Érase una vez? del autómata del medievo al cibor del siglo XXI

AutorFrancisco Lledó Yagüe
Cargo del AutorCatedrático de Derecho civil de la Universidad de Deusto y abogado
Páginas21-65
2.
ÉRASE UNA VEZ…
DEL AUTÓMATA DEL MEDIEVO
AL CIBOR DEL SIGLO XXI
Como nos explica DÍAZ ALABART 17 la fascinación por los androides (gi-
noides) viene de lejos. Al ser humano siempre le ha seducido este tipo de
“máquinas” con figura humana. Así en una visión retrospectiva, alude aque-
17 DÍAZ ALABART, S. Robots y responsabilidad civil. Edit. REUS, 2018, pág. 7 especialmente.
BARRIENTOS, Antonio y otros. Fundamentos de robótica. Edit. Mc Graw Hill, Madrid, 2007,
2ª edición.
BARRIO ANDRÉS, Moisés. “Algunas fricciones actuales entre Internet y Derecho” en Cla-
ves de Razón Práctica, nº 255, 2017.
“El acceso a Internet como elemento cardinal del servicio universal de telecomunicacio-
nes” en PAREJO ALONSO, Luciano y VIDA FERNÁNDEZ, José (coords.). Los retos del Estado y
la Administración en el siglo XXI. Libro homenaje al profesor Tomás de la Quadra-Salcedo Fernández del
Castillo. Edit. Tirant lo Blanch, Valencia, 2017.
CARABANTES LÓPEZ, M. Inteligencia artificial: una perspectiva filosófica. Edit. Escolar
y Mayo. Salamanca, 2016.
CUESTA AGUADO, Paz. “Inteligencia artificial: retos normativos y jurídico-penales” en
MAQUEDA ABREU, María Luisa; MARTÍN LORENZO, María y VENTURA PÜSCHEL; Artu-
ro (coords.). Derecho Penal para un Estado social y democrático de derecho. Estudios penales en home-
naje al profesor Emilio Octavio de Toledo y Ubieto. Edit. Servicio de Publicaciones de la Facultad de
Derecho, Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2016.
NISA AVILA, J. A. “Robótica e inteligencia artificial ¿legislación social o nuevo ordena-
miento jurídico” en El Derecho. Edit. Lefebvre, 2016. http://tecnologia.elderecho.com/ecno-
logia/internetytecnologia robotica-inteligenciaartificial-legislacionsocialnuevoordenamiento
SÁNCHEZ DEL CAMPO REDONET, A. “Europa quiere regular a los robots” en Diario la
Ley nº 4 sección Ciberderecho, 2017. Y también Reflexiones de un referente legal. Los retos jurídicos
de la Robótica y las tecnologías disruptivas. Edit. Aranzadi, Navarra, 2016.
DE LA CRUZ, J.M. y DORMIDO BENCOMOS. “Inteligencia artificial, pasado, presente y
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http://www.unedmelilla.es/nuevo/index.php/publicaciones/aldaba-2
CORDEIRO, J.L. “Inteligencia artificial y Robótica: hacia la singularidad tecnológica” en
Revista APD (Asociación para el Progreso de la Dirección), nº 328, págs. 9-11.
http://www.apd.colombia.org/wp-contestuploads/sites/8/2017/03/R Marzo 2017
22 Francisco Lledó Yagüe
llos clásicos “autómatas” (simples en su funcionamiento) como la tocadora
de laúd (Giancarlo de la Torre), el caballero autómata (Leonardo da Vinci),
entre otros fascinantes ejemplos.
La realización técnica del mito del autómata antropoide intelectual co-
mienza en la modernidad. El primer dominio del pensamiento humano que
se intentó automatizar fue el cálculo matemático. En la segunda mitad del
siglo XVIII surgieron los primeros autómatas que imitaban no los procesos
mentales… sino la conducta de los seres vivos. Y así se nos recuerda los au-
tómatas de Vancauçon, el de Jacques-Droz que escribía una y otra vez en un
ciclo sin fin (pienso, luego, existo) 18.
Las inteligencias artificiales son un deseo de antigua data presente en las
mitologías de todas las civilizaciones, tanto monoteístas como politeístas. Su
etapa tecnológica comenzó en Occidente en la Modernidad gracias, por una
parte, al cambio de mentalidad propiciado por el giro antropocéntrico y,
por otra, a la mejora en las técnicas de fabricación de maquinarias comple-
jas. Desde la construcción del primer autómata matemático a principios del
siglo XVII hubieron de pasar ciento veinte años hasta que aparecieron las
primeras máquinas calculadoras realmente eficaces. Sin embargo, a pesar de
sus cualidades técnicas, no eran lo suficientemente baratas y fiables, razones
por las cuales no consiguieron reemplazar a las redes de calculadores huma-
nos. Solo un ingenio tan polivalente como la máquina analítica de Babbage,
concebida a mediados del XIX, podría haber convencido a los Estados de la
conveniencia de utilizar máquinas en lugar de seres humanos para satisfacer
la creciente demanda de cálculos en aquella época. Por desgracia, Babbage
murió sin haber completado su proyecto 19.
PALMERINI, Erica (2017) “Robótica y derecho: sugerencias, confluencias, evoluciones en
el marco de una investigación europea”. Revista de Derecho Privado, nº 32. http://www.scielo.
org.co/scielo.php?script=sci_arttex&pid=S0123-43662017000100053
Asimismo, véase IGLESIAS CAVERO, M. Robótica y Responsabilidad. Codex, 2017, pág.
