Factores explicativos del diferencial del desempleo andaluz
Autor | Francisco Gómez García y Manuela Prieto Rodríguez |
Cargo | Universidad de Sevilla |
1. INTRODUCCIÓN
No cabe duda de que durante las dos
últimas décadas, uno de los problemas
socioeconómicos más importante
de los países occidentales ha sido el
desempleo. Este problema ha sido más importante
en Europa, donde la tasa de paro
prácticamente duplicaba a la de EEUU, destacando
el caso de España, donde la tasa de
paro ha sido, durante estas dos décadas, la
más alta de los países de la OCDE. En la actualidad,
la tasa de paro española supera en
cinco puntos, aproximadamente, la tasa de
paro media de la Unión Europea (UE), situándose
ésta, a su vez, tres puntos por encima
de la de EEUU. ¿A qué se debe el alto paro
de los países europeos? ¿Por qué es la tasa
de paro española superior a la tasa de paro
europea?. La respuesta a estas preguntas ha
ocupado y ocupa la agenda investigadora de
muchos economistas. Uno de los enfoques
habituales en los estudios sobre las causas
del paro consiste en la comparación entre los
mercados de trabajo de distintos países1.
Normalmente, las diferencias entre las
tasas de paro de los distintos países se suelen
achacar a la distinta naturaleza de la regulación
del mercado de trabajo en los mismos
?por ejemplo, se destaca la distinta naturaleza
de la regulación del mercado de trabajo en
Estados Unidos y la UE?. Sin embargo, también
hay casos de países que tienen una regulación
del mercado de trabajo que, a primera
vista, parece similar y, sin embargo, presentan
tasas de paro muy diferentes (por ejemplo,
el caso de la alta tasa de paro en España
en relación con otros países de la UE o el caso
de Portugal y Austria que son dos de los países
con menores tasas de paro dentro de la
UE)2.
En el ámbito regional, estas diferencias
entre tasas de paro son, incluso, más paradójicas.
En principio, cabría esperar que los flujos
migratorios interregionales fueran de
mayor intensidad que los internacionales y
contribuyeran a mantener diferencias regionales
de tasas de paro de menor magnitud
143 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
* Universidad de Sevilla y Fundación Centro de Estudios
Andaluces ( centrA).
** Universidad de Sevilla.
1 Véase, por ejemplo, LAYARD, NICKELL y JACKMAN
(1991), OCDE (1994) y CEPR (1995).
Factores explicativos del diferencial
del desempleo andaluz
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA*
MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ **
2 BLANCHARDy JIMENO(1995), después de estudiar el
funcionamiento del mercado de trabajo en España y
Portugal, relacionan la diferencia entre las tasas de paro
entre estos dos países con las diferencias en el grado de
protección al desempleo (mayor en España) y en la naturaleza
del proceso de desinflación llevado a cabo en
ambos países desde finales de la década de los setenta.
que las existentes en el ámbito internacional.
En la dimensión regional del problema del
paro, España es también un caso especial. No
sólo las diferencias regionales de tasas de
paro son muy altas, sino que además han persistido
en niveles altos durante las dos últimas
décadas, periodo en el que los flujos
migratorios interregionales han disminuido
de forma notable3.
De las regiones españolas, Andalucía ha
sido la que ha tenido la mayor tasa de paro
durante los últimos veinte años4y, además, la
diferencia entre la tasa de paro andaluza y la
del resto de España ha seguido una tendencia
creciente, pasando de ser 6 puntos en 1976, a
12 puntos, aproximadamente, a mediados de
la década de los ochenta. A partir de entonces,
dicho diferencial de paro ha fluctuado
ligeramente en torno al 12-13%. El objetivo
de este artículo es ofrecer una visión global de
los determinantes de ese diferencial.
Para ello tenemos en cuenta que cuando
comparamos la evolución de la tasa de paro
de una determinada región, en nuestro caso
Andalucía, con el resto del país, sus determinantes
se derivan de dos fuentes distintas.
Por una parte tenemos que considerar los factores
agregados nacionales que afectarían de
forma similar a las distintas regiones. Estos
factores se derivan de la situación económica
general del país, de las condiciones institucionales
que afecten al mercado de trabajo en su
conjunto, de los tipos de política económica
que se instrumenten y en general de la situación
económica internacional. Estos factores
provocan que las variables del mercado de
trabajo, tanto a escala nacional como regional
se muevan, en parte, de forma similar. Sin
embargo, existe otro grupo de factores que
pueden ser particulares de una determinada
región. En los apartados que siguen se analizan
los factores específicos del paro andaluz5.
En el apartado segundo, nos ocupamos del
debate sobre las estadísticas del paro en
España. Centrándonos en el caso del mercado
de trabajo andaluz, se caracteriza la evolución
de la diferencia entre el paro registrado y
el estimado, tanto en términos de valores
totales como sectoriales.
En el apartado tercero, se realiza una
explicación macroeconómica del diferencial
de paro andaluz. Así, tras una visión global
de los datos de paro e inflación en España y
Andalucía, se plantea la hipótesis de que
dicho diferencial se debe a una diferencia
similar en sus tasas naturales de desempleo.
En los siguientes apartados se analizan las
posibles explicaciones ?fundamentalmente
de tipo microeconómico? a este fenómeno
macroeconómico.
Un determinante de la tasa natural de
desempleo es el factor demográfico. Así, en el
apartado cuarto se analiza en qué medida la
evolución y composición de la población activa
andaluza contribuye a explicar el alto
nivel de paro en Andalucía.
En el apartado quinto, se estudia si de la
negociación colectiva en Andalucía puede
deducirse una distinta evolución salarial a la
de la economía española y si la misma ha sido
coherente con ese paro diferencial.
Recientemente se ha puesto el énfasis en el
hecho de que el progreso tecnológico afecta de
forma asimétrica a la demanda de trabajo cualificado
y no cualificado. El peso del ajuste puede
recaer sobre los salarios reales ?abanico
salarial amplio? o sobre el desempleo. Así, en
el apartado sexto examinamos cómo ha evolucionado
la dispersión salarial en Andalucía.
INFORMES Y ESTUDIOS
144 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
3 Véase JIMENOy BENTOLILA(1998).
4 La tasa de paro en Andalucía alcanzó un valor máximo
de casi el el 35 por ciento en el cuarto trimestre
de 1994, lo que ilustra sin lugar a dudas la magnitud del
problema analizado.5
5 En el trabajo de JIMENO (1997), que nos sirve de
referencia, se realiza una completa sistematización de
los factores específicos del paro en Andalucía. Por otro
lado, MURILLO y GARCÍA (2002) analizan los factores específicos
del paro en Extremadura.
¿Cómo ha podido mantenerse la paz social
en Andalucía con una tasa de paro que ha llegado
a superar el 30 por ciento? La respuesta a
esta pregunta es uno de los objetivos de este
artículo. Así, en el penúltimo apartado del
mismo se analizan las prestaciones por desempleo,
con especial referencia al subsidio en
favor de los trabajadores eventuales agrarios.
Por último, el trabajo se cierra con un
apartado donde se enumeran, de forma clara
y resumida, las principales conclusiones a las
que hemos llegado con el análisis realizado.
2. LAS ESTADÍSTICAS DEL PARO
EN ESPAÑA: EL DIFERENCIAL
ANDALUZ
Según la Encuesta de Población Activa
(EPA) del INE, en el cuarto trimestre de 2001
se encontraban desempleadas en Andalucía
660.800 personas, lo que suponía un 22,34
por ciento de la población activa. La situación
que reflejan estas cifras es muy negativa,
puesto que dicha tasa de paro es la más alta
de todas las regiones españolas.
