Empresa (familiar) y formación universitaria: una combinación necesaria en situaciones de crisis

AutorM. Teresa Blanco Hernández
CargoReal Centro Universitario 'Escorial-María Cristina' San Lorenzo del Escorial
Páginas449-469

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I Introducción

En una situación de crisis tan profunda como la actual1, que algunos medios escritos de la talla de Wall Street Journal o The New York Times han coincidido en denominar como “La Gran Recesión”, dónde confluyen no solo una crisis económica sino, una crisis de valores, se buscan medidas y estrategias que permitan aliviar ésta.

Respecto a las posibles soluciones a la crisis económica, la creación de puestos de trabajo resulta imprescindible, además de urgente. En este sentido, hoy en día nadie cuestiona que el empresario, es un actor fundamental en la búsqueda y explotación de nuevas oportunidades de negocio, que permitirán la utilización de recursos disponibles.

Sin duda, se encuentran entre ellos, los recursos humanos, que contribuirán de manera decisiva, a reducir la elevada tasa de desempleo de sociedades como la española, que en el año 2013 ha superado el 27 por ciento2. Más alarmante resulta el dato de la tasa de desempleo juvenil, que se sitúa en torno al 58 por ciento.

Por otro lado, el porcentaje de universitarios en España es de los más elevados de la Unión Europea y sería muy importante sacar un aprovechamiento del potencial que supone ó podría suponer, este dato.

En este sentido, ponemos de relieve la importancia de trabajar de manera conjunta dos aspectos manifiestos de la realidad española, uno tradicional y otro contemporáneo, con el fin último de contribuir de una manera sostenida a la salida de la crisis. Por un lado, el elemento tradicional que son las empresas familiares, que han tenido y tienen un peso muy significativo en la sociedad y en la economía española, algunas con mucho éxito, y por otro, el elevado número de universitarios españoles, en los que hay que insistir y trabajar para infundir en ellos el espíritu emprendedor.

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Si una parte, cuanto más mejor, de los jóvenes universitarios contemplaran la creación de empresas, y por tanto el emprendimiento, no tanto como una salida a una situación de desempleo, sino como una verdadera oportunidad3, la salida de la crisis de la economía española estaría muy próxima y además de una manera muy positiva.

II Fotografía de la población joven en España

En este apartado vamos a estudiar dos características de la población joven en España: la elevada tasa de desempleo y la población universitaria.

2.1. Elevada tasa de desempleo juvenil en España Razones

España presenta una de las tasas más elevadas de desempleo y fundamentalmente la que afecta a los jóvenes. El porcentaje de jóvenes en España, menores de 24 años, en situación de desempleo, es casi el doble de la media de la Unión Europea4.

Entre las razones, cabe mencionar las ocho siguientes:

- Tasa elevada de abandono escolar temprano.

Los jóvenes entre 18 y 24 años, con formación secundaria y sin ninguna otra adicional suponen el 13,5 por ciento. Esta tasa es el doble de los valores que se registran en la UE-27.

En este sentido, podemos señalar como una de las razones de la abultada tasa de paro juvenil el nivel tan elevado de abandono escolar a edades tempranas, puesto que se muestra manifiesta una relación directamente proporcional entre la posibilidad de ser empleado y el nivel formativo conseguido.

- Marcada polarización en el empleo juvenil.

Esta situación se deriva de la herencia que hemos recibido de una situación pasada: por un lado, la elevada oferta de puestos de trabajo de baja cualificación que contribuyó a que la tasa de abandono escolar entre los jóvenes aumentara, y

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por otro, el aumento considerable del número de jóvenes graduados como consecuencia del rápido desarrollo del sistema educativo y que, en la actualidad, se encuentran ocupando puestos de trabajo de menor categoría que para los que se han formado5.

De acuerdo con los datos recogidos en el Informe Desempleo Juvenil en España: causas y soluciones del Observatorio Económico del Servicio de Estudios del BBVA, con fecha de septiembre 2011, dicha tasa se sitúa en el 45 por ciento frente al 20 por ciento de la media de la OCDE, por tanto se duplica en España la tasa de subempleo.

Este elevado porcentaje de subempleo, obedece a una doble causa:

- Por un lado, y como consecuencia de los avances tecnológicos se ha incrementado la demanda relativa de trabajadores cualificados y se ha reducido la de los trabajadores no cualificados.

- Por otro lado, los trabajadores cualificados están ocupando puestos de trabajo que no precisan cualificación.

Cuadro 1. Trabajadores y nivel de formación en España.

