¿Existen alternativas a los experimentos con animales?

AutorMaría Pilar Vinardell Martinez-Hidalgo
CargoCatedrática de Fisiología, Universitat de Barcelona (España)
Páginas82-97
¿Existen alternativas a los experimentos con animales? – María Pilar Vinardell Martinez-Hidalgo
Rev Bio y Der. 2021; 51: 81-97
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887
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Resumen
Desde hace muchos siglos el ser humano ha venido utilizando los animales para el conocimiento
científico y gracias a estos animales se ha avanzado mucho en el desarrollo de terapias, cirugías,
etc. Pero actualmente se sabe que no todos los ensayos que se realizan con animales acaban dando
lugar a nuevos tratamientos de interés clínico. A pesar de que algunas estadísticas apuntan a una
disminución del número de animales utilizados en investigación, la realidad es que todavía se
continúan utilizando muchos animales e incluso está aumentado el uso de animales
genéticamente modificados. Cuando un investigador se plantea un proyecto en el que se utilicen
animales debe buscar alternativas que los reemplacen, reducir el número utilizado y refinar las
técnicas para disminuir el sufrimiento animal. En la práctica , muchos investigadores no realizan
una búsqueda concienzuda y lo justifican diciendo que no existen alternativas a sus experimentos
y que es necesario el uso de animales. En este artículo se presenta cómo realizar esta búsqueda y
ejemplos de métodos alternativos de reemplazo, para que no haya excusas a cambiar las
metodologías empleadas.
Palabras clave: reducción; refinamiento; reemplazo; búsqueda bibli ográfica; animales de
experimentación.
Abstract
For many centuries, humanity has been using animals for scientific knowledge and thanks to these
animals much progress has been made in the development of therapies, surgery, etc. But it is
known that not all trials carried out on animals end up leading to new treatments of clinical
interest. Despite this, many laboratory animals continue to be used, although some statistics point
to a decrease in the number of animals. Moreover, there is an increase in the use of g enetically
modified animals. When a researcher considers a project in which animals are used, they should
look for alternatives tha t replace animals, reduce the number used and refine techniques to
reduce animal suffering. In practice, many researchers do not conduct a thorough search and
justify it by saying that there are no alternativ es to their experiments and animals are necessary.
This article presents how to perform this search and examples of alternatives of replacement, so
that there are no excuses to change the methodologies used.
Keywords: Reduction; refinement; replacement; literature search; laboratory animals.
Resum
Des de fa molts segles l'esser humà ha vingut utilitzant els animals per al coneixement científic i
gràcies a aquests animals s'ha avançat molt en el desenvolupament de teràpies, cirurgia, etc. Però
se sap que no tots els assajos que es realitzen amb animals acaben donant lloc a nous tractaments
d'interès clínic. Tot i que algunes estadístiques apunten a una disminució del nombre d'animals
en experime ntació, la realitat es que encara es continuen utilitzant molts animals i inclús esta
augmentant l’ús d’animals genèticament modificats. Quan un investigador es planteja un projecte
en el qual s'utilitzin animals ha de buscar alternatives que els reemplacin, reduir el número
utilitzat i refinar les tècniques per a disminuir el sofriment animal. A la pràctica, molts
investigadors no realitzen una cerca conscienciosa i ho justifiquen dient que no existeixen
alternatives als seus experiments i que és necessari l'ús d'animals. En aquest article es presenta
com realitzar aquesta cerca i exemples de mètodes alternatius de reemplaçament, perquè no hi
hagi excuses a canviar les metodologies emprades.
Paraules clau: reducció; refinament; reemplaçament; cerca bibliográfica; animals
d’experimentació.
¿Existen alternativas a los experimentos con animales? – María Pilar Vinardell Martinez-Hidalgo
Rev Bio y Der. 2021; 51: 81-97
www.bioeticayderecho.ub.edu - ISSN 1886-5887
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1. Introducción
El uso de animales en investigación biomédica ha existido desde la Antigüedad, y los
conocimientos científicos se basaban en buena parte en la observación y la disección anatómica.
Hipócrates (350 a.C) ya realizaba experimentos con cerdos. Otros como Anaxágoras, Aristóteles,
Galeno y muchos más d isecaron animales para conocer su cuerpo. A diferencia de Oriente, la
“vivisección” no se empieza a practicar en Occidente hasta el Renacimiento. En Europa, René
Descartes (1596-1650) sentó las bases del dualismo cuerpo-alma, con el ser humano siendo
poseedor de ambas dimensiones y, p or lo tanto, erigiéndose superior a los animales. En esta
filosofía cartesiana sólo el hombre era consciente y podría sufrir, a diferencia de los animales, que
según él eran incapaces de sentir dolor. La vivisección se extendió por Europa sin ningún tipo de
anestesia1, y se desarrolló sobre todo a partir del siglo XVII. Entre los científicos de esa época hay
que destacar a W. Harvey (1578-1657) que fue el primero en describir y explicar cómo circula y
se distribuye la sangre en el organismo2. Ya en el siglo XIX el fisiólogo C. Bernard (1813-1878) se
hizo conocido como el padre de la vivisección, técnica en la que formó a numerosos discípulos. Su
dedicación a estas prácticas era casi obsesiva, de manera que una vez que no tenía perros para sus
investigaciones, utilizó al perro de la familia. Esto fue el detonante para que su esposa se separara
de él y creara la primera sociedad anti-viviseccionista en Francia3. Maestro de Claude Bernard fue
Mateu Roger Orfila (1787-1853) natural de Menorca y que se considera fundador de la
Toxicología y que fue decano de la Facultad de Medicina en Paris. Fue un defensor a ultranza de la
experimentación animal. Se calcula que durante su vida pudo haber experimentado con unos 5000
perros4. Estos constituyen unos pocos ejemplos de la gran cantidad de investigadores célebres
que utilizaron la experimentación animal para sus descubrimientos.
2. Alternativas a la experimentación animal: el principio de las Tres
Erres
El principio de las Tres Erres o métodos alternativos a la exper imentación animal fue enunciado
en 1959 por dos científicos británicos, Russell y Burch en su libro Principles of Humane
Experimental Technique (1959). Postularon que para que los experimentos con animales se
consideraran éticos o fueran aceptables, deberían seguir siempre el principio de las Tres Erres
(Reemplazo, Reducción y Re finamiento). En primer lugar, se tiene que aplicar la Erre de
reemplazo, que implica substituir los animales por otros sistemas, como por ejemplo el uso de
cultivos celulares. Cuando el reemplazo no es posible, entonces es necesario aplicar las otras dos
Erres: reducción del número de animales, pero siempre basado en un cálculo estadístico previo

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