La gravedad de esta situación se ha cuestionado
en muchas ocasiones en los últimos
años, argumentando que de ser cierta se tendrían
que haber producido tensiones sociales
mucho más acusadas de las que realmente se
han producido. La razón de que ello no haya
sido así, según algunas de estas opiniones,
sería la escasa fiabilidad de las cifras de la
EPA, que estimarían una cifra de paro muy
superior a la real6. El análisis de esta discusión
para el caso del mercado de trabajo
andaluz, es el objetivo principal de este apartado.
Para ello, en primer lugar se realiza una
valoración de conjunto de las fuentes estadísticas
que existen en España para medir el
desempleo. Como sabemos, en relación con la
estimación de esta magnitud, la única estadística
alternativa a la citada EPA7 es la del
paro registrado del INEM.
A continuación, se analiza la evolución en
Andalucía del paro estimado (EPA) y el paro
registrado (INEM) para el período 1977-
2001. La comparación de ambas magnitudes
se realiza tanto en términos de valores totales
como sectoriales (agricultura, servicios,
construcción e industria).
Por último, se presenta la evolución del
paro estimado en España y en Andalucía con
el objetivo de caracterizar el diferencial de
paro andaluz con respecto a España.
2.1. Fuentes estadísticas para la
medición del paro en España:
una valoración de conjunto
De la gran cantidad de cifras que producen
las Oficinas Estadísticas oficiales hay una
que los medios de comunicación han popularizado
de forma extraordinaria: la cifra de
parados. Sin embargo, cada tres meses aparecen
dos cifras, normalmente distintas8, la
que da el INE y la que da el INEM, lo cual es
sin duda desconcertante si se hace la interpretación
simplificada de que ambas miden
con exactitud el mismo número de parados
que realmente hay.
Además, esas dos cifras no evolucionan en
el tiempo de forma similar y no tienen contenidos
homogéneos sino que ?como se comprueba
a continuación? hay grandes diferencias,
en su valor y en su evolución, según se
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
145 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
6 Esta cuestión está muy relacionada también con la
magnitud de la economía sumergida en Andalucía y su
posible impacto sobre las estadísticas del mercado en
Andalucía. Aunque este es un tema de mucha relevancia,
excede los objetivos de este libro. Para el caso de la
economía española, puede verse Toharia (1998, pp.
55-61).
7 Aparte del Censo de Población, que se publica cada
10 años.
8 Por ejemplo, el paro registrado en Andalucía en
el cuarto trimestre de 2001 fue de 345.735 personas,
aproximadamente la mitad del paro estimado (EPA).
consideren, por ejemplo, diversos sectores
económicos.
Hay una diferencia esencial entre las dos
medidas que se debe al propio objetivo que
persiguen: el INE trata de medir un aspecto
esencial de la economía de un país, la diferencia
entre la población potencialmente activa
?que busca o tiene un empleo remunerado? y
la población realmente ocupada, mientras
que el INEM trata de llevar un registro de los
demandantes de empleo para instrumentar,
entre otras, la política de ayuda al desempleo.
El INE tendrá que hacer una estimación por
muestreo ya que es evidentemente imposible
obtener la cifra real, mientras que el INEM
obtiene una cifra exacta, pero de un colectivo
normalmente distinto: los que acuden a las
oficinas de empleo diciendo que son demandantes
de empleo.
2.1.1. El paro estimado (EPA)
Como sucede en los demás países miembros
de la Unión Europea, el principal instrumento
que se utiliza en España para realizar un
seguimiento de la evolución del empleo y el
paro es la Encuesta de Población Activa (EPA)
que lleva a cabo el Instituto Nacional de Estadística.
La EPA se realiza trimestralmente a
una muestra de aproximadamente 64.000
viviendas familiares9 y sigue de cerca el cuestionario
y los métodos de la Oficina Estadística
de las Comunidades Europeas (EUROSTAT).
La encuesta se viene realizando desde
1964 y ha sufrido dos grandes modificaciones:
en 1976, cuando se establece lo que podría
llamarse la «EPA moderna»10 y en 1987,
cuando se adapta a las exigencias impuestas
por EUROSTAT tras la entrada de España en
la entonces Comunidad Europea11. En 1992
hubo también un cambio de algunos aspectos
del cuestionario, pero que no afectó al núcleo
fundamental de la encuesta12. Y en el año
2002 también se ha modificado la definición
de algunos conceptos, para homogeneizarlo
con los utilizados por la Unión Europea.
Lo anterior implica que los métodos y conceptos
utilizados por la EPA son totalmente
comparables con los utilizados en los demás
países europeos. De hecho las cifras de la
EPA son consideradas correctas tanto por
EUROSTAT como por el Secretariado de la
OCDE y se parecen mucho a las «tasas normalizadas
» que calcula este último organismo.
La EPA clasifica a todos los individuos en
una de las tres posibles situaciones con respecto
a la actividad siguientes: ocupado,
parado e inactivo. Siguiendo criterios internacionales,
un individuo que declare haber
realizado algún trabajo, aunque sólo sea de
una hora, durante la semana anterior a la
entrevista ?llamada «de referencia»? es considerado
ocupado. Para que un individuo sea
clasificado como parado, debe satisfacer cuatro
criterios: primero, no haber trabajado ni
siquiera una hora en la semana de referencia;
segundo, responder afirmativamente a la
pregunta de si está buscando empleo; tercero,
ser capaz de mencionar algún método de búsqueda
de empleo utilizado en las cuatro
semanas anteriores (siendo uno de los posibles,
de hecho el más frecuentemente mencionado,
la inscripción en las oficinas de empleo
INFORMES Y ESTUDIOS
146 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
9 Esto supone aproximadamente obtener información
sobre unas 200.000 personas mayores de 16 años.
Hay que destacar que en Andalucía el número aproximado
de personas encuestadas es de 34.000, cifra que
casi duplica la correspondiente a la siguiente comunidad
con mayor respuesta.
10 Hasta 1976 el objetivo fundamental de la EPA
era reflejar las características de la ocupación. A partir
de ese año el cuestionario se amplió para recoger también
las características de los parados.
11 Se amplió considerablemente el número de preguntas
del cuestionario. Además la disposición del
cuestionario y el nuevo tratamiento informático permitieron
obtener una muestra en panel de los hogares.
12 Se amplió la información sobre población extranjera
residente, nivel educativo, formación continuada y
sobre ciertas condiciones laborales de los ocupados.
del INEM ?véase Toharia, 1996?); y cuarto,
estar disponible para trabajar, o sea, responder
afirmativamente a la pregunta de si
podría empezar a trabajar en el plazo de dos
semanas si le ofrecieran un empleo. Los que
no cumplen alguno de los requisitos anteriores
son clasificados como inactivos. Así, la
población activa es obtenida como la suma de
la población ocupada y la parada.
Al considerar estos criterios se puede apreciar
que la ocupación en la mayoría de los
casos es una situación objetivable: se tiene un
trabajo remunerado, se ha trabajado en él un
tiempo mínimo la semana anterior, o, si no ha
sido así, hay una razón para ello (enfermedad,
vacaciones, etc.).
La separación en parados o inactivos de los
no-ocupados es, por el contrario, muy subjetiva,
pues depende en muchos de los casos de la
intención y la disponibilidad que se manifiestan
ante un encuestador.
Por otra parte, como indican Narvaiza et
al.(1994), la muestra realmente la componen
familias, y hay razones poderosas de rapidez
y eficacia en la realización de la encuesta que
exigen que la información sobre toda la familia
la proporcione un informante, lo cual
introduce un elemento más de posibles
imprecisiones en las respuestas.
