Estudios de Derecho notarial, de Pedro Avila Alvarez.

AutorJavier García-Valdecasas de la Cruz
CargoRegistrador de la Propiedad.
Páginas225-226

Page 225

    AVILA ALVAREZ, PEDRO: Estudios de Derecho notarial. Editorial Mon-tecorvo, S. A., cuarta edición, 1973.

Consideraciones previas.-En el año que acaba de terminar se ha publicado la cuarta edición de la obra de Pedro Avila Alvarez Estudios del Derecho notarial. Esta primera consideración lleva implícito el reconocimiento general al autor de esta obra, al exigirle una cuarta edición de la misma, que, naturalmente, supone el éxito que siempre ha tenido como obra de consulta y, sobre todo, como obra de ayuda al opositor.

No vamos a descubrir a estas alturas lo que ha supuesto esta obra para el "opositor, pero sí conviene recordar que fue Pedro Avila Alvarez, Notario de rancio abolengo en su cuerpo (como justifica la dedicatoria a su familia en esta edición), quien supo aportar al sufrido campo de la oposición un excelente elemento de trabajo. Cuando en su primera época tan sólo existían ciertas notas, escuetas, simples y apresuradas, que suministraban las distintas academias como remedio de urgencia, Pedro Avila sintetizó una larga serie de trabajos que se habían llevado a cabo hasta entonces por autores de reconocido prestigio, como, por ejemplo, la Teoría sobre el documento público, de su compañero Núñez Lagos; como los Estudios sobre la junción notarial, de González Palomino, etc....

Por otra parte, hay que tener en cuenta que fue en el año de 1945 cuando aparece el nuevo, entonces, programa de Notarías, y hasta el año de 1952 no apareció la primera edición de esta obra, que por tan esperada y efectivos frutos se hizo prontamente imprescindible para el opositor.

Las diferentes obras que existían entonces resultaban francamente incompletas, y así tenemos, por ejemplo, el trabajo de González Palomino Instituciones de Derecho notarial, auténtica maravilla en el campo del arte del Derecho, y que se le puede parangonar con la octava sinfonía de Schubert, la incompleta, queremos decir.

La obra que aquí reseñamos, como toda obra de arte, ha salido ganando con el paso del tiempo, ha ganado en extensión y en profundidad, y además de suponer, como decíamos anteriormente, una valiosa ayuda para el opositor, es una magnífica obra de consulta puesta al día. Esta edición, por otra, parte, era necesaria por la última reforma del Reglamento Notarial de julio del año 1967, pues, como bien dice el autor de esta reforma, al dar nueva redacción a 26 artículos del Reglamento, puede calificarse de trascendental por la cantidad y por la calidad de los...

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