Explotación sexual infantil en Latinoamérica

AutorPepa Horno Goicoechea
Cargo del AutorSave the Children
Páginas237-252

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EXPLOTACIÓN SEXUAL INFANTIL EN LATINOAMÉRICA

PEPA HORNO GOICOECHEA

Save the Children

1. El trabajo de save the children sobre la violencia contra la infancia

Save the Children es una alianza internacional de organizaciones no gubernamentales que trabaja en la promoción y defensa de los derechos de los niños y niñas. Nuestro marco de referencia es la Convención de Naciones Unidas de 1989 sobre los Derechos del Niño. Por lo tanto, prevenir toda forma de violencia contra los niños y niñas es una de las obligaciones prioritarias de nuestro trabajo. Save the Children ha desarrollado un trabajo variado en el área de violencia, con un especial énfasis en dos problemáticas: la erradicación del castigo físico y psicológico, la sensibilización y prevención del abuso y la explotación sexual infantil.

El Programa de Sensibilización y Prevención del Abuso Sexual Infantilque la organización viene desarrollando desde el año 1997 es la respuesta a una necesidad social detectada por Save the Children de falta de redes de trabajo interinstitucional e interdisciplinar en el abuso sexual infantil, así como de falta de espacios de formación e intercambio de experiencias. Desde ahí, el programa es un programa de prevención primaria y, como tal, su objetivo es garantizar la sensibilización y formación de los agentes sociales implicados en el tema.

El programa tiene los siguientes objetivos:

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  1. Desarrollo de un programa de prevención primaria que fomente la sensibilización social sobre la dimensión del problema.

b) Sensibilización y formación de los profesionales, favoreciendo el intercambio de experiencias.

c) Promoción de redes de trabajo interdisciplinar y protocolos

de actuación conjunta.

Save the Children considera que tan importante como desarrollar estrategias de intervención adecuadas es partir de una concepción adecuada de la problemática en la que se intenta intervenir. Por eso, para hablar sobre explotación sexual es fundamental partir de un concepto adecuado de violencia y del análisis de las características diferenciales de la explotación sexual infantil como forma de violencia contra los niños y niñas.

Violencia es, primeramente, todo aquello que daña el desarrollo de quien la vive, sea un adulto o un niño. Éste es el criterio básico para definir la violencia, no la intención de quien la infringe, sino el daño que producimos a aquél o aquélla que la vive. Después, como segundo criterio para comprender la violencia, hay que entenderla como un abuso de poder. La violencia, se ejerza en la forma que se ejerza, se infringe por parte de un agente (persona, institución, estamento, etc.) con poder sobre la persona. El concepto de poder y el concepto de daño son las claves para entender la violencia, y el concepto de poder nos ayuda a entender por qué el 80% de los casos se producen en el entorno cercano al niño o niña. Hace falta poder sobre otra persona para someterla, bien por el afecto que nos siente, bien por una posición de autoridad sobre ella, bien por una mayor fortaleza física o una posición de desigualdad social, la cuestión es que quien ejerce la violencia es quien puede hacerlo. Y, por último, la violencia puede ser ejercida de diferentes modos: físicamente, psicológicamente o sexualmente; lo cual establece una serie de características diferenciales para la intervención.

Es fundamental entender estos criterios, pero es igualmente importante hacerlo en el orden adecuado. Primero, analizar a la víctima y sus necesidades; después, la relación de poder que subyace a la violencia; y, por último, el modo en que ésta se ejerce. Si no lo analizamos así, estableceremos los criterios que definen la violencia, como lo hace la

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legislación, desde el último criterio, el modo, y, entonces, le preguntaremos a la víctima cuántas veces te lo hicieron, qué te hicieron, si fueron uno o varios y preguntas de esa índole. De este modo, en la legislación española se recoge la diferencia entre abuso sexual infantil y agresión sexual infantil, ésta más penada, entendiendo que además de la violencia sexual se ejerce violencia física; cuando el conocimiento de las dinámicas de abuso sexual nos lleva a entender que en la mayoría de los casos de abuso sexual no se emplea la violencia física, sino el engaño, la manipulación y el chantaje para ganarse la confianza y el silencio del niño, y que, por el tipo de relación que subyace al abuso, los daños en el desarrollo de una niña, por ejemplo, que ha sufrido tocamientos por su padre durante un año pueden ser muy superiores a los producidos en una niña violada por un desconocido, aunque éste usara la violencia física.

2. Definición y factores causales del abuso y explotación sexual infantil

El abuso sexual infantil y, dentro de éste, la explotación sexual infantil son formas de maltrato infantil, de violencia contra los niños y niñas. Dentro de esta concepción de la violencia ya descrita, podemos establecer diferentes tipologías de maltrato, en función de diferentes variables:

  1. Maltrato físico. Cualquier acción no accidental por parte de los cuidadores o padres que provoque el daño físico o enfermedad en el niño o le coloque en un grave riesgo de padecerlo.

    b) Negligencia y abandono físico.Situación en la que las necesidades físicas básicas del menor (alimentación, vestido, higiene, protección y vigilancia en las situaciones potencialmente peligrosas, educación y/o cuidados de salud) no son atendidas temporal o permanentemente por ningún miembro del grupo que convive con el niño. Esta definición –proporcionada por Arraubarrena y de Paúl– se centra de manera evidente en las necesidades del niño que no son cubiertas y no tanto en los posibles comportamientos de los padres.

    c) Maltrato y abandono emocional. El maltrato emocional se

    define como la hostilidad verbal crónica en forma de insulto,

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    desprecio, crítica o amenaza de abandono, así como el constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles (desde la evitación hasta el encierro o el confinamiento) por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar.

    El abandono emocional se define como la falta persistente de respuesta a las señales (llanto, sonrisa), expresiones emocionales y conductas procuradoras de proximidad e interacción iniciadas por el niño, así como la falta de iniciativa de interacción y contacto por parte de una figura adulta estable.

    d) Abuso Sexual. Se define como “Contactos e interacciones entre un niño y un adulto cuando el adulto (agresor) usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual puede ser también cometido por una persona menor de 18 años cuando ésta es significativamente mayor que el niño (víctima) o cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre otro”1

    Dentro de esta concepción de abuso sexual, destacamos las siguientes categorías:

    i. Abuso sexual.Cualquier forma de contacto físico con o sin acceso carnal, con contacto y sin contacto físico realizado sin violencia o intimidación y sin consentimiento. Puede incluir: penetración vaginal, oral y anal, penetración digital, caricias o...

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