Además, las cifras de la EPA se han visto
envueltas en dos oleadas de críticas que han
coincidido con los dos momentos de mayor crisis
padecidos recientemente por la economía
española: 1985 y 1994 ? véase Toharia
(1998)?. En 1985, cuando la tasa de paro
superó por primera vez la barrera del 20%,
había una creencia general de que esta tasa
se debía en buena medida a la existencia de
una elevada proporción de economía sumergida.
La oleada más reciente de críticas a las
cifras de la EPA ha sido menos específica pero
ha ido dirigida directamente al corazón de la
encuesta. Así, se pensaba que había otros instrumentos
estadísticos más fiables cuyos
resultados diferían significativamente de los
de la EPA, como, por ejemplo, la estadística
de paro registrado publicada por el INEM,
que, como comprobaremos a continuación,
arroja cifras claramente inferiores a las de
parados de la EPA.
2.1.2. El paro registrado
En primer lugar, hay que tener en cuenta
que los datos que proporciona el INEM son de
carácter administrativo. Es decir, el origen
del registro del que se derivan no es estadístico
sino que tiene que ver con el cumplimiento
de preceptos legales que pueden generar, en
su caso, derechos a las personas que se registran:
servicios diversos que van desde la propia
colocación, pasando por la información y
el asesoramiento hasta la participación en
diversos programas de fomento del empleo y
cursos de formación ocupacional ? en algunos
casos, con posibilidad de cobro de algún tipo
de ayuda económica ?. Ello implica que el
registrarse como demandante de empleo en el
INEM puede obedecer a incentivos varios que
tengan poco que ver con la situación de desempeño
de una actividad laboral o la búsqueda
activa de empleo. Además, hay que tener
en cuenta que las oficinas de empleo no son
interlocutores necesarios entre oferentes y
demandantes, por lo que la información que
de ellas se extraiga ha de entenderse en relación
con el carácter administrativo de la fuente
que la ha generado, y en su caso, a la voluntariedad
de las inscripciones a que dan lugar.
Debido a ello, el INEM elabora su estadística
de paro registrado intentando tener en
cuenta los factores relacionados con su origen
administrativo. Así, una persona que acuda
en busca de empleo al INEM es incluida en
los registros como «demandante de empleo».
Pero no todos los demandantes de empleo son
incluidos en el paro registrado. Las causas de
exclusión se regularon en la Orden Ministerial
de 11 de marzo de 1985 (B.O.E. de
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
147 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
14/3/85) y, básicamente, se refieren a las personas
que tienen otro empleo, los estudiantes,
los beneficiarios del subsidio eventual
agrario y otros grupos diversos13.
Como se recoge en el trabajo de Toharia
(1998, p. 46), el peso de los colectivos excluidos
ha ido aumentando con el paso del tiempo. Así,
mientras que los colectivos excluidos representaban
en 1986 apenas el 20 por ciento de
todos los demandantes de empleo ?el paro
registrado representaba el 80 por ciento del
número de demandantes? el peso de las exclusiones
aumentó hasta 1992, fecha desde la que
se ha estabilizado en torno al 40-45 por ciento.
Una posible explicación para el fenómeno
anterior procede de las diversas mejoras técnicas
en la elaboración de los datos ?cruces
con Seguridad Social, con registros de estudiantes,
etc?. Así, mientras que la definición
de la EPA se ha mantenido vigente en todo el
periodo considerado, debe concluirse que la
de paro registrado ha padecido cambios cuyos
efectos no es posible determinar. Así, el paro
registrado al ser el producto de un registro
administrativo, está muy influido por la normativa
legal que lo regula.
Por tanto, la cifra del paro registrado ni es
una estimación del paro existente ni es un
censo del número de parados y, posiblemente,
por un doble motivo: 1) no todos los trabajadores
sin empleo, disponibles para trabajar y
buscándolo activamente, lo buscan en las oficinas
del INEM, y 2) puede haber personas
con empleo sumergido, o no disponibles para
trabajar, o que no busquen empleo activamente
y que, sin embargo, encuentren algún
beneficio en estar en un registro que les acredita
como parados. Los primeros son parados
realmente y no están registrados como tales y
los segundos son ocupados o inactivos y sí
están registrados como parados.
De todo lo anterior, puede concluirse que el
paro EPA y el paro INEM son dos medidas
muy distintas en cuanto a su origen y obtención.
Mientras el primero da una medida
homogénea en el tiempo del nivel del fenómeno
y su evolución, el segundo constituye un
indicador de su evolución a corto plazo.
Por otro lado, de las anteriores exclusiones
puede deducirse que las mayores discrepancias
entre el paro EPA y el paro INEM se dan
en el sector agrario y entre quienes buscan
primer empleo, como resultado de las exclusiones
que afectan a los eventuales agrarios
subsidiados y a los estudiantes menores de 25
años. A continuación, vamos a analizar algunas
de estas discrepancias en la medición del
paro andaluz.
2.2. Análisis de las diferencias en la
cuantificación del paro andaluz
En el Gráfico 1 aparece la evolución en
Andalucía entre los años 1977 y 2001 del paro
estimado por la EPA (dato trimestral, del
cuarto trimestre de cada año) y del paro registrado
por el INEM (dato mensual, de diciembre
de cada año). En los datos que en ella se
reflejan se observan claras discrepancias fruto
de que, como se ha dicho, son indicadores
que miden cosas distintas. Sin embargo, no
deja de ser llamativa su evolución, ya que
siguen una senda similar durante el período
1977-1988 para, a partir de ese momento,
comenzar a alejarse una de la otra.
Analizando la evolución temporal de
ambas series podemos observar que, hasta
1989 la tasa de cobertura del paro estimado
?definida como paro registrado en porcentaje
de paro estimado? se mantiene aproximadamente
constante, y siempre por encima del
90%, lo que confirma la similitud de ambos
indicadores ?véase el Gráfico 2?. Hay que
señalar que en 1982 esta tasa se sitúa en el
110,08%, lo que significa que durante un breve
período el paro registrado fue superior al
paro estimado.
INFORMES Y ESTUDIOS
148 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
13 Un comentario sobre el contenido de las estadísticas
de empleo se puede encontrar en cualquiera de
los boletines mensuales que publica el INEM.
A partir de 1989 se observa una progresiva
disminución de la tasa de cobertura hasta
situarse en el 53,37% en el año 2001. Esta
divergencia evidencia un alejamiento
mutuo de ambos indicadores, que responde
al descenso del paro registrado al tiempo
que el paro estimado inicia una escalada
significativa.
La evolución creciente de la distancia
entre paro registrado y estimado puede explicarse,
sólo en parte, por el momento del ciclo
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
149 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
GRÁFICO 1. COMPARACIÓN PARO REGISTRADO ESTIMADO
ANDALUCÍA (1977-2001)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
Instituto Nacional de Empleo.
GRÁFICO 2. TASA DE COBERTURA DEL ESTIMADO EN ANDALUCÍA (1977-2001)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
Instituto Nacional de Empleo.
económico: la fase expansiva que se vive a
partir de 1982 y se acentúa a partir de 1985
puede estar en la raíz de las altas tasas de
cobertura de esos años. Del mismo modo, la
crisis que comienza en 1992 se puede considerar
en parte como la causante del alejamiento
de ambas magnitudes. La razón no sería otra
que el menor descenso del paro registrado en
etapas de crecimiento y al efecto desánimo
que deja más mella en el registro del INEM
que en las respuestas a los cuestionarios de la
EPA. Sin embargo, este tipo de reacción no se
produce en la etapa de crecimiento vivida a
partir de 1994-95, años en los que se manifiesta
una divergencia patente y creciente de
esas magnitudes, lo que hace pensar que sean
otras las razones a tener en cuenta para
encontrar una explicación satisfactoria.
