Evidencias adicionales sobre la devaluación salarial

AutorAlbert Recio Andreu
Cargo del AutorProfesor Titular de Economía Aplicada. Universitat Autònoma de Barcelona
Páginas196-199

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Cuando las fuentes estadísticas no son muy robustas conviene buscar todas las evidencias empíricas disponibles para ver si con otras informaciones se refuerzan los hallazgos iniciales. En este caso acudimos a tres vías adicionales: las estadísticas a partir de datos fiscales, la participación de los salarios en la renta y las estadísticas de convenios colectivos.

La primera de las fuentes procede de la Agencia Tributaria y está basado en las declaraciones de la renta. Puede objetarse que está estadística minusvalora las rentas laborales al no incluir los pagos "en negro", pagos que posiblemente proliferen en un mercado laboral desregulado.

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En todo caso a este argumento pueden objetarse distintos argumentos. En primer lugar que la evasión fiscal suele ser muy superior en las rentas no salariales que en las salariales. En segundo lugar que las percepciones salariales irregulares son, en sí mismas, un indicador de la enorme debilidad social de quienes las reciben puesto que en gran medida dependen de la mera voluntad del pagador. Entre otras cosas no generan derechos pasivos por lo que tienden a reducir las rentas futuras de los empleados en caso de jubilación y desempleo. Y en tercer lugar que en todo caso se trata de una fracción significativa de las rentas salariales totales y por tanto su evolución puede considerarse una buena representación de lo que está ocurriendo en el mercado real.

Las fuentes tributarias tienen un problema adicional que está bastante bien solucionado pero que conviene tener en consideración. La información tributaria se limita a las percepciones anuales de cada individuo. Esto genera un problema a la hora de hacer comparaciones porque si bien muchas personas están todo el año activos, otras cambian de situación a lo largo del año. Por ejemplo se jubilan tras unos meses de trabajo, o trabajan solo unos meses etc. por lo que la renta salarial media está afectada por esta distinta presencia salarial. Para eludir esta cuestión los datos diferencian distintas situaciones personales: asalariados (personas que solo han percibido rentas salariales), asalariados y pensionistas, asalariados y parados, asalariados- parados y pensionistas. Estos tres últimos grupos incluyen por tanto a las personas que sólo han cobrado salarios una parte del año. En la tabla presentamos los resultados. En la primera columna sólo incluimos a los asalariados puros y en la de asalariados+ al conjunto de personas que han...

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