14, quien nos sitúa en la dificultad de definir el término “robótica” dada la diversidad de apa-
ratos, ingenios e instrumentos que con cierta autonomía se emplean en la industria y en los
servicios.
Resulta muy clarificador y descriptivo el trabajo de BENÍTEZ ORTÚZAR, I. “Reflexiones
sobre Robótica y Derecho. Especial referencia al vehículo autónomo” en Foro Gallego. Re-
vista jurídica xeral de Galicia. VIII Época. Num. 208 enero-diciembre 2020, págs.75-92, espe-
cialmente págs. 82-90. En este sentido, no es aventurado afirmar que hemos entrado de lleno en una
nueva era. La era en la que los robots y otras formas de inteligencia artificial desencadenan una nueva re-
volución industrial afectando a todos los segmentos sociales. Ello, unido a la realidad de la sociedad de la
comunicación y la información en un mundo globalizado, su ámbito de influencia y su inmediatez, obliga
a los legisladores en cualquier rincón del mundo a elaborar novedosas construcciones jurídicas que tengan
en cuenta esta realidad, con la predeterminación de unas consecuencias jurídicas coherentes, sin que éstas
puedan suponer un obstáculo a la innovación, simplemente porque su solo planteamiento es imposible.
18 CARABANTES LÓPEZ, M. Inteligencia artificial. Una perspectiva filosófica. Editores Esco-
lar y mayo, 2016, págs. Especialmente 47, 51, 54, de su excelente ensayo.
19 CARABANTES LÓPEZ, N. Op. cit., pág. 62.
Los nuevos esclavos digitales del siglo XXI y la superación del hombre óptimo 23
Los primeros autómatas del pensamiento del siglo XVII surgieron en un
contexto filosófico y psicológico dividido en dos grandes corrientes: empi-
rismo y racionalismo. Por un lado, los empiristas de la tradición corporalista
de Hobbes los consideraron una herramienta que podía resultar útil para
demostrar el monismo materialista que propugnaban. Por el otro, los ra-
cionalistas, defensores de un dualismo de sustancias al estilo de Descartes
reaccionaron de manera opuesta. El mecanicismo para ellos era un modelo
explicativo adecuado para la totalidad del mundo material, incluida la biolo-
gía, pero no suficiente para, por lo menos, algunas de las facultades intelec-
tuales, que solo podrían proceder de un espíritu inmaterial creado por Dios
y protegido por la censura del signo.
Efectivamente es así, pero era un modo de hacer y ejecutar y mimetizar
“repetitivo”. No tenían (era imposible el sesgo peculiar y distintivo de la au-
tonomía) la funcionalidad en el aprendizaje propio y, sobre todo, la inde-
pendencia en la interactuación con el entorno. A nadie se le ocurría que es-
tos instrumentos, máquinas, pudiesen estar asistidos de un componente de
“razonamiento propio”. Y que, retrotrayéndonos a la época, fuesen capaces,
por ejemplo, de interpretar las “cartas de navegación” …
Dice con razón LLOVET que la sobrevaloración de la técnica, el dominio
de las nuevas tecnologías ha tenido siempre un papel de referencia extraor-
dinaria en la sociología del conocimiento, lo que ha generado, explica este
autor, una “nueva mentalidad” evolutiva desde la rueda, máquina de vapor a
las sofisticadas e impactantes nuevas tecnologías 20.
Podemos ordenar la información y en base a la ayuda de procesos
algorítmicos trabajar con soluciones en las que se combinan factores
20 LLOVET, J. Adiós a la Universidad. El Eclipse de las humanidades. Galaxia Gutemberg Cír-
culo de Lectores, 2019, págs. 293 y siguientes. Y también IGLESIAS CABERO, M. op. cit. (Ro-
bótica y responsabilidad) pág. 10, quien nos recuerda que todas las revoluciones industriales
se han marcado el objetivo de aliviar los esfuerzos físicos y mejorar los resultados, progre-
sando con la aplicación de la máquina de vapor, la electricidad incluida la eólica, la técnica
de las comunicaciones, la implantación de líneas automatizadas y la robótica… (video p. cit.
pág. 10). Y así nos recuerda CORVALÁN, J.G. “Inteligencia artificial. Automatización y pre-
dicciones en el Derecho”. CIBERCRIMEN III Inteligencia artificial, algoritmos y predicciones
en el Derecho penal y procesal penal. Editorial B de F, 2020, pág. 7. Las máquinas de vapor
desplazaron la energía del caballo. El hierro y el cemento, en gran medida, reemplazaron la
madera y así sucesivamente. Gracias a la máquina de escribir y al papel carbónico, mi madre
pudo duplicar o triplicar los mismos datos en otras hojas cuando se escribían documentos en
la década de 1980. Sin embargo, cuando se derramaba café en esos papeles, había que escri-
bir todo nuevamente. El ordenador, los procesadores de texto y la impresora mejoraron esas
tareas y potenciaron nuestras habilidades. La frase que hoy se ha popularizado como “huma-
nidad aumentada”, en realidad, es un proceso histórico que se viene desarrollando a partir de
los avances tecnológicos a lo largo de los siglos como la rueda, el papel, la imprenta, el vapor
y la electricidad. Lo novedoso que nos trae esta Cuarta Revolución Industrial es que se masifi-
caron tecnologías que reemplazan, complementan y/o mejoran lo que antes solo podíamos
lograr con nuestra capacidad intelectual.

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