INFORMES Y ESTUDIOS
150 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
GRÁFICO 3. COMPARACIÓN PARO REGISTRADO-ESTIMADO EN EN SECTOR
AGRÍCOLA EN ANDALUCÍA (1977-2001)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
Instituto Nacional de Empleo.
GRÁFICO 4. COMPARACIÓN PARO REGISTRADO-ESTIMADO EN EN SECTOR
INDUSTRIAL EN ANDALUCÍA (1977-2001)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
Instituto Nacional de Empleo.
Si tenemos en cuenta la evolución temporal
por sectores observaremos que las tasas de
cobertura en todos ellos tienen como denominador
común su descenso continuado a partir
de 1988-89 (gráficos 3, 4, 5, y 6). Sin embargo,
las diferencias son más que sustanciales en
cuanto a sus valores, lo que debe ser valorado
con prudencia porque la EPA no realiza una
clasificación sectorial de aquellos parados que
declaran llevar tres o más años buscando
empleo, cosa que sí hace el INEM, lo que se
puede traducir en una infravaloración de las
cifras de parados de aquellos sectores en los
que predominen los de larga duración (como la
agricultura)14. Así, mientras que en la agricul-
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
151 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
GRÁFICO 5. COMPARACIÓN PARO REGISTRADO-ESTIMADO EN EN SECTOR
SERVICIOS EN ANDALUCÍA (1977-2001)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
Instituto Nacional de Empleo.
GRÁFICO 6. COMPARACIÓN PARO REGISTRADO-ESTIMADO EN LA CONSTRUCCIÓN
ANDALUCÍA (1977-2001)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
Instituto Nacional de Empleo.
14 Para entender la baja tasa de cobertura en este
sector en Andalucía, hay que tener en cuenta que, co-
tura andaluza la tasa de cobertura indica un
paro registrado muy inferior al estimado, con
un valor en el año 2001 de 12,29% (media para
1977-2001, 32,41%), en la industria ocurre
exactamente lo contrario, siendo todos los
valores superiores al 100% (media 154,8%),
excepto en el año 2001 en el que se sitúa en el
98,11%, alcanzando un máximo de 211% para
1987. En una posición intermedia se sitúan la
construcción y los servicios, con unas medias
de 105,41% y 116,74%, respectivamente.
La constante disminución en la tasa de
cobertura puede tener diferentes explicaciones.
De un lado podemos encontrar diversas
razones de carácter legal y administrativo
que han conducido a que disminuya el incentivo
a registrarse en las oficinas del INEM
como demandante de empleo ?véase Pérez
(1998, p. 22). Adicionalmente debemos añadir
que, en muchos casos, los trabajadores
parados disponibles para trabajar y buscando
empleo activamente, no acuden a las oficinas
del INEM porque no consideran que se trate
de un organismo eficaz como buscador de
empleo. En la medida que disminuye esta
confianza en el INEM aumenta la diferencia
entre el paro estimado y el registrado.
Los factores legales señalados influyen, en
mayor o menor medida, en la divergencia
entre los datos proporcionados por el INEM y
por el INE, independientemente del marco
geográfico, dado que la legislación afecta con
carácter nacional. Sin embargo, la extraordinaria
importancia cuantitativa del problema
a medir en Andalucía, y, sobre todo, la existencia
de un considerable número de subsidiados
eventuales agrarios, introduce un
diferencial estadístico en el paro andaluz.
Por último, considerando que la EPA proporciona
el indicador más adecuado para la
medición del paro en España, en el Gráfico 7
se observa que el diferencial de paro de Andalucía
respecto a España gira en torno a los
nueve o diez puntos porcentuales desde 1984.
3. LOS HECHOS MACROECONÓMICOS:
LA TASA NATURAL DE DESEMPLEO
EN ANDALUCÍA VERSUSESPAÑA
Un candidato obvio para la explicación de
la elevada tasa de desempleo en España y en
INFORMES Y ESTUDIOS
152 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
mo dijimos anteriormente, una de las causas de exclusión
es ser beneficiario del subsidio agrario.
GRÁFICO 7. EVOLUCIÓN DE LA TASA DE DESEMPLEO. ESPAÑA Y ANDALUCÍA
(1977-2001)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
Andalucía es el concepto de la tasa natural de
desempleo. Según la definición inicial de
Friedman (1968), la tasa natural de desempleo
sería aquella tasa de desempleo que es
consistente con el equilibrio en un sistema
walrasiano, rectificado de manera que se tengan
en cuenta: 1) las características estructurales
de los mercados de bienes y de trabajo;
2) las variaciones estocásticas en las demandas
y las ofertas en dichos mercados; y 3) los
costes de obtención de la información y los
costes de la movilidad15.
Como sabemos la hipótesis de la tasa natural
de desempleo ha sido la teoría dominante
sobre la relación inflación-desempleo en
las últimas décadas16. En este contexto analítico,
dado el espectacular aumento del desempleo
en España y en Andalucía y dado el diferencial
de paro andaluz señalado en el apartado
anterior, nos podríamos plantear las dos
hipótesis siguientes: 1) dichos aumentos
espectaculares son debidos a un aumento de
sus tasas naturales de desempleo; 2) el diferencial
de paro andaluz se debe a una diferencia
entre las tasas naturales respectivas.
Para contrastar dichas hipótesis, lo primero
que tenemos que conocer es si la tasa natural
de desempleo en España y en Andalucía
es alta o baja, y si ha crecido o decrecido.
Como este concepto no puede observarse
directamente, debemos elegir entre dos alternativas.
En primer lugar, podemos estimar
los parámetros que la determinan. La segunda
alternativa es observar la evolución conjunta
de la inflación y el desempleo e inferir
la posible evolución de dicha tasa de desempleo.
Este último enfoque es el que principalmente
vamos a utilizar en este apartado,
sobre todo para el caso de la economía andaluza.
Bajo la primera alternativa, la tasa natural
de desempleo suele estimarse17 a partir
de la especificación previa de algún tipo de
relación inflación-desempleo. A la estimación
resultante se le suele denominar NAIRU
?tasa de desempleo no aceleradora de la
inflación?. En el Cuadro 1, intentamos sintetizar
los resultados de las principales estimaciones
de la NAIRU española para el período
1960-1995. Se han distinguido cinco subperíodos,
para los que existen diversas estimaciones
de la NAIRU. Para cada subperíodo, presentamos
el intervalo en el que se mueven
dichas estimaciones, recogiéndose la menor y
la mayor de las estimaciones para ese subperíodo18.
En este cuadro, por filas, nos encontramos
con las estimaciones extremas de la
NAIRU para cada período, el promedio del
desempleo observado (UOBS), y el número de
estudios considerados (N).
De dicho cuadro, parece deducirse que los
problemas de la economía española, a este
respecto, proceden básicamente del gran
aumento experimentado en la NAIRU, con
las adversas implicaciones de política económica
que ello supone. Asímismo, parece constatarse
un claro proceso de histéresis, pues la
NAIRU ha crecido de forma casi paralela al
desempleo observado19.
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
153 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
15 Puede apreciarse en esas palabras la inclusión del
desempleo friccional en la definición de Friedman. Por
otro lado, también se pone énfasis en dicha definición
en las características estruturales de los mercados de
trabajo y de bienes, junto a las variaciones de las ofertas
y las demandas respectivas. Ello, en presencia de costes
de movilidad, genera desempleo estructural, tanto en
su vertiente ocupacional como geográfica.
