El árbitro como educador

AutorJosé Antonio Armas García/Inmaculada Brito Ojeda
Páginas31-32

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Ni la Pedagogía, ni cualquier otra ciencia de la educación figuran en el currículo formativo de los arbitros de fútbol bajo ningún tipo de opción, es decir, ni como materia obligatoria, común o específica, ni como materia voluntaria.

Asimismo, en ninguno de los distintos perfiles de necesidades de los arbitros de fútbol que conocemos, hemos encontrado alusiones expresas a cualidades o conocimientos pedagógicos que dichos arbitros deban poseer o acreditar que poseen.

También es cierto que la función primordial del arbitro no es la de ejercer una acción docente o educadora en los futbolistas. Esta tarea siempre se ha asignado al técnico deportivo que les entrena.

El entrenador es el responsable directo de la enseñanza, educación y formación de los jugadores y para tal misión se le intenta capacitar adecuadamente con las materias psicopedagógicas correspondientes.

Es función principal del entrenador enseñar, esto es, transmitir conocimientos, experiencias o habilidades físico-deportivas.

Pero la labor del entrenador no puede pararse ahí. Además de enseñar, tiene que educar. Y educar obliga a formar y perfeccionar continua y progresivamente a los jugadores, no sólo en sus cualidades físico-deportivas sino también en sus facultades intelectuales, sociales y morales.

Y con esa formación y perfeccionamiento de las facultades intelectuales, sociales y morales, el entrenador intenta desarrollar en los futbolistas valores tales como el respeto, la responsabilidad, el compañerismo, la obediencia, el sacrificio... tan indispensables para la consecución del juego limpio que con tanto ahínco federativo e institucional se pretende alcanzar.

Siendo las cosas así, los arbitros de fútbol no pueden permanecer al margen de toda esa tarea educativa que llevan a cabo los entrenadores de fútbol y tienen que colaborar en el mismo sentido. Entrenadores y arbitros tienen que caminar juntos en esta labor y recibir entonces, con esa finalidad, la formación auricular idónea, en el caso concreto de los arbitros.

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Entre estas razones que justifican la necesidad de una formación pedagógica de los arbitros de fútbol, citamos las siguientes:

• La educación es una función social a la que están obligadas todas aquellas personas que, como los arbitros, ejercen influencia en otras.

• Educar, básicamente, significa modificar conductas. El arbitro, esencialmente, tiene que...

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