calvo". Si el principio de tolerancia se aplica a "cal-Page 69vo", entonces cualquier hombre calvo seguirá siendo calvo aunque le crezca 1 cabello. Al número de cabellos de la cabeza de un hombre lo podemos denominar "dimensión" para esta aplicación del término "calvo", dado que un cambio lo suficientemente representativo en dicha dimensión afecta a la aplicación de la palabra.4 El principio de tolerancia puede representarse de la siguiente forma, donde xn es un hombre con n cabellos sobre su cabeza:

Para cualquier n, si xn es calvo, entonces xn+1 es calvo.

Desde luego, x0 es calvo. Por lo que si se sostiene el principio de tolerancia, podemos sustituir 0 por n y aplicar modus ponens, para obtener la conclusión (verdadera) de que x1 es calvo:

x0 es calvo.

Si x0 es calvo, entonces x1 es calvo.

x1 es...

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