16 Al nivel de la tasa natural de desempleo, la curva
de Phillips a largo plazo es completamente vertical. Para
una revisión de la evolución de las teorías en este área,
puede acudirse a USABIAGAy GÓMEZ(1996).
17 Para obtener una panorámica de estas estimaciones,
que han sido bastante cuestionadas ?tanto a nivel
teórico, como en sus implementaciones empíricas?,
puede acudirse al trabajo de Gómez y Usabiaga (2001).
18 Un problema al que nos enfrentamos, es que los
subperíodos considerados en el cuadro 1 no se ajustan
en ocasiones a los subperíodos con que se trabaja en los
estudios citados, con lo que se dan solapamientos.
19 Dicho término procede de la Física. La histéresis
se produce cuando un material que ha estado sujeto a
una influencia exterior no logra recuperar su estado inicial
al dejar de aplicarse dicha influencia. En referencia
El segundo enfoque para inferir el valor de
la tasa natural de desempleo es menos sofisticado,
pero nos puede servir de referencia
para comparar la economía española y andaluza20.
Así, en el Gráfico 9 se representa la
relación inflación-desempleo21 en la economía
española para el período 1970-200122.
Como puede observarse, la tasa de desempleo
no ha conseguido alejarse demasiado del
entorno del 20% desde mediados de los años
ochenta. A ese nivel hemos trazado una línea
vertical, con lo que queremos destacar que
dicha tasa de desempleo «natural»23 ha sido
compatible a lo largo del tiempo con tasas de
inflación muy distintas, lo cual está en consonancia
con la hipótesis de la tasa natural.
Por otro lado, en el Gráfico 10 representamos
la relación inflación-desempleo en Andalucía
para el período 1979-200124. Como puede
apreciarse, la gráfica sigue a grandes rasgos
las pautas de la gráfica española de esos
años, pero con la crucial diferencia de estar
moviéndonos en unas cifras de desempleo
diez puntos mayores. Así, las cifras del desempleo
andaluz no se han alejado demasiado
del entorno del 30% en los últimos quince
años. De nuevo, al nivel de esa hipotética tasa
natural
de desempleo hemos trazado una
línea vertical, resaltando la compatibilidad
de la misma con distintas tasas de inflación.
La diferencia entre ambas verticales, aunque
se van desplazando hacia la izquierda
con el paso del tiempo, es aproximadamente
de diez puntos. Por tanto, nos podemos aventurar
a afirmar que el diferencial de paro
andaluz se debe a un diferencial en su tasa
natural de desempleo. Analizar los factores
?fundamentalmente microeconómicos? que
sustentan dicho diferencial es el objetivo de
los siguientes apartados de este artículo.
INFORMES Y ESTUDIOS
154 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
cial al dejar de aplicarse dicha influencia. En referencia
al mercado de trabajo, indica que el desempleo se incrementa
ante la aparición de una perturbación económica,
pero no vuelve a su nivel original cuando se elimina
dicha perturbación.
20 SÁNCHEZ (1994) utiliza un modelo sencillo para
contrastar empíricamente el elevado grado de persistencia
del paro en Andalucía.
21 Siendo estrictos, debemos reconocer que empleamos
incorrectamente el término «relación inflacióndesempleo
», ya que lo que realmente analizamos es la
evolución de los pares (inflación, desempleo) observados
?lo que comúnmente, y también de forma incorrecta,
se denomina como la «curva de Phillips» de la economía.
La relación inflación-desempleo para la economía
española en el período 1964-98 se interpreta en
GÓMEZy USABIAGA(1999b).
22 Los ejes del gráfico 8 recogen IPC (tasa de variación
interanual diciembre-diciembre) en ordenadas y la
tasa de desempleo EPA (media anual) en abscisas.
23 Hay que tener en cuenta que cuando se hace
referencia al desempleo natural normalmente se está
pensando en el desempleo a largo plazo; es decir, se
intentan obviar las oscilaciones cíclicas del desempleo,
observadas a lo largo de un período amplio de tiempo.
Evidentemente, existen métodos de alisamiento más
elaborados, como el cálculo de medias móviles y el ajuste
de tendencias a la serie de desempleo.
24 Al igual que en el gráfico 9, los ejes de este gráfico
recogen el IPC (tasa de variación interanual diciembrediciembre)
en ordenadas y la tasa de desempleo EPA
(media anual) en abscisas.
CUADRO 1. ESTIMACIONES DE LA NAIRU. ESPAÑA (1960-1995)
Fuente: Gómez y Usabiaga (1999a).
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
155 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
GRÁFICO 8. TASA DE PARO POR PROVINCIAS. ANDALUCÍA (2001, 4º TRIMESTRE)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
GRÁFICO 9. RELACIÓN INFLACIÓN-DESEMPLEO. ESPAÑA (1970-2001)
Fuentes:Encuesta de Población Activa y Base de Datos TEMPUS, INE.
4. POBLACIÓN ACTIVA Y EMPLEO:
EVOLUCIÓN Y COMPOSICIÓN
Uno de los factores que puede explicar la
divergencia entre las tasas de paro se encuentra
en la diferente evolución de la población
activa. Así, la población activa en Andalucía
ha crecido a una mayor tasa que en el resto de
España durante las dos últimas décadas. De
hecho, aunque la tasa de actividad partía de
niveles inferiores en Andalucía que en el
ámbito nacional, en el momento actual las
diferencias se han reducido considerablemente.
Así, la mayor población joven, junto
con la mayor incorporación de la mujer al
mercado laboral, ha sido determinante en
estos aumentos. Además, hay que tener en
cuenta que estos mayores aumentos de la
población activa se producen incluso a pesar
de las mayores tasas de paro que registra
Andalucía.
En los últimos veinte años, la población
española ha crecido más lentamente como
consecuencia del descenso acusado en la tasa
de natalidad, que se inició a mediados de los
años setenta. Además, la tasa de actividad (es
decir, la proporción de los individuos en edad
de trabajar que participan en el mercado de
trabajo ocupando o buscando un puesto de
trabajo) ha caído ligeramente (a pesar del
aumento de la tasa de actividad femenina
ocurrido sobre todo desde mediados de la
década de los ochenta).
En lo que se refiere a la evolución de la
población y de la población activa, Andalucía
ha mostrado pautas diferentes a las pautas
generales descritas en el párrafo anterior. En
primer lugar, como se recoge en el Cuadro 2,
la población mayor de 16 años ha crecido en
Andalucía a tasas superiores a las del resto
de España (debido a una caída menor en las
tasas de natalidad y al cambio de sentido de
los flujos migratorios). Este crecimiento de la
población junto al aumento de la tasa de acti-
INFORMES Y ESTUDIOS
156 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
GRÁFICO 10. RELACIÓN INFLACIÓN-DESEMPLEO. ANDALUCÍA (1970-2001)
Fuentes:Encuesta de Población Activa y Base de Datos TEMPUS, INE.
vidad de la población andaluza ha producido
que el crecimiento medio anual de la población
activa andaluza en el período 1977-2001
haya sido, aproximadamente, un punto porcentual
superior al crecimiento medio anual
de la población activa en el resto de España.
Así, Becerra et al. (1998)25 llegan a la conclusión
de que el principal factor que explica
el diferencial de paro andaluz es el mayor
incremento de la población activa en Andalucía.
Así, incluso habiendo mantenido una
mayor tasa de creación de empleo que el resto
de España26, los importantes aumentos de
la población activa han provocado un mayor
incremento del desempleo. De hecho, si la
población activa hubiese aumentado al mismo
ritmo que en el resto de España, la tasa de
paro de Andalucía en el momento actual sería
incluso significativamente inferior a la existente
en el resto de España27.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que
el crecimiento de la población activa ha venido
acompañado por un cambio significativo
en el nivel de estudios de la población activa
andaluza. Como se puede observar en el Cuadro
3, la población activa andaluza ha tenido
secularmente un menor nivel educativo
medio que el de la población activa del resto
de España. Aunque esta diferencia, en general,
se ha reducido en el periodo 1987-2001,
todavía la proporción de activos analfabetos y
sin estudios en Andalucía es de 6 puntos más
y la proporción de activos con estudios universitarios
y otros es de 3 puntos menos que
en el resto de España.
Por otro lado, el Cuadro 4 muestra el cambio
en la composición sectorial del empleo, que
se ha traducido en que el peso relativo del
empleo en la agricultura se haya reducido en
16 puntos en Andalucía y en 14 en el resto de
España en el período 1977-2001. Esta pérdida
de empleo agrario ha sido en parte compensada
por el crecimiento del sector servicios, en
general, y de los asalariados del sector público,
en particular. En la actualidad, una característica
peculiar de la demanda de trabajo en
Andalucía es la escasa importancia relativa
del empleo industrial y la todavía alta participación
del empleo agrario. En este punto, hay
que tener en cuenta que el sector agrícola ha
mantenido una tasa de creación de empleo
negativa, por lo que ha sido el que más ha contribuido
al aumento del desempleo. En el caso
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
157 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
25 La metodología utilizada por estos autores consiste
en construir una economía «virtual» con el propósito
de determinar qué tasa de paro hubiese tenido Andalucía
en el caso de que algunas variables del mercado de
trabajo y de la composición sectorial de la ocupación
hubiesen tenido un comportamiento similar al que se ha
registrado en el ámbito nacional.
26 Mientras que en el período 1977-2001 la tasa de
variación del empleo en Andalucía se situó en el
34,35%, en el resto de España se situó en el 17,49%.
27 Para el 2º trimestre de 1998 la tasa de paro andaluza
se situaría en un sorprendente 13,3 por ciento, 16,3
puntos inferior a la realmente existente en ese período y
3,4 puntos por debajo de la española.
CUADRO 2. TASAS ANUALES MEDIAS DE CRECIMIENTO (%). 1977-2001
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
de Andalucía, el mayor peso de este sector, ha
provocado parte de la divergencia que se ha
producido entre la tasa de paro andaluza y la
del resto de España, si bien dicho efecto ha
sido contrarrestado por los efectos derivados
de los sectores industria y servicios ?véase
Becerra et al. (1998, p. 47)?.
Por último, hacemos referencia al trabajo
de Jimeno (1997), que al analizar el factor
demográfico en un intento de explicar el alto
nivel de paro en Andalucía, obtiene que si bien
en la población activa andaluza tiene un
mayor peso los grupos de población caracterizados
por tener mayores tasas de paro, la composición
de la población activa sólo explica un
20 por ciento del diferencial del paro entre
Andalucía y España. Por otro lado, en dicho
estudio también se llega a la conclusión de que
el diferencial de la tasa de paro andaluza se
debe sobre todo a la mayor tasa de paro de grupos
de población con bajos niveles de estudios.
INFORMES Y ESTUDIOS
158 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
CUADRO 3. ACTIVOS POR NIVEL DE ESTUDIOS (%)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
CUADRO 4. OCUPADOS POR SECTOR DE ACTIVIDAD (%)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
5. LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN
ANDALUCÍA
Evidentemente y desde un punto de vista
teórico, es de esperar que el paro diferencial
andaluz también se deba en parte a la diferente
evolución de los costes laborales en
España y en Andalucía. Además, siendo esta
última una comunidad autónoma con una
tasa de paro tan elevada y persistente cabría
esperar una tendencia a la disminución relativa
de los salarios reales con respecto al resto
de España. Esta relación entre salarios
reales y tasa de paro, que algunos autores
aproximan con el concepto de rigidez real de
salarios, es un determinante de la tasa natural
de desempleo28. A efectos del análisis de
mercados de trabajo regionales, resulta especialmente
relevante si los salarios reales son
más o menos rígidos a escala nacional que en
el ámbito regional, puesto que la rigidez de
salarios a escala regional determina, junto
con la movilidad geográfica de la mano de
obra, la diferencia entre la tasa de paro nacional
y la de una región en concreto.
Como sabemos, el componente fundamental
de los costes laborales son los salarios (que
en Andalucía y en España representan aproximadamente
un 75% de los costes laborales
totales). En España los costes laborales no
salariales (cotizaciones sociales y otros
impuestos) han aumentado considerablemente
desde finales de los setenta, pero este
aumento no puede explicar el diferencial de la
tasa de paro andaluza puesto que el aumento
de dichos costes ha sido homogéneo en toda
España. De la misma manera, otros componentes
del coste laboral que inciden de forma
similar en el ámbito regional, tales como los
costes de despido, tampoco pueden explicar
dicho diferencial por la misma razón29.
Por tanto, para explicar las diferencias en
la evolución de los costes laborales entre
Andalucía y el resto de España hay que recurrir
a la distinta evolución salarial, centrándonos
en la negociación colectiva.
Con respecto a la negociación colectiva,
una característica básica con importantes
implicaciones macroeconómicas es su grado
de centralización. Así, Calmfors y Driffill
(1988) pusieron de manifiesto que parece
existir una relación en forma de «U-invertida
» entre el grado de centralización de la
negociación colectiva y los buenos resultados
macroeconómicos. Es decir, tanto los sistemas
con un alto grado de centralización como
de descentralización conducen a mejores
resultados desde un punto de vista macroeconómico.
La negociación colectiva en España se
caracteriza por el predominio de los convenios
colectivos sectoriales en el ámbito provincial30.
La eficacia general automática de
estos convenios se traduce en que, a pesar de
la baja tasa de afiliación sindical (entre un
10 y un 15% de los activos), la cobertura de la
negociación colectiva (medida como la proporción
de ocupados cuyas condiciones de
empleo están fijadas por un convenio colectivo)
está alrededor del 70%. A este respecto,
Andalucía ha seguido una pauta distinta a la
del resto de España. En primer lugar, a principios
de los ochenta cuando entra en vigor el
Estatuto de los Trabajadores y otras leyes
básicas sobre relaciones laborales, la tasa de
cobertura de la negociación colectiva era
muy inferior en Andalucía que en el resto de
España. Desde entonces, la negociación
colectiva se ha extendido más deprisa en
Andalucía que en el resto de España, de forma
que en la actualidad la diferencia en la
tasa de cobertura está alrededor de 5-10
puntos. En segundo lugar, la tasa de cobertura
de la negociación colectiva en la empre-
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
159 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
28 Véase Layard et al. (1991).
29 El mismo razonamiento se aplicaría a la legislación
sobre el salario mínimo.
30 Esto supone un nivel intermedio de centralización,
precisamente el modelo de negociación colectiva
que tiende a experimentar mayores dificultades ante los
procesos de ajuste.
sa (es decir, el porcentaje de ocupados afectados
por convenios colectivos de empresa)
era y es mucho menor en Andalucía (alrededor
de un 4%) que en el resto de España
(alrededor del 10%).
En cualquier caso, estas diferencias en
las tasas de cobertura de la negociación
colectiva o las diferencias en las tasas de
paro no se han traducido en una evolución
salarial muy distinta respecto a la del resto
de España. Como se puede observar en los
gráficos 11 y 12, el aumento salarial pactado
en la negociación colectiva ha sido similar
?aunque casi siempre superior? en Andalucía
que en el resto de España en la última
década.
Dada esta evolución de las tarifas salariales
(el precio del factor trabajo pactado en los
INFORMES Y ESTUDIOS
160 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
GRÁFICO 11. AUMENTO SALARIAL PACTADO EN LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
(TOTAL DE CONVENIOS) (1981-2000)
Fuentes:Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Estadísticas de Convenios Colectivos.
GRÁFICO 12. AUMENTO SALARIAL PACTADO EN LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
(CONVENIOS DE EMPRESA) (1981-2000)
Fuentes:Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Estadísticas de Convenios Colectivos.
convenios), las diferencias salariales entre
Andalucía y el resto de España no se han
reducido notablemente en los últimos años31.
Así, por ejemplo, Jimeno y Bentolila (1998)
indican que dichas diferencias salariales se
han mantenido prácticamente constantes y
que no han mostrado ninguna relación con
las diferencias regionales en las tasas de
paro.
6. LA DISPERSIÓN SALARIAL Y EL
CAMBIO TECNOLÓGICO SESGADO
HACIA LAS CUALIFICACIONES
Evidentemente la idea de que el progreso
tecnológico destruye puestos de trabajo no es
nueva, pues la misma está presente desde los
comienzos de la revolución industrial, cuando
los trabajadores empezaron a temer que la
introducción de maquinaria en los procesos
productivos redujese el número de puestos de
trabajo.
Sin embargo, la conclusión de que el progreso
tecnológico conduce necesariamente a
una tasa de paro mayor es equivocada. En
realidad, las consecuencias del progreso tecnológico,
en relación con la evolución de
empleo y del paro, dependen de las necesidades
de reasignación del factor trabajo que los
avances tecnológicos generen y de su adecuación
al nivel de capital humano de la población
activa. Por ejemplo, Goldin y Katz (1996)
sostienen que el progreso tecnológico y el capital
humano son factores complementarios, de
forma que los avances tecnológicos afectan
positivamente a la demanda de trabajo cualificado
y negativamente a la demanda de trabajo
no cualificado32. En estas condiciones, si
los salarios reales se ajustan, la desigualdad
salarial aumenta, y si los salarios no se ajustan,
aumenta la tasa de paro de los trabajadores
no cualificados. Esta proposición parece
explicar, en parte, el aumento de la tasa de
paro europea producido en los últimos veinte
años, y la creciente desigualdad que se observa
desde principios de los años ochenta en países,
como Estados Unidos y Reino Unido, donde
los salarios son más flexibles.
En este contexto, los datos sobre estructura
salarial permiten distinguir ciertas características
interesantes de la distribución
salarial en Andalucía33. En primer lugar, la
ganancia salarial media en Andalucía es
alrededor del 90% de la ganancia salarial
media en el resto de España. En segundo
lugar, la dispersión salarial en Andalucía es
menor, es decir, los trabajadores poco cualificados
o con bajo nivel de estudios obtienen
una ganancia salarial que, aunque menor
que en el resto de España, representa un porcentaje
mayor de la ganancia salarial de los
trabajadores con niveles educativos altos
(véase Gráfico 13).
Por ejemplo, en Andalucía la ganancia
salarial media de un titulado universitario es
2,1 veces la ganancia salarial media de un
trabajador sin estudios, mientras que en el
resto de España este cociente es de 2,334. La
dispersión salarial en España se redujo a partir
de principios de la década de los setenta
hasta mediados de la década de los ochenta y
parece haber aumentado ligeramente desde
entonces. Por el contrario, en Andalucía,
como podemos observar en el Cuadro 5, la dis-
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
161 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
hacia las cualificaciones, es decir, no eleva por igual la
demanda de trabajo de todos los niveles de cualificación.
Concretamente, la revolución informática ha aumentado
la demanda de trabajadores universitarios y otras personas
que tienen conocimientos de informática.
33 Desde otro enfoque diferente, Vieira (1994) analiza
los impactos de las nuevas tecnologías sobre el nivel
de empleo y la cualificación profesional en el ámbito de
la industria andaluza.
34 Véase Encuesta de estructura salarial (1995), INE.
31 Andalucía es una de las regiones con menor nivel
de salarios. Como señalamos en el siguiente apartado de
nuestro ejercicio, la ganancia salarial media en Andalucía
es alrededor del 90% de la ganancia salarial media en
el resto de España.
32 Esto se pone de manifiesto si analizamos las consecuencias
de la explosión de la microinformática en las
dos últimas décadas. Esta nueva tecnología está sesgada
persión salarial ha disminuido en la segunda
mitad de los ochenta y principios de los
noventa: en 1988 el cociente entre la ganancia
media de un ingeniero o licenciado y la
ganancia media de un peón era de 3,5 en
Andalucía y 3,8 en el resto de España. En
1992, dicho cociente pasó a ser de 3,4 en
Andalucía y 4 en el resto de España35.
Así, la reducción de la dispersión salarial,
en un contexto de cambio a favor de la demanda
de trabajo cualificado, constituye otro candidato
a la hora de explicar la mayor tasa de
paro de los trabajadores con bajo nivel de cualificación
en Andalucía.
7. EL SUBSIDIO AGRARIO
En primer lugar, es preciso señalar que en
esta materia el análisis económico contemporáneo
se ha interesado principalmente por los
impactos negativos de las prestaciones por
desempleo sobre los incentivos al trabajo. Por
el contrario, han sido más raros los estudios
sobre los aspectos positivos de las prestaciones
por desempleo, aunque es evidente que
las mismas han constituido, junto con las
otras prestaciones sociales, un importante
INFORMES Y ESTUDIOS
162 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
35 Véase Encuesta sobre la distribución salarial en
España (1988 y 1992), INE.
GRÁFICO 13. COCIENTE GANANCIA SALARIAL MEDIA ANDALUCÍA-ESPAÑA
(1995)
Fuentes:Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Estadísticas de Convenios Colectivos.
CUADRO 5. COCIENTE GNANCIA MEDIA LICENCIADO-PEÓN
Fuentes:Encuesta sobre la distribución salarial en España (1988 y 1992), ONE.
factor de cohesión social en determinados
momentos y zonas geográficas 36.
Así, los observadores internacionales no
dejan de mirar con asombro la alta tasa de
paro española y sobre todo la andaluza. Estas
situaciones se pueden sostener sin convulsiones
sociales por la existencia de un sistema
de protección social extendido (basado en las
prestaciones por desempleo y otras prestaciones
sociales) y, sobre todo, por el «seguro
familiar», es decir, el papel que vienen jugando
la institución familiar como resguardo
frente a la situación de paro.
El hecho de que los parados españoles o los
andaluces no estén en una situación de necesidad
extrema constituye, evidentemente,
una situación favorable. Pero, desde el punto
de vista macroeconómico, la existencia de
mecanismos que contribuyan a que se extienda
una situación de paro de largo duración o
situaciones de paro recurrente, produce paro.
Los parados de larga duración o los individuos
que, recurrentemente, pasan de situaciones
de paro a empleos temporales no provocan
el ajuste salarial y de precios por el que
habitualmente el paro se reduce en las economías
de mercado.
En lo que se refiere al paro de larga duración,
Andalucía no constituye un caso especial
en relación con el resto de España. En el
Cuadro 6, se ve que el paro de larga duración
(uno o más años de búsqueda) ha aumentado
notablemente en España en las dos últimas
décadas, sin que Andalucía fuera una región
especial a este respecto. Sin embargo, el paro
recurrente es mayor en Andalucía, lo que se
debe a la mayor proporción de empleos estacionales
(dado el mayor peso del empleo agrícola
y en el sector turístico) y a ciertas peculiaridades
de la protección al desempleo en
Andalucía, sobre todo, la existencia de un
subsidio a favor de los trabajadores eventuales
agrarios37.
