La entrevista cognitiva aplicada a menores
| Autor | Hesbert Benavente Chorres |
| Cargo del Autor | Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (Perú). Especialista en Derecho procesal (Argentina). Maestro en Derecho (Perú). Doctor en Derecho (México) |
| Páginas | 135-143 |
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Siguiendo a Anastasio Ovejero, la sociedad admite hoy en día ya los abusos sexuales y los malos tratos a menores, cuando la única prueba es el testimonio infantil; pero tengamos en cuenta que sólo un tercio de estos delitos son denunciados y que la Fiscalía suele rechazar entre el 22 y 47% de los casos que le llegan. Actualmente los juzgados admiten el testimonio de niños incluso de tres años, el 88% de ellos por haber sido abusados sexualmente. Incluso a pesar de ciertas limitaciones intrínsecas al testimonio infantil, los rechazos del Ministerio Público o la poca fiabilidad de las estadísticas, miles y miles de niños son llamados a declarar ante los jueces en muchos países; pero no se olvide el aumento de las denuncias ha supuesto también un aumento de las denuncias falsas, porque el problema es que no se dispone de prueba de diagnóstico que pueda demostrar el maltrato o abuso infantil.83Por otro lado, ya con el testimonio del menor, tenemos que analizar la confianza y fiabilidad del mismo, máxime si los niños también son capaces de mentir cuando testifican, pero no más que los adultos. Y en cuanto a la supuesta mayor sugestionabilidad de los niños, tenemos que decir que no es algo específico de la infancia; por el contrario, la influencia del interrogatorio sugerente falso o el implante de memorias falsas afectan también a los adultos; es decir, si bien los adultos recuerdan espontáneamente más detalles sobre los sucesos que han visto que los niños, no significa que los niños son siempre más sugestionables que los adultos.
Para profundizar, por sugestión se entiende cualquier información aportada antes, durante y después de los hechos por los mecanismos de sugestión, autoridad, estereotipo, repetición de preguntas, premios y castigos, utilización de muñecas y títeres.
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La codificación, almacenamiento y recuperación, por parte de los niños, de un acontecimiento puede ser influenciado por una variedad de factores psicológicos y sociales, de forma que, aunque los recuerdos autobiográficos de los niños son muy exactos, sus declaraciones pueden estar muy distorsionadas cuando son obtenidas mediante entre-vistas sugerentes. Por tanto, las entrevistas deben cuidarse escrupulosamente y que, con niños, debe crearse un contexto adecuado.
En ese sentido, es usual que la norma exija la integración de un equipo interdisciplinario con profesionales en atención a víctimas, con el fin de concentrar en una misma sesión las entrevistas que esta requiera, para la elaboración del dictamen respectivo. Al respecto, debe tenerse presente que la entrevista para fines de investigación es independiente de las sesiones de terapia que la víctima realice para su recuperación física, psicológica y emocional.
Ahora bien, para esta entrevista se tiene que tomar en cuenta que las capacidades cognitivas de atención, percepción, memoria y lenguaje se desarrollan con la edad, estando condicionadas por la maduración neurológica. Así, por ejemplo, los niños progresivamente van desarrollando un mayor control de la atención, de modo que a los dos años son capaces de atender a un estímulo hasta 7 minutos y este tiempo que se duplica a los 5 años.
Los procesos atencionales, perceptivos y de memoria además están condicionados por el significado que atribuimos a los estímulos, y la interpretación de la información va cambiando conforme los niños se van desarrollando, adquiriendo nuevas y más complejas competencias y conocimientos. La memoria episódica (responsable de las capacidades de recuerdo de hechos e identificación de personas en un marco contextual) no parece estar desarrollada hasta los tres a cinco años, dando lugar a lo que se conoce como amnesia infantil y que es la responsable de que no tengamos recuerdos de estas etapas tempranas anteriores a esa edad.
Posteriormente, se da el desarrollo cognitivo, aludiendo con ello al tipo de pensamiento presente durante la infancia: egocéntrico y concreto; requiere de la presencia de objetos concretos para razonar; asimismo, las nociones de tiempo y espacio son igualmente concretas y subjetivas, se vinculan con las propias rutinas y experiencias.
Ahora bien, como con cualquier otro testigo, el tipo de técnicas que se utilizarán para obtener la declaración del menor serán aquellas que permitan extraer la máxima información, con la menor cantidad de distorsiones posible, siempre procurando no interferir en los recuerdos del menor para minimizar el riego de generar una falsa memo-ria. Hay que ser particularmente prudentes cuando se entrevista a niños supuestamente abusados sexualmente, sobre todo para evitar la llamada hipótesis única, que con tanta frecuencia lleva a declaraciones falsas; hipótesis según la cual los entrevistadores amoldan la entrevista para lograr al máximo declaraciones consistentes con sus creencias previas.
Sin embargo, no se ignora un problema a la hora de obtener el relato, esto es que los niños pequeños en comparación con niños más mayores carecen de los conoci-
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mientos apropiados para reconstruir el pasado, por lo que dependen más de las preguntas de los adultos que les guíen en el recuerdo. Por esta razón, uno de los momentos de mayor riesgo para la generación de las falsas memorias son procedimientos inadecuados de entrevista en los que se realicen preguntas donde se sugiera información falsa que puede ser asumida por los menores. Procedimientos adecuados podrían minimizar la generación de una falsa memoria.
Pero, ¿qué hacer cuando un niño(a) acusa, por ejemplo, a un adulto de abuso sexual, cuando ninguna otra prueba más que la propia declaración del niño(a) se cuenta? Al respecto, no podemos desechar ex ante el caso, por el contrario es válido que la administración de justicia exija al experto determinar si el testimonio del menor es verdadero o falso. Para ello, el especialista tendrá que manejar técnicas lo más...
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