Trabajadores según nivel formativo Porcentaje
Alto 34%
Bajo 40%
Intermedio 26%

Fuente: Elaboración propia, a partir de los datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional6. Año 2010.

En la información del Cuadro 1, se evidencia dicha polarización, puesto que mientras que el porcentaje de trabajadores con nivel formativo intermedio en España es del 26 por ciento, el dato se sitúa en el 47 por ciento de media de la Unión Europea. La tasa que presenta España es casi la mitad de la media de la Unión Europea, situación que fuerza a que los trabajadores con nivel formativo alto y bajo sea mucho mayor que en el caso de la Unión Europea.

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- Escaso peso relativo de la formación profesional de grado medio.

Estrechamente relacionada con la característica anterior, se desprende la siguiente información: en el curso 2010-11, el porcentaje de alumnos que optaron por cursar Bachillerato frente a los que escogieron la Formación Profesional fue del 70 por ciento. Sin embargo, hay que señalar que el porcentaje de alumnos que escogieron Formación Profesional frente a Bachillerato entre el curso 2007-08 y 2010-11, se ha visto incrementado en un 30 por ciento.

- Escaso grado de empleabilidad de los jóvenes, especialmente debido a su escaso conocimiento de idiomas extranjeros.

Según datos de 2007, últimos publicados por Eurostat, un 33 por ciento de los jóvenes españoles solo conocía su lengua materna, frente a un 25,6 por ciento de la media que arroja la UE, y frente a un 17,5 por ciento de países como Alemania.

- Elevada tasa de empleos temporales.

Los datos en este sentido, son alarmantes, puesto que el 82 por ciento de los jóvenes que trabajan de forma temporal desearían contar con contratos indefinidos. Además, un 64,9 por ciento de los jóvenes, con edades situadas entre los 15 y los 24 años, tienen empleos de carácter temporal7, frente al 62 por ciento, de la media de la UE.

Los datos de la media de la UE y de España no presentan diferencias significativas, pero es importante señalar que en España, con independencia del momento del ciclo económico, dicha tasa de temporalidad en los empleos, se mantiene de manera alarmantemente elevada. Y por otra parte, tal y como se ha señalado con anterioridad, dicha temporalidad no es deseada por los jóvenes.

- Importancia de los contratos a tiempo parcial.

Los datos señalan que más de la mitad de los jóvenes que trabajan lo hacen con contratos a jornada parcial. Esta situación de acceso al mercado laboral, tampoco es elegida por los jóvenes, sino que se debe a la imposibilidad de encontrar un empleo a tiempo completo.

En España, el porcentaje de este tipo de contratación también se encuentra por encima de la media de la Unión Europea: el 34 por ciento frente al 30 por ciento, y en un 51 por ciento de los casos, están en desacuerdo y preferirían trabajar a jornada completa.

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En otros países, la opción de trabajar a jornada parcial, es la deseada por los trabajadores, pues esta situación les permite ampliar sus estudios ó atender a sus responsabilidades familiares.

- Difícil acceso al mercado laboral de personas en riesgo de exclusión.

Los datos más recientes de los que se dispone en este momento, nos muestran que en el año 2010, un 30,6 por ciento de los jóvenes entre 15 y 24 años se encontraba en riesgo de exclusión social. Los jóvenes en dicha situación, plantean uno de los mayores retos de las políticas de empleo, debido a que concentran las mayores dificultades para obtener y mantener un puesto de trabajo de calidad.

- Necesidad de mejorar el nivel de emprendimiento e iniciativa empresarial entre los jóvenes.

Los niveles de autoempleo e iniciativa empresarial en España son menores que los que son necesarios para recuperar la senda del crecimiento y de creación de empleo. Y es que la tasa de emprendedores potenciales, es decir, la población adulta que manifiesta su intención de emprender una iniciativa empresarial o un autoempleo en los próximos tres años, ha crecido de manera ininterrumpida desde el año 2009, alcanzando un 12,05 por ciento en el 2012, con un incremento interanual del 24,7 por ciento.

Ésta es una cifra muy significativa, puesto que en la medida que más personas tengan la intención de emprender, mayor será el total de personas que definitivamente emprendan.

Según el Informe realizado por el Observatorio Mundial sobre la Actividad Emprendedora del Global Entrepreneurship Monitor (Informe GEM), de 2012, la tasa de actividad emprendedora (TEA) se situó en el 5,88por ciento, lo que significa que menos de 6 personas de cada 100, con edades comprendidas...

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