En otro trabajo ?Cansino, Gómez y Román
(2002)? se analizan las principales magnitudes
relacionadas con el subsidio agrario en
Andalucía y, por ejemplo, se observa que el
número de beneficiarios se incrementó notablemente
durante la segunda mitad de los
años ochenta y no ha descendido nunca por
debajo de los beneficiarios existentes cuando
se implantó el subsidio agrario en 1984, en
sustitución del anterior sistema de «empleo
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
163 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
36 Esta dualidad se presenta como otra manifestación
del conflicto entre la eficiencia y la equidad, que
está presente en cualquier debate sobre las prestaciones
sociales y sus propuestas de reforma. 37 Véase Cebrián et al. (1995).
CUADRO 6. PARADOS POR TIEMPO DE BÚSQUEDA DE EMPLEO (%)
Fuentes:Encuesta de Población Activa, INE.
comunitario». Ahora sólo nos queda esperar
qué nos dice el tiempo sobre la reforma llevada
a cabo recientemente por el gobierno.
8. RESUMEN Y CONCLUSIONES
El objetivo de este artículo ha sido sistematizar
los factores explicativos de este diferencial
estructural entre la tasa de paro
andaluza y la española. Así, con la intención
de apuntar algunas prescripciones de política
económica, y simplificando bastante, vamos a
centrarnos en siete posibles factores explicativos
del mismo:
1) Debido a la mayor tasa de paro de nuestra
región, aquí el debate sobre la idoneidad
de las estadísticas de desempleo ha sido más
intenso. Esta intensidad se comprende si
tenemos en cuenta que, por ejemplo, el paro
registrado (INEM) en Andalucía en el cuarto
trimestre de 2001 fue de 345.735 personas,
aproximadamente la mitad del paro estimado
(EPA). Esta diferencia es mayor que en España,
lo que se debe fundamentalmente a la
exclusión de los subsidiados eventuales agrarios
del paro registrado.
Por lo demás, parece evidente que la estadística
más adecuada para la medición del
paro ?en el marco de la UE?, es la Encuesta
de Población Activa del INE, aunque es necesario
seguir perfeccionando su diseño y realización.
Además, en este punto, queda por
resolver la espinosa cuestión sobre el tamaño
relativo de la economía sumergida en Andalucía.
2) La población activa ha crecido en Andalucía
a tasas significativamente superiores a
las del resto de España. Así, en las dos últimas
décadas, el crecimiento medio anual de
la población activa andaluza ha sido casi un
punto porcentual superior al crecimiento
medio anual de la población activa en el resto
de España. Este mayor crecimiento es el
principal factor que explica por qué en un
determinado período el paro aumentó más en
Andalucía, pero no puede explicar la alta persistencia
del paro andaluz.
3) En la población andaluza todavía ?a
pesar del acercamiento acontecido en las dos
últimas décadas? tienen un mayor peso relativo
grupos de población con bajo nivel educativo,
para los que las tasas de paro son mayores,
tanto en Andalucía como en el resto de
España. Desde esta perspectiva, la acumulación
de capital humano ha de ser un elemento
primordial en cualquier estrategia de crecimiento
regional y de creación de empleo.
Además, ante la triste alternativa de desempleo
o empleos muy precarios, a la que el cambio
tecnológico enfrenta a los trabajadores sin
cualificación ?a lo que habría que sumar los
efectos de la creciente inmigración?, y teniendo
en cuenta la mayor tasa de paro de los trabajadores
con bajo nivel de cualificación en
Andalucía, la recomendación de política económica
ha de ser la inversión en capital
humano, de forma que la oferta de trabajadores
cualificados aumente al mismo ritmo que
su demanda (afinando también en la implementación
de las políticas activas de empleo).
4) La composición sectorial del empleo no
ha sido el principal factor explicativo en la
generación del diferencial de paro andaluz.
Sin embargo, actualmente Andalucía se caracteriza
todavía por un peso relativo alto de la
agricultura y por una bajísima participación
en el empleo de la industria. La transición de
un sector a otro, puede verse facilitada
mediante una adecuada política de desarrollo
regional y local, por ejemplo, mediante una
adecuada promoción del tejido empresarial a
través de polígonos industriales viables.
5) La dispersión salarial es tradicionalmente
menor en Andalucía que en el resto de
España, y además ha disminuido en la segunda
mitad de los ochenta y principios de los
noventa, lo que en un contexto de cambio a
favor de la demanda de trabajo cualificado,
puede explicar en parte la mayor tasa de paro
de los trabajadores con bajo nivel de cualificación
en Andalucía.
INFORMES Y ESTUDIOS
164 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
6) Las diferencias salariales entre Andalucía
y el resto de España no parecen haber
respondido al aumento de la diferencia de sus
tasas de paro. Por el contrario, aunque dicho
diferencial de paro se ha duplicado en los
últimos veinte años, las diferencias salariales
se han mantenido relativamente constantes.
Esta rigidez salarial, aunque no explica la
generación del diferencial de paro andaluz, sí
contribuye de manera importante a la persistencia
del mismo.
7) La existencia de un régimen especial de
protección al desempleo agrario en Andalucía
desde 1984 ha causado que la «cobertura» de
las prestaciones por desempleo esté, en conjunto,
por encima que en el resto de España.
Si bien esta mayor cobertura no se ha traducido
en una «mayor» proporción de parados de
larga duración, sí parece haber provocado
situaciones de paro recurrente y una disminución
menos lenta de la población activa
cuyas expectativas de empleo apenas se limitan
a empleos agrícolas. Evidentemente este
es un tema muy controvertido, pues en el mismo
nos enfrentamos ineludiblemente al conflicto
entre la equidad y la eficiencia. Creemos
que una forma de intentar superar ese
conflicto es desplazar el centro del debate
desde los objetivos ?cohesión social? hacia los
instrumentos, intentando encontrar aquéllos
que distorsionan menos la oferta de trabajo,
en particular, y el funcionamiento de la economía
andaluza, en general.
Por último, algunos especialistas predicen
que en esta primera década del siglo XXI la
economía española alcanzará el pleno empleo
(5-8%). Esperemos que el desempleo andaluz
no sólo baje por debajo de la barrera del 15%,
sino que en la medida que se actúe sobre los
factores señalados anteriormente, se reduzca
el diferencial de paro con respecto a España.
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INFORMES Y ESTUDIOS
166 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
FRANCISCO GÓMEZ GARCÍA Y MANUELA PRIETO RODRÍGUEZ
167 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46
RESUMEN: El objetivo de este artículo ha sido sistematizar los factores explicativos del diferencial estructural
entre la tasa de paro andaluza y la española, con el fin de apuntar algunas prescripciones
de política económica orientadas a la reducción del mismo.
La conclusión a la que llegamos es que no existe una única causa explicativa del diferencial
señalado, sino que, por el contrario, este es consecuencia de un conjunto de factores, entre los
que podemos destacar los siguientes: mayor crecimiento de la población activa en Andalucía,
mayor peso relativo de población con bajo nivel educativo (para los que la tasa de paro son
mayores), composición sectorial del empleo, menor dispersión salarial existente en Andalucía,
rigidez salarial y existencia de un régimen especial de protección agraria. También realizamos
un análisis de la idoneidad de las fuentes estadísticas para el estudio del desempleo, con el fin
de aclarar que fuente es mejor y si explican parte de este diferencial.
Entre las medidas de política económica porpuestas para reducir el diferencial que nos ocupa,
cabe destacar las siguientes: inversión en capital humano, políticas de desarrollo regional y
local dirigidas a la promoción del tejido empresarial, reducción de la rigidez